Pronóstico de la enfermedad
La pérdida de equilibrio es un problema grave, ya que afecta directamente a la calidad de vida del paciente. Aunque en la mayoría de casos no se trata de una urgencia sanitaria, la realidad es que conlleva muchas consecuencias para desarrollar la vida diaria, trabajar o caminar con normalidad. Así, puede llegar a a ser incapacitante y es causa de muchas ausencias laborales.
Síntomas de pérdida de equilibrio
Los principales síntomas de la pérdida de equilibrio son la falta de estabilidad, el vértigo o sensación de movimiento o vueltas y los mareos. Además, pueden presentar presíncope: sensación de desmayo.
Estos síntomas aparecen tanto cuando el paciente está de pie como cuando se encuentra sentado o durmiendo, aunque la inestabilidad será mayor cuando está de pie.
Pruebas médicas para la pérdida de equilibrio
Los problemas de equilibrio pueden darse por múltiples problemas y patologías, con lo cual, el proceso de diagnóstico puede ser algo extenso mientras se van descartando las posibles causas.
En primer lugar, el especialista médico recogerá la historia clínica del paciente y realizará un examen físico para obtener alguna información sobre la causa de la pérdida de equilibrio.
Algunas de las pruebas que se suelen realizar para hallar la causa de los trastornos de equilibrio son:
- Posturografía: la prueba de posturografía consiste en mantenerse de pie, con un arnés de seguridad, sobre una plataforma en movimiento. De esta forma se puede detectar en qué puntos se tiene mayor estabilidad.
- Audiometría: la medición de audición se realiza porque en el oído se encuentra el sistema vestibular, encargado de la estabilidad y el equilibrio.
- Videoinstagmografía y electronistagmografía: estas pruebas observan los movimientos oculares, que también intervienen en el sistema vestibular del equilibrio. También puede realizarse la prueba en un sillón giratorio para medir los movimientos durante el giro.
- Maniobra Dix-Hallpike: consiste en que el especialista médico gire con cuidado la cabeza del paciente para observar los movimientos oculares.
- Resonancia magnética o TAC: estas pruebas de diagnóstico por imagen se realizan para observar posibles patologías en las estructuras internas que causen el problema de equilibrio.
- Control de la presión arterial: se observa los cambios bruscos de presión y de frecuencia cardíaca para determinar si una falta de presión o una enfermedad cardíaca están provocando los síntomas de desestabilidad.
¿Cuáles son las causas de la pérdida de equilibrio?
Los problemas de equilibrio pueden venir dados por distintas patologías, siendo las más frecuentes:
Tratamientos para la pérdida de equilibrio
El tratamiento de estos problemas de estabilidad variará en función del grado de desequilibrio y su causa. Las principales medidas que se pueden tomar son las siguientes:
- Rehabilitación vestibular: ejercicios de rehabilitación especializada para entrenar el equilibrio y evitar caídas. El especialista terapeuta puede recomendar un dispositivo que ayude a mantener el equilibrio, como un bastón.
- Reposicionamiento canalicular: este tratamiento extrae las partículas desplazadas del oído interno que están causando las pérdidas de equilibrio.
- Nuevos hábitos saludables: en casos de migrañas y otras patologías similares, se prescriben cambios en la dieta o el uso de medias de compresión para mejorar la estabilidad.
- Medicamentos: ciertos medicamentos están especialmente indicados para controlar los mareos, vértigos y problemas de equilibrio.
- Cirugía: en casos de deteminadas enfermedades, el paciente requerirá una intervención quirúrgica.
¿Qué especialista lo trata?
El especialista neurólogo es el encargado de tratar los problemas de mareos y pérdidas de equilibrio. Es posible que, en función de la causa de la inestabilidad, se requiera la colaboración de un especialista Otorrinolaringólogo u Oftalmólogo.