El cáncer de piel se puede y se debe prevenir
Written by:Evitar el cáncer de piel puede parecer sencillo, ya que sus primeros signos son visibles, pero para conseguirlo es necesario conocer sus causas y entender cuáles son sus principales factores de riesgo. Una de las recomendaciones más extendida por los expertos es evitar la quemadura solar.
En este sentido, la Dra. Susana Puig nos recuerda que nunca deberíamos llegar al punto de ponernos rojos porque una piel roja es una piel quemada.
Por otro lado, debemos evitar acumular demasiadas horas porque esto no permite a nuestros mecanismos reparar el daño producido por la luz ultravioleta. La dermatóloga nos aconseja utilizar las sombras, ropa adecuada y por supuesto si vamos a estar al aire libre o hacer actividades al aire libre utilizar también fotoprotectores.
Otras recomendaciones que deberían seguirse para prevenir el cáncer de piel son:
- Tener cuidado con las superficies reflectoras como: nieve, arena y agua.
- Utilizar crema de protección con un índice de protección entre 30 y 50.
- Realizar revisiones dermatológicas anuales.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
En cuanto a los factores de riesgo, hay algunos que aumentan el riesgo de sufrir cáncer de piel y deben ser tenidos en cuenta para seguir con mayor precisión las recomendaciones mencionadas.
- Antecedentes de melanoma.
- Quemaduras solares, sobre todo durante la infancia.
- Lunares atípicos o de apariencia irregular.
- Pieles con múltiples lunares.
Detección precoz
Cada vez diagnosticamos los casos más pronto y también tenemos tratamientos eficaces para los casos avanzados. Pero la prevención es siempre lo mejor, evitar las quemaduras solares sobre todo en los niños y evitar acumular horas de sol. Todo ello previene el cáncer de piel.
Es fundamental que cada uno pueda controlar la evolución de sus lunares y puede hacerlo siguiendo la regla ABCDE de los lunares. Consiste en un sistema de autoexploración reconocido internacionalmente y basado en las siguientes pautas:
- A. Asimetría. Consiste en verificar si el borde del lunar es irregular o está mal definido. Para conseguirlo, dividimos el lunar en dos mitades y las observamos. Si son diferentes concluiremos que es asimétrico.
- B. Bordes. Parecido al paso anterior, pero en este caso observaremos el borde del lunar para conocer si está bien o mal definido. Concluiremos que está mal definido si nos cuesta dibujar los bordes con una línea.
- C. Color. En este caso lo importante es observar si dentro del lugar se perciben distintos colores, en lugar de un color uniforme. Los lunares malignos suelen tener varios colores: gris, blanco, azul e incluso rojo.
- D Diámetro. El lunar mide más de 6 mm.
- E. Evolución. Prestar atención al lunar y observar si cambia rápidamente de color, tamaño o volumen.
Estos sencillos consejos nos ayudarán a controlar nuestros lunares, pero eso no justifica una visita al dermatólogo. Ante la presencia de cualquier lunar sospechoso recuerda acudir al médico para realizar una exploración más detallada.