Desafiando la adicción al móvil desde la perspectiva psiquiátrica

El número de usuarios de móviles en el mundo asciende a 4,9 mil millones de personas. Esto que supone que más de la mitad de la población mundial tiene al menos uno de estos dispositivos.

La hiperconectividad, la accesibilidad y la inmediatez a la que estamos acostumbrando a nuestros cerebros, es sólo el detonante de una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo.

¿Cómo se define y clasifica la adicción al móvil desde una perspectiva psiquiátrica?

La denominada "nomofobia", que se refiere a la adicción al teléfono móvil, se caracteriza por un miedo irracional a estar sin el dispositivo y sin acceso a la conectividad en red. Este término, acuñado en el Reino Unido en 2009, proviene de la combinación de las palabras "no-mobile-phone-phobia" en inglés.

Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha clasificado la nomofobia como una patología mental o un trastorno del comportamiento. Sin embargo, es evidente que esta condición surge como consecuencia de una adicción, especialmente relacionada con el uso excesivo del teléfono inteligente, que generalmente se utiliza para diversas actividades, excepto para hablar. Resulta llamativo que esta dependencia conduzca al aislamiento social, ya que la interacción con el entorno se realiza principalmente a través de plataformas como WhatsApp, redes sociales y juegos en línea.

Desde una perspectiva clínica, la nomofobia parece tener un desencadenante claro. Cuando una persona carece del uso del teléfono durante un período determinado, se observan síntomas que pueden desencadenar pánico, irritabilidad y manifestaciones somáticas.

¿Cuáles son los posibles factores psicológicos y psiquiátricos subyacentes que contribuyen al desarrollo y mantenimiento de la adicción al móvil?

En la actualidad, es difícil encontrar personas que no hayan caído en la influencia de las redes y tecnologías, y aún menos quienes controlen su uso de manera perfecta. Los niños y adolescentes, nacidos en un entorno conectado y rodeados de pantallas, constituyen el grupo más vulnerable y preocupante para los profesionales de la salud.

La hipótesis predominante para entender este problema sugiere que el miedo a la desconexión puede surgir por cuatro factores fundamentales: la imposibilidad de comunicarse con otros, la pérdida de conexión, la incapacidad de acceder a la información y la renuncia a la comodidad.

Se ha observado que ciertos rasgos de personalidad, como la inseguridad y la baja autoestima, predisponen a algunas personas a sufrir de nomofobia. Además, la etapa de la adolescencia, caracterizada por una intensa necesidad de comunicación, parece aumentar la susceptibilidad a esta patología.

Estos factores desencadenan la búsqueda de aprobación social, que muchas personas encuentran a través de las redes sociales. La bioquímica cerebral también desempeña un papel crucial en este contexto, ya que la dopamina, una sustancia química liberada en el cerebro en situaciones gratificantes, se asocia con la adicción al móvil. El proceso de acostumbrarse a recibir dosis de dopamina cada vez que se consulta el teléfono contribuye a la nomofobia o adicción al móvil.

¿Qué características presenta una persona con nomofobia?

Una persona con nomofobia o una compulsión por el uso excesivo de dispositivos móviles exhibe signos fácilmente identificables, entre los cuales se encuentran:

• Verificar constantemente su teléfono en busca de mensajes.
• Sacrificar horas de sueño para sumergirse en redes sociales.
• Evitar lugares sin cobertura.
• Mantener el teléfono encendido en todo momento.
• Estar constantemente en busca de enchufes para recargar la batería.

En resumen, la incapacidad de desconectarse del mundo tecnológico, que ha llegado a ser parte integral de su identidad, hace que estar desconectado durante las 24 horas del día sea equivalente a no existir. Esto ha llevado al surgimiento de otro trastorno relacionado con la dependencia del móvil conocido como "fomo", que proviene del inglés "fear of missing out" (miedo a perderse algo).

¿Cómo se aborda esta adicción en el ámbito psiquiátrico?

Para abordar la adicción, se pueden emplear diversas estrategias, como desactivar las notificaciones, mantener el teléfono en modo silencio, utilizar periodos en modo avión y eliminar aplicaciones que consuman tiempo sin aportar beneficios. El entorno juega un papel fundamental en recuperar una relación más saludable con la tecnología. En casos en los que la dependencia se vuelve más severa y difícil de superar, buscar asesoramiento o ayuda profesional es crucial.

Cuando se trata de estrategias de tratamiento en Psiquiatría para la adicción al móvil, estas varían según diversos factores. Los tratamientos, llevados a cabo por psicólogos, psiquiatras y expertos en adicciones, pueden incluir terapias individuales y grupales, talleres, y en algunos casos, tratamiento farmacológico.

La psicoterapia cognitivo-conductual se destaca como uno de los métodos más utilizados y efectivos para abordar este tipo de trastorno, ayudando a tomar conciencia de pensamientos negativos y a responder de manera más eficaz a situaciones desafiantes.