¿Qué es la respiración bucal?

La respiración bucal es un patrón de respiración en el cual una persona utiliza predominantemente la boca en lugar de la nariz para inhalar y exhalar aire.

En condiciones normales, la respiración se realiza principalmente a través de la nariz, lo cual permite filtrar, calentar y humidificar el aire antes de que llegue a los pulmones. Sin embargo, en casos de obstrucción nasal, congestión o problemas estructurales, la persona puede recurrir a la respiración bucal como una forma de compensación.

Puede estar asociada con diversas condiciones y problemas de salud, como alergias, sinusitis, desviación del tabique nasal, pólipos nasales, adenoides agrandadas, obstrucción de las vías respiratorias superiores o malformaciones faciales. También puede ser consecuencia de hábitos como el uso excesivo de chupetes o succión del pulgar en niños pequeños.

¿Qué síntomas presenta?

Cuando un niño respira por la boca y no por la nariz se producen consecuencias serias sobre el crecimiento normal de la cara, como repercusiones estéticas y funcionales, y sobre la salud general.

Suelen ser niños que duermen con la boca abierta y que roncan, que presentan amígdalas grandes; menos estatura de la que debería y un cuello más ancho, o tiene problemas con los estudios y los deportes.

Causas de la respiración bucal

La respiración bucal es un fenómeno que puede ser causado por diversas obstrucciones en las vías respiratorias superiores.

Entre las causas más comunes se encuentran la inflamación de la mucosa nasal debido a alergias, desviación del tabique nasal, malformaciones estructurales, presencia de pólipos y agrandamiento de las anginas o vegetaciones nasales.

Cuando estas obstrucciones impiden la respiración normal por la nariz, las personas tienden a recurrir a la respiración bucal como una forma de compensación. Sin embargo, esta respiración inadecuada puede tener consecuencias negativas para la salud en general, y es importante abordarla de manera temprana y adecuada.

¿Se puede prevenir?

Prevenir la respiración bucal es posible, y un tratamiento temprano puede evitar una serie de patologías asociadas.

Es fundamental identificar y tratar las causas subyacentes de la obstrucción de las vías respiratorias superiores. Para ello, es recomendable acudir a un especialista en otorrinolaringología, quien evaluará la situación de manera exhaustiva.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento de la respiración bucal se basa en dos enfoques principales. En primer lugar, se busca corregir los hábitos de respiración incorrectos. En este sentido, se puede trabajar en colaboración con un logopeda especializado en trastornos respiratorios para ayudar al paciente a adquirir una respiración nasal adecuada.

Por otro lado, el tratamiento también puede implicar la corrección de las alteraciones otorrinolaringológicas presentes. Si se detectan defectos en las arcadas dentarias como resultado de la respiración bucal prolongada, puede ser necesario recurrir a la ortodoncia para corregir la posición de los dientes y mejorar la función respiratoria.

Es importante destacar que cada caso de respiración bucal es único, y el tratamiento específico dependerá de las causas y características individuales de cada paciente. Por tanto, es esencial buscar la orientación de un especialista en otorrinolaringología para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.