¿Qué son los ultrasonidos no focalizados?

Los ultrasonidos no focalizados son una técnica estética no invasiva que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para tratar diversos problemas de la piel y el tejido subcutáneo.

A diferencia de los ultrasonidos focalizados, que se centran en un área específica, los no focalizados se distribuyen de manera más uniforme sobre una superficie mayor.

¿Por qué se realiza?

Este tratamiento se realiza principalmente por sus beneficios en la mejora de la apariencia de la piel y la reducción de grasa localizada.

Los ultrasonidos no focalizados son populares por varias razones:

• Mejora de la textura de la piel: ayuda a estimular la producción de colágeno, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel.
• Reducción de grasa: se utiliza para reducir depósitos de grasa en áreas específicas como el abdomen, muslos y brazos.
• Tratamiento de celulitis: ayuda a romper los depósitos de grasa que causan la apariencia de "piel de naranja".
• No invasivo: no requiere cirugía ni tiempo de recuperación prolongado.

¿En qué consiste?

El procedimiento de ultrasonidos no focalizados implica el uso de un dispositivo que emite ondas sonoras de alta frecuencia.

Estas ondas penetran en las capas más profundas de la piel sin dañar la superficie.

El tratamiento generalmente sigue estos pasos:

• Evaluación inicial: el especialista evalúa la zona a tratar y discute los objetivos del paciente.
• Preparación de la piel: se limpia y, en algunos casos, se aplica un gel conductor para facilitar la transmisión de las ondas.
• Aplicación de ultrasonidos: el dispositivo se mueve sobre la piel en movimientos circulares, emitiendo las ondas ultrasónicas.
• Duración: cada sesión puede durar entre 30 minutos y una hora, dependiendo del área tratada.
• Frecuencia: generalmente se recomiendan varias sesiones, espaciadas una o dos semanas entre sí, para obtener los mejores resultados.

Preparación para el tratamiento

Antes de someterse a un tratamiento de ultrasonidos no focalizados, es importante seguir algunas recomendaciones:

• Consulta médica: es crucial tener una consulta inicial con un especialista para determinar si eres un buen candidato para el tratamiento.
• Hidratación: mantén una buena hidratación los días previos al tratamiento para optimizar los resultados.
• Evitar ciertas sustancias: evita el consumo de alcohol y tabaco, ya que pueden afectar la circulación y, por ende, la eficacia del tratamiento.
• Informar sobre medicación: informa al especialista sobre cualquier medicamento o suplemento que estés tomando, ya que algunos pueden interferir con el tratamiento.

Cuidados tras la intervención

Después del tratamiento, es fundamental seguir algunas pautas para maximizar los resultados y minimizar cualquier incomodidad:

• Hidratación continua: sigue manteniendo una buena hidratación para ayudar a la eliminación de grasa y toxinas.
• Actividad física: realiza ejercicio moderado para estimular la circulación y ayudar en la eliminación de grasa.
• Cuidado de la piel: usa cremas hidratantes y evita la exposición excesiva al sol para proteger la piel tratada.
• Seguir las recomendaciones del especialista: sigue cualquier otra recomendación específica que te dé el profesional que realizó el tratamiento.

Alternativas a este tratamiento

Aunque los ultrasonidos no focalizados son efectivos, existen otras alternativas que pueden considerarse dependiendo de los objetivos y preferencias individuales:

• Ultrasonidos focalizados (HIFU): utilizan ondas ultrasónicas más concentradas para tratar áreas específicas con mayor precisión.
• Radiofrecuencia: emplea energía de radiofrecuencia para calentar las capas profundas de la piel y estimular la producción de colágeno.
• Criolipólisis: conocida como "coolsculpting", utiliza frío para congelar y destruir las células grasas.
• Liposucción: procedimiento quirúrgico que elimina la grasa de áreas específicas del cuerpo.
• Mesoterapia: involucra inyecciones de vitaminas, enzimas, hormonas y extractos de plantas para rejuvenecer y tensar la piel, así como eliminar grasa.