Hemorroides: una guía práctica para su tratamiento

Las hemorroides son una afección común que afecta a muchas personas en España. En este artículo, la Dra. Bermúdez Pestonit, especialista en Proctología, nos ofrece una guía práctica sobre el tratamiento de las hemorroides, además de algunos consejos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta afección.

¿Cuáles son los síntomas más comunes y cómo podemos reconocerlos?

El síntoma más frecuente de las hemorroides es el sangrado tras la defecación. Suele ser una cantidad pequeña que aparece en la superficie de las heces, aunque ocasionalmente, puede ser intensa dando lugar incluso a la presencia de coágulos. Si el sangrado se mantiene en el tiempo puede ocasionar anemia.

A la pérdida de sangre, le suele acompañar un abombamiento del reborde anal con la presencia de bultomas que prolapsan y que, pasado unos minutos, se vuelven a introducir espontáneamente en el recto. Solo en algunos pacientes con hemorroides de gran tamaño permanecen todo el tiempo fuera del canal anal, causando sangrado al roce e incluso ensuciamiento de la ropa interior. Con el sangrado y la salida de las hemorroides al exterior puede presentarse:

• Picor.
• Escozor.
• Dolor, si se producen complicaciones como la formación de trombos en el interior de las hemorroides.

El estreñimiento o la diarrea, una de las principales causas de las hemorroides

Las causas más frecuentes son el estreñimiento o las diarreas crónicas, el embarazo y las maniobras inadecuadas al defecar.

Entonces, ¿podemos prevenir las hemorroides? La mejor manera de prevenir las hemorroides es mantener las deposiciones blandas y evitar el estreñimiento para lo que debemos comer alimentos ricos en fibra como frutas, verduras o cereales integrales. Si es necesario, se puede añadir suplementos de fibra acompañado siempre de una ingesta abundante de líquidos, al menos dos litros al día.

Asimismo, debemos realizar ejercicio físico y evitar el exceso de peso que contribuyen también al desarrollo de las hemorroides.

¿Existen distintos tipos?

Podemos hablar de cuatro grados que suelen condicionar la intensidad de los síntomas y por tanto, su gravedad:

• Grado I: es el más leve y suele ocasionar pequeños sangrados y malestar.
• Grado II: se pueden apreciar pequeños sangrados y la salida al exterior de la hemorroide con la defecación.
• Grado III y IV: son los grados más severos y se caracterizan por tener un sangrado habitual, así como la presencia de hemorroides fuera del ano, acompañado también de escozor y dolor.

Tratamientos mínimamente invasivos para las hemorroides

Hoy en día, disponemos de tratamientos mínimamente invasivos. La elección de uno u otro depende del grado de las hemorroides, así como de las características clínicas del paciente.

Para los grados uno y dos, los tratamientos más habituales son la ligadura con banda elástica de la hemorroide interna, con el objetivo de cortar su circulación, y la escleroterapia con la que se inyecta una solución química en el tejido de las hemorroides para reducirla.

En los casos más avanzados, se utiliza el láser de diodo con el que se aplica energía en el interior de la hemorroide lo que origina un proceso de cicatrización o el Anolift© que permite recolocar las hemorroides en su posición original acompañado de una ligadura de las mismas guiada por Doppler.

Además, los tratamientos que se realizan para eliminar las hemorroides siempre van acompañados de la corrección de los malos hábitos y las causas que hayan podido ocasionar el desarrollo de las hemorroides.

¿Existen medidas para aliviar los síntomas de las hemorroides y acelerar la recuperación?

Como principales medidas debemos ablandar el bolo fecal con fibra vegetal y líquidos abundantes, los baños de asiento sumergiendo la zona anal en agua tibia durante 10 minutos dos o tres veces al día nos ayudará a eliminar el escozor y picor.

En el caso de que apliquemos pomadas específicas para hemorroides de venta libre no debemos prolongar su uso más de una semana, en el caso de presentar dolor están indicados los analgésicos como paracetamol o antiinflamatorios.

En todo caso siempre debemos consultar con un especialista y evitar automedicarnos.