¿Qué es la técnica FUE?

La técnica FUE (Extracción de Unidades Foliculares) es una modalidad de trasplante capilar cuya principal característica es la extracción directa -y una a una, de forma individual- de las unidades foliculares necesarias para realizar el injerto capilar.

Es conveniente recordar que cada unidad folicular suele estar constituida por más de un cabello; lo normal es que la formen entre uno y cuatro folículos pilosos. Por ello, hay que estar muy atentos a no confundir -a la hora de valorar las distintas opciones que tengamos a nuestra disposición- las unidades foliculares con los cabellos. Y hay que estar alerta y no dejarse embaucar ante la promesa de un número muy elevado de injertos que, en realidad, se refieren a cabellos, no a unidades foliculares.
 

La técnica FUE es un tipo de injerto capilar mucho menos invasivo que la tradicional, y ya en desuso, técnica FUSS. Como ya hemos dicho, la técnica FUE se basa en la extracción individualizada de las unidades foliculares, gracias a la cual, el cirujano capilar puede seleccionar con total exactitud cuáles son las zonas de las que es más conveniente realizar la extracción y en qué medida hacerlo.
 

¿Por qué se realiza?

Tal y como afirma el Dr. Ruiz Solanes, el injerto capilar con técnica FUE puede realizarse tanto en hombres como en mujeres, siempre y cuando se cumplan unos requisitos básicos, tales como tener una zona donante lo suficientemente amplia y densa para cubrir el área alopécica o que esta se limite a una zona determinada y no sea una alopecia generalizada.

Esta técnica se lleva a cabo, principalmente, con el objetivo de no dejar una cicatriz visible, tal y como se producía con la técnica FUSS, también denominada “de la tira”, debido a que su forma de lograr las unidades foliculares necesarias para el injerto era la de cortar una tira de piel de la parte de la nuca. Esta tira que se extrae de la zona posterior de la cabeza mide entre quince y veinte centímetros de largo y puede llegar a tener dos centímetros de ancho. Y pese a que el pelo suele tapar la cicatriz que deja, esto no es siempre posible. Por esa razón se realiza la técnica FUE, que no deja cicatrices visibles.

¿En qué consiste la técnica FUE?

La técnica FUE se realiza con un sacabocados cilíndrico hueco de un diámetro de aproximadamente 0,8 mm. Este instrumento quirúrgico se denomina “punch”, y gracias a él se pueden extraer las unidades foliculares de las áreas donantes (por lo general en la parte posterior y lateral de la cabeza), mediante la conexión a un motor de aspiración que lo succiona. Con la FUE esta operación se realiza con cada unidad folicular, individualmente, lo que permite al cirujano capilar una total precisión. El folículo se puede extraer manualmente o a máquina, dependiendo del especialista en Cirugía capilar.

Posteriormente, después de aplicar la anestesia, se realizan incisiones en el área de recepción, que es la zona afectada por la alopecia que queremos tratar. De la forma y el lugar en que se realicen dichas incisiones dependerá, en buena medida, el éxito de la intervención. El cirujano capilar deberá tener especial cuidado en hacerlas de manera que el cabello siga la inclinación que le corresponde en esa zona y con la densidad y distribución necesaria. Solo así se podrá lograr un aspecto totalmente natural, de forma que nadie pueda notar si el paciente se ha sometido a un trasplante de cabello o si ese es su pelo natural.

En esas incisiones el especialista capilar irá colocando, uno a uno, los folículos que se habían extraído anteriormente. Esta área receptora se limpia y humedece constantemente con una solución especial para promover la inserción de los folículos. La duración de esta cirugía dependerá, fundamentalmente, del número de unidades foliculares a extraer e insertar y de las características del paciente. No obstante, podemos decir que el proceso completo suele estar entre las seis y las ocho horas de duración. Y, salvo que se trate de un número muy elevado de unidades foliculares, el trasplante capilar se realiza en una sola sesión. Tras la misma, el paciente puede irse tranquilamente a su casa a continuar con el posoperatorio.

¿Cómo prepararse para la intervención?

El cirujano capilar será el indicado para informar detalladamente al paciente sobre qué es lo que debe hacer -y qué es lo que no debe hacer- antes de la operación. En general, durante los días anteriores, la persona que se va a someter a la intervención de trasplante capilar con técnica FUE deberá evitar el tabaco, la ingesta de alcohol y cafeína. Deberá acudir con ropa amplia y cómoda, que sea fácil de quitar sin pasar por la cabeza.

Por su parte, el paciente deberá informar al doctor de todos los medicamentos que está tomando por si fuera aconsejable la suspensión del tratamiento durante unos días antes de la intervención. Esto ocurrirá, sobre todo, con aquellos medicamentos que dificulten la coagulación de la sangre.

¿Qué hacer después del injerto con técnica FUE?

Las recomendaciones y pautas a seguir en el posoperatorio del trasplante serán comunicadas al paciente por el cirujano capilar. En ellas se especificarán los consejos y las pautas a realizar en los días posteriores.

A modo de ejemplo, vamos a señalar alguna de las más comunes y que son aplicables a la mayoría de los pacientes:

• Durante los primeros días, el paciente deberá guardar un reposo moderado. • Evitará rascarse o tocarse la zona en donde se ha realizado el implante.
• Deberá hidratar la zona con los productos que el cirujano capilar le indique.
• No deberá lavarse la cabeza.
• También se aconseja dormir boca arriba durante estos primeros días.
• No se usarán gorros ni sombreros, ni se cubrirá la cabeza.
   

A partir del tercer o cuarto día, estas recomendaciones se irán relajando de la forma en que el especialista le indique hasta llevar una vida normal.
 

¿Quién es un buen candidato para esta técnica?

No todo el mundo es un buen candidato a la técnica FUE. Para ser un paciente adecuado, la persona ha de reunir una serie de requisitos, que tendrán que ser examinados por el cirujano capilar antes de la intervención. A grandes líneas, se puede señalar que la persona debe tener una zona donante lo suficientemente amplia y con la densidad necesaria para cubrir las necesidades de unidades foliculares.

Además, debe tener un buen estado de salud y no debe padecer ninguna enfermedad que imposibilite la cirugía. El especialista pedirá al paciente un análisis de sangre para comprobar que no exista alguno de estos impedimentos.