¿Tiene cura la insuficiencia cardíaca?
Escrito por:La insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica. Esto quiere decir que se trata de una enfermedad que no tiene un tratamiento curativo. No obstante, podemos controlarla siguiendo cuidadosamente el tratamiento adecuado y modificando hábitos dañinos para esta enfermedad.
De este modo, se pueden disminuir y mejorar los síntomas, además de retrasar la progresión de la enfermedad y, por tanto, mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente.
Entre las medidas farmacológicas y no farmacológicas para conseguir este adecuado control de la enfermedad, las más importantes son:
- Tómese toda la medicación que le ha prescrito su médico y cardiólogo. Son muchas pastillas, pero cada una tiene su función. Algunas de ellas pueden tener efectos secundarios. Sin embargo, las ventajas de tomarlos superan a los inconvenientes y es importante conocerlos:
- Fármacos para evitar la progresión de la enfermedad: ramipril, enalapril, candesartán, losartán…
- Fármacos para controlar la frecuencia cardíaca: bisoprolol, carvedilol, digoxina, ivabradina…
- Fármacos diuréticos (eliminan líquido): furosemida, torasemida, hidroclorotiazida, clortalidona, espironolactona, eplerenona...
- Fármacos para evitar la formación de coágulos o trombos: sintrom, aspirina, clopidogrel, prasugrel, apixabán, dabigatrán, rivaroxabán…
- Fármacos para disminuir el colesterol: estatinas.
- Mídase el pulso y tómese la presión arterial periódicamente. Así tendrá más control de su enfermedad. Aprenda a hacerlo usted mismo y lleve un registro (figura 1) de sus anotaciones para comunicarlo a su médico en el caso de que hubiese cambios. Hágalo siempre a la misma hora del día y en situación de reposo.
- Cuide sus hábitos de vida, especialmente en la realización de ejercicio físico (si la enfermedad está estabilizada) y en el cuidado de su alimentación:
- Debe procurar mantenerse en su peso ideal. Pésese a diario, a la misma hora (preferiblemente por la mañana) y si hay un cambio de 1 kg al día o 3 kg por semana, consulte a su médico o enfermera de referencia la posibilidad de subir la medicación diurética (para eliminar más líquidos).
- Evite y reduzca los alimentos ricos en grasas: leche entera, yemas de huevo, carnes rojas grasas, fritos, embutidos…
- Limite el consumo de sodio (sal) en su dieta. La sal favorece la acumulación de líquidos, lo cual sobrecarga al corazón para realizar su función (tiene que trabajar más, bombeando más veces). Evite el uso de sal en las comidas, y sobre todo, evite comidas que contengan altas cantidades de sal como: embutidos y conservas (alimentos de lata), sopas en sobres, salsas, alimentos precocinados, quesos curados, mantequillas con sal, patatas fritas, etc. En su lugar se puede dar más sabor a las comidas añadiendo ajo, cebolla, pimienta, limón, vinagre, etc.
- Evite tomar bebidas alcohólicas, el alcohol puede debilitar el músculo cardíaco en pacientes con insuficiencia cardíaca.
- Controle el consumo de líquidos, aproximadamente a 1,5 – 2 litros al día como máximo (incluye agua, zumos, café, leche, etc.). Es muy importante que anote la cantidad de líquido que toma durante el día para poder controlarlo.
- Es importante que realice ejercicio físico, sin excederse, porque mejora el flujo sanguíneo y reduce la carga de trabajo del corazón:
- Realice un programa de entrenamiento ajustado a sus necesidades (Figura 2), asesorado o tutelado por personal especializado. Si tiene posibilidad, póngase en contacto con la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Reina Sofía.
- Elija actividades que le diviertan y realice ejercicio acompañado de otras personas.
En definitiva, la insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica, que no se cura pero se puede controlar en base a una serie de medidas básicas que te dejamos resumidos en la Figura 3.