Prueba de embarazo en sangre para Embarazo

Durante el embarazo se produce una hormona específica llamada gonadotropina coriónica humana (GCH) que se encuentra en la placenta después de que el óvulo fertilizado se instale en el útero. Esta hormona tiene el objetivo de proteger el cuerpo lúteo del ovario y mantener la producción de progesterona.

La prueba de embarazo por sangre detecta cantidades muy pequeñas de GCH, por lo que puede confirmar o descartar un embarazo antes que la prueba de orina e incluso antes de la falta de período menstrual. Es decir, mientras que el test de orina requiere de un 20 mlU/ml de GCH para detectar un embarazo, la analítica logra diagnosticarlo con solo un 5mlU/ml.

Esta prueba se realiza en el consultorio médico y se suele indicar cuando existe algún tipo de síntoma de embarazo:
- Falta de periodo menstrual
- Senos hinchados y sensibles
- Orinar con frecuencias
- Náuseas y vómitos
- Hinchazón en el abdomen

Ante estos síntomas, muchas mujeres deciden realizar un test de embarazo de orina en su propio hogar. Si bien este tipo de prueba también permite encontrar la hormona GCH, al ser más lento, muchas veces arroja falsos negativos. Por este motivo los médicos requieren casi siempre la necesidad de confirmar o no un resultado mediante una analítica por sangre.

Para la detección de un embarazo a través un análisis de sangre no es necesaria ningún tipo de preparación previa ni se requiere estar en ayunas.

La prueba consiste en la extracción de una pequeña muestra de sangre, por lo que solamente puede sentirse algo de dolor o moretones posteriores donde se inyecta la aguja.

Cuando la presencia de la hormona GCH en sangre es mayor a 5mlU/ml el resultado de la prueba es positivo, teniendo una precisión de aproximadamente un 99%.

Sin embargo, en muchos casos los análisis de sangre pueden fallar y arrojar falsos negativos. Uno de estos casos se da cuando no se ha esperado el tiempo suficiente para realizar la prueba, por lo que no se ha podido detectar la cantidad de hormona suficiente. Los especialistas recomiendan esperar entre 6 y 9 días desde la fecundación. Existe otro caso en que el resultado puede ser un falso negativo y es cuando la mujer está administrando cierto medicamento o presenta algún problema hormonal que influye en el resultado.

Por el contrario, el falso positivo es más difícil de encontrar. Este tipo de casos quedan prácticamente limitados a mujeres que están realizando algún tratamiento de Reproducción Asistida, en el cual se utiliza la misma hormona para estimular la ovulación.