Implantes cigomáticos: ¿cuándo son necesarios?

Written by: Dr. Manuel Sánchez-Moliní González-Meneses
Published: | Updated: 20/12/2022
Edited by: Lucía Ramírez

Los implantes cigomáticos son anclajes óseos de titanio con forma cilíndrica que soportan una estructura protésica dental. Son parecidos a los implantes dentales convencionales con la diferencia de que se insertan en el hueso cigomático (pómulo), en lugar de en el hueso maxilar que habitualmente aloja los dientes, por lo tanto, son más largos que los implantes dentales convencionales. Los implantes cigomáticos se disponen desde el borde la encía, atraviesan el maxilar y se fijan en los pómulos. Unos pilares colocados sobre estos implantes permiten atornillar una estructura protésica dental.

 

Al día siguiente de la cirugía de los implantes suele ser posible colocar una prótesis provisional que devuelve la función estética dental, recuperando la anatomía de los labios y del tercio inferior facial, permitiendo, incluso, llevar una dieta blanda durante cuatro meses. Pasado este periodo de cuatro meses, los implantes ya se han integrado en el hueso y pueden soportar una carga masticatoria normal, por lo que se sustituye la prótesis provisional por una definitiva con la que el paciente puede comer de manera normal.

 

¿En qué casos se recomiendan?

Los implantes cigomáticos se utilizan en casos de atrofia o pérdida extrema de hueso en el maxilar superior. El paciente puede ser tratado solo con implantes cigomáticos o combinando implantes cigomáticos con implantes dentales convencionales, en función del grado de pérdida de hueso o dónde se localice esta pérdida. De esta forma, se utilizan 4 implantes cigomáticos para una restauración de arcada completa en aquellos casos de atrofia extrema, o 4 implantes dentales convencionales junto a 2 implantes cigomáticos en los casos en los que el paciente conserve algo de hueso propio, normalmente, en la parte anterior del maxilar.

 

Entre las causas de pérdida de hueso suele ser habitual encontrar pacientes portadores de prótesis completas removibles durante muchos años, ausencia prolongada de piezas dentales, fracaso de tratamientos con implantes dentales previos, traumatismos faciales, tratamientos de quistes maxilares o tumores faciales. El hueso cigomático o pómulo no sufre la atrofia de la falta de dientes y no está expuesto a bacterias como lo está el hueso del maxilar en la boca.

 

La falta de hueso que impide la colocación de implantes dentales convencionales puede ser tratada también mediante injertos óseos y una reconstrucción del maxilar, total o parcial. La ventaja que ofrecen los implantes cigomáticos frente a otros tratamientos es la inmediatez en la colocación de una prótesis. Normalmente, el tiempo que se necesita para la colocación de implantes dentales convencionales con injertos óseos es mayor que con implantes cigomáticos. Generalmente, los injertos requieren una o varias intervenciones previas, una evolución adecuada que permita la integración del injerto y la colocación de los implantes dentales.  Es un proceso que no está exento de posibles complicaciones.

 

Es imprescindible un diagnóstico exhaustivo e individualizado para determinar si un paciente es candidato a implantes cigomáticos. Una parte fundamental del diagnóstico es el estudio mediante escáner facial y la planificación virtual con un software específico.

 

¿Cómo se coloca un implante cigomático?

La cirugía de colocación de implantes cigomáticos es un procedimiento muy seguro tanto en la propia colocación como en el entorno en el que se realiza.

 

El hueso cigomático o pómulo es un hueso que se atrofia o adelgaza con la pérdida de dientes, no se mantiene estable. Existen variaciones anatómicas del hueso maxilar y del cigomático, así como variaciones en la forma de morder (oclusión) según cada paciente, por lo que hay que adaptar la colocación de los implantes según estos patrones anatómicos y oclusales. Solo un estudio exhaustivo y un diagnóstico adecuado del caso posibilitan colocar los implantes en la posición idónea para cada paciente.

 

En caso de que se coloquen 4 implantes cigomáticos, se distribuyen de manera simétrica, dos en cada lado del maxilar. Las incisiones se realizan a través de la encía, por dentro de la boca y no quedan cicatrices en la cara. Se insertan despegando la encía, preparando un canal óseo desde el reborde de hueso maxilar hasta el hueso cigomático o pómulo. Los cuatro implantes se fijan en el pómulo.

 

En el caso de que se utilicen 4 implantes dentales convencionales y 2 implantes cigomáticos, la distribución normal suele ser la colocación de los implantes dentales convenciones en la parte anterior del maxilar y los dos cigomáticos en la zona posterior del maxilar, cada uno en un lado, fijados al pómulo. La sutura de la encía se hace un hilo especial que se reabsorbe solo al cabo de varias semanas.

 

La seguridad del entorno hace referencia a que la intervención se realiza bajo anestesia general en quirófano o en el gabinete dental bajo anestesia local y sedación consciente, asistido por un anestesiólogo y monitorizadas sus constantes vitales en ambos casos.

 

La sedación consciente permite bajar el nivel de consciencia y anular todos los efectos de la ansiedad y temor previos a ser sometido a un procedimiento dental invasivo. Al estar en un estado de semiconsciencia el paciente colabora si se requiere y tiene una recuperación postoperatoria inmediata, no necesitando ingreso hospitalario.

 

¿Qué dificultades pueden surgir?

Generalmente, las complicaciones están asociadas a un mal diagnóstico del caso y falta de planificación. Otros motivos están relacionados con el consumo de tabaco, que afecta a la cicatrización de los tejidos, y la falta de higiene, relacionada con el acúmulo de bacterias. La masticación de alimentos duros antes de que estén integrados los implantes también puede suponer un fracaso del tratamiento.

 

Pautas que debe seguir el paciente con implantes cigomáticos

Un paciente sometido a una intervención de implantes cigomáticos presentará un estado postoperatorio habitual a cualquier intervención realizada en el tercio medio facial.

 

Es esperable que presente hematomas en la cara, los mofletes, incluso las órbitas, a veces muy llamativos. Estos hematomas irán remitiendo a lo largo de los días y disolviéndose variando en la típica gama de colores. Utilizar pomadas cutáneas con principio activo de Pentosano ayudará a la disolución de los coágulos y a mejorar el flujo sanguíneo de la piel.

 

Pueden aparecer pequeños sangrados leves en las heridas de la boca o a través de los orificios nasales durante las primeras 24-48 horas. El tratamiento consiste en comprimir la zona con una gasa o compresa, ejerciendo una presión leve. Es muy importante evitar maniobras de succión, escupir la sangre o enjuagarse la boca y sonarse la nariz con fuerza, ya que estos promueven la eliminación del coágulo y aumentan la posibilidad de que aparezca un nuevo sangrado durante 48 horas. Las maniobras de Valsalva (aumento de presión a glotis cerrada: coger aire para sumergirse) también debe ser evitado durante 3-4 semanas.

El cepillado de la prótesis y los enjuagues con clorhexidina deben comenzar a las 48 horas.

 

Se inicia una dieta líquida durante 24-48 horas. Pasado este tiempo, se puede introducir una dieta blanda que permita un aporte de nutrientes necesarios para una cicatrización correcta de los tejidos. Es fundamental que se mantenga esta dieta blanda, evitando masticar y morder durante los primeros cuatro meses, ya que, durante este periodo, los implantes se van a integrar en el hueso y podrán soportar adecuadamente la carga de la masticación. El inicio prematuro de la masticación puede suponer el fracaso en la integración de los implantes y del tratamiento.

 

De igual forma, tanto la falta de higiene y cepillado de la prótesis como el consumo de tabaco pueden afectar al proceso de integración de los implantes, a la correcta cicatrización de los tejidos y a la buena evolución del tratamiento a largo plazo. Acudir a las revisiones de mantenimiento programadas con el especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial permite detectar complicaciones o problemas que puedan surgir en los implantes, la encía o la prótesis y tratarlos a tiempo.

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By Dr. Manuel Sánchez-Moliní González-Meneses
Oral and Maxillofacial Surgery

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