El síndrome de ovario poliquístico: cómo afecta a la reproducción
Written by:El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino metabólico que afecta aproximadamente al 5-10% de las mujeres en edad reproductiva.
¿Cuál es la causa del síndrome del ovario poliquístico?
Tiene una base genética y puede comprometer a otros miembros de la familia. Se dice que es un trastorno metabólico, ya que el origen de la disfunción ovárica, en parte, es causado por una resistencia aumentada a la insulina que conlleva el incremento de la producción de insulina. También es un trastorno endocrino, ya que también hay mayor producción de andrógenos ováricos y adrenales, así como una hipersecreción de LH y alteraciones en la ovulación.
¿Qué síntomas presenta?
El cuadro clínico es muy polimorfo y varía de acuerdo a la edad de la paciente. Los síntomas clásicos son:
- Alteraciones menstruales, siendo lo más frecuente la oligomenorrea (sangrados con intervalos mayores de 45 días o menos de 9 sangrados al año)
- Obesidad por lo general de tipo androide (forma de manzana)
- Manifestaciones del hiperandrogenismo, siendo el hirsutismo (aumento del vello) y el acné los síntomas más frecuentes
¿Tener ovarios poliquísticos dificulta la reproducción?
Su presencia debe sospecharse en cualquier adolescente o mujer en edad reproductiva con hirsutismo u otras manifestaciones cutáneas de hiperandrogenismo, irregularidades menstruales y obesidad.
El diagnostico se basa en criterios clínicos, analíticos y ecográficos. La ecografía por sí misma no sirve para el diagnóstico.
Diagnóstico y tratamiento del SOP
El diagnóstico oportuno es importante ya que este síndrome se asocia a riesgos reproductivos, oncológicos y metabólicos. Los riesgos a largo plazo derivan del hiperestrogenismo relativo (por falta de ovulación) el cual se asocia a cáncer endometrial y de la hiperinsulinemia crónica (diabetes 2 y síndrome metabólico). Los trastornos reproductivos se explican en parte por la anovulación, la obesidad y los trastornos metabólicos asociados.
El tratamiento está orientado a corregir el hiperandrogenismo, los trastornos menstruales, las alteraciones metabólicas asociadas (obesidad y resistencia a la insulina) y la ovulación, en los casos en que la mujer desee embarazo.
Se trata de un trastorno crónico, por lo que, aunque parte de la sintomatología desaparezca tras la menopausia, las alteraciones metabólicas y endocrinas persisten.