¿Qué es lo que se analiza?

Las pruebas para la enfermedad de Lyme evalúan la presencia de anticuerpos contra la bacteria Borrelia burgdorferi en el cuerpo humano. Estos anticuerpos son indicativos de la infección por la enfermedad de Lyme.

¿Qué significa el resultado?

El resultado positivo de las pruebas sugiere la presencia de anticuerpos contra Borrelia burgdorferi en el organismo, lo que indica una posible infección por la enfermedad de Lyme.

Un resultado negativo, sin embargo, no descarta completamente la infección, especialmente si la prueba se realiza en las primeras etapas de la enfermedad.

¿Por qué hacer el análisis?

El análisis se realiza para confirmar o descartar la presencia de la enfermedad de Lyme en individuos con síntomas característicos de la enfermedad, como erupción cutánea, fiebre, fatiga y dolores articulares, especialmente si han estado expuestos a áreas donde la enfermedad de Lyme es endémica.

¿Cuándo hacer el análisis?

Las pruebas para la enfermedad de Lyme se solicitan cuando un paciente presenta síntomas sugestivos de la enfermedad, especialmente si han tenido exposición a áreas boscosas o donde las garrapatas son comunes.

También se pueden realizar pruebas de detección en personas que han sido picadas por garrapatas conocidas por portar la bacteria.

¿Qué muestra se requiere?

Para realizar las pruebas para la enfermedad de Lyme, se requiere una muestra de sangre del paciente.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

No se requiere ninguna preparación especial antes de realizar las pruebas para la enfermedad de Lyme.

¿Cómo se utiliza?

Las pruebas para la enfermedad de Lyme utilizan técnicas de laboratorio para detectar la presencia de anticuerpos específicos contra Borrelia burgdorferi en la sangre del paciente.

Valores normales y significado de alteraciones (Ver tabla en Lab Tests Online)

A continuación, se presenta una tabla con los resultados de las pruebas para la enfermedad de Lyme:

¿Qué significa tener valores alterados?

Un resultado positivo puede indicar una infección por la enfermedad de Lyme, aunque no necesariamente confirma el diagnóstico. Se deben considerar otros factores clínicos y epidemiológicos para confirmar la infección y determinar el curso del tratamiento.

Un resultado negativo puede ser debido a la ausencia de infección, pero también puede ocurrir en las primeras etapas de la enfermedad o si se realiza la prueba demasiado pronto después de la exposición. En estos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales para confirmar o descartar la infección.