¿Qué es el impétigo?

El impétigo es una infección bacteriana de la piel que se caracteriza por la formación de ampollas o llagas llenas de pus. Estas ampollas suelen ser dolorosas, pero no causan fiebre en la mayoría de los casos.

Esta condición es altamente contagiosa y puede propagarse fácilmente a través del contacto directo con la piel infectada o los objetos contaminados.

Síntomas del impétigo

Los síntomas típicos del impétigo incluyen ampollas rojas o llagas que se rompen fácilmente y dejan una costra amarillenta. Estas costras pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes alrededor de la boca y la nariz en los niños.

A menudo, no hay otros síntomas sistémicos significativos, lo que significa que el paciente generalmente se siente bien aparte de las lesiones cutáneas.

Causas del impétigo

El impétigo es causado comúnmente por las bacterias Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes. Estas bacterias pueden ingresar al cuerpo a través de cortes, picaduras de insectos o incluso a través de la piel sana.

Las condiciones cálidas y húmedas aumentan el riesgo de desarrollar impétigo, lo que explica por qué es más común en climas tropicales y durante el verano.

Pronóstico de la enfermedad

El impétigo generalmente se cura sin complicaciones graves, especialmente si se detecta y se trata a tiempo. Con el tratamiento adecuado, las lesiones suelen sanar dentro de una o dos semanas.

Sin embargo, si no se trata, el impétigo puede extenderse y provocar complicaciones, como celulitis o glomerulonefritis postestreptocócica.

¿Cómo sé si sufro impétigo? (Pruebas diagnósticas)

El diagnóstico del impétigo suele basarse en la apariencia característica de las lesiones. En algunos casos, el médico puede tomar una muestra del fluido de las ampollas para realizar una prueba de cultivo y determinar qué tipo de bacteria está causando la infección. Esta información es útil para guiar el tratamiento adecuado.

¿Se puede prevenir?

La prevención del impétigo implica mantener una buena higiene personal, incluyendo lavarse las manos con frecuencia y mantener las uñas cortas y limpias para evitar rascarse las lesiones.

Además, es esencial evitar el contacto cercano con personas infectadas y sus pertenencias personales para prevenir la propagación de la bacteria.

Tratamientos para el impétigo

El impétigo generalmente se trata con antibióticos tópicos o, en casos más graves, antibióticos orales. Los antibióticos tópicos suelen ser suficientes para las formas leves de impétigo y pueden incluir cremas o ungüentos antibacterianos.

Para casos más graves o si la infección se ha extendido, el médico puede recetar antibióticos orales para combatir la infección desde el interior del cuerpo.

¿Qué especialista lo trata?

El impétigo puede ser tratado por varios profesionales de la salud, incluyendo médicos de familia, pediatras y dermatólogos.

Estos especialistas tienen experiencia en el diagnóstico y tratamiento de una amplia gama de condiciones cutáneas y pueden proporcionar orientación experta sobre cómo manejar y prevenir el impétigo.