Osteomielitis esternal

 

¿Qué es la osteomielitis esternal?

La osteomielitis consiste principalmente en la infección de un hueso. Estas infecciones pueden alcanzar la zona ósea mediante la sangre o puede diseminarse en el tejido que la rodea. No obstante, en algunas ocasiones la infección puede empezar en el propio hueso si una lesión ha dejado el hueso expuesto a bacterias y gérmenes.

En el caso de los niños, la osteomielitis afecta con frecuencia a los huesos largos de piernas y brazos, mientras que en adultos es más común en las vértebras de la columna.

En el caso de la osteomielitis esternal, se trata de una enfermedad poco frecuente en niños, ya que normalmente y casi la mitad de los casos suelen darse en la tibia y en el fémur.  En el caso de los adultos, la osteomielitis esternal puede aparecer tras una cirugía a corazón abierto, un absceso retroesternal, cirugía o traumatismo en el tórax, una biopsia de médula ósea… No obstante, en los casos en los que no hay un factor que la dispare, es muy poco frecuente.

 

Pronóstico de la osteomielitis esternal

Tiempo atrás, la osteomielitis se llegó a considerar una enfermedad incurable, aunque hoy en día el avance de la ciencia y de la medicina hace que se pueda ser tratada de forma satisfactoria. Normalmente se utiliza la cirugía para poder extraer las partes muertas del hueso y posteriormente se inicia un tratamiento con antibióticos por vía intravenosa.

No obstante, el pronóstico no es favorable para aquellas personas en los que la osteomielitis se ha prolongado en el tiempo, es decir, se ha cronificado. En estos casos, los síntomas pueden aparecer y desaparecer en el tiempo, a pesar de que se lleve a cabo cirugía. Si la infección está en las extremidades y el paciente tiene mala circulación o diabetes, es posible que incluso sea necesaria la amputación.

A su vez, se deben tener en cuenta las posibles complicaciones de la enfermedad, que puede provocar muerte ósea, cáncer de piel y en niños alteraciones en el crecimiento.

 

Síntomas de la ostemielitis esternal

Normalmente, la persona aquejada de osteomielitis suele padecer dolor en el hueso que se encuentra infectado. A su vez, existen síntomas secundarios que pueden aparecer en algunos casos:

  • Sensación de malestar general y de cansancio
  • Fiebre
  • Náuseas
  • Inflamación en la piel que cubre la zona del hueso infectado
  • Hiperhidrosis o sudoración excesiva
  • Sensación de fuerte calor local en la zona
  • Irritabilidad o letargo en niños pequeños
  • Entumecimiento de la zona

En ocasiones, la osteomielitis no se acompaña de dolor y apenas produce signos, y los pocos que se muestran son difíciles de distinguir de otras enfermedades o trastornos.

Ubicación del esternón en el cuerpo
 

Pruebas médicas para la osteomielitis esternal

El diagnóstico de la osteomielitis es en ocasiones contradictorio y se confunde con frecuencia con otras patologías. A su vez, la enfermedad puede ser prácticamente asintomática, por lo que su diagnóstico puede no resultar sencillo.

Es frecuente que el especialista palpe y toque la zona cercana a la infección para ver cómo reacciona el paciente al tacto y para detectar posible hinchazón o temperatura.

A la hora de hacer pruebas, el análisis de sangre es una de las pruebas fundamentales, ya que puede revelar los niveles de glóbulos blancos presentes en la sangre y otro tipo de indicadores que señalen que el organismo está combatiendo una infección. A su vez, si la causa o el origen de la enfermedad es una infección en la sangre, el análisis podría incluso revelar las partículas causantes.

A su vez, las pruebas de diagnóstico por imágenes permiten observar el estado del hueso, y por lo tanto pueden observar si existe o no daño en el mismo. Las pruebas de diagnóstico por imagen son:

Por último, la biopsia ósea permite diagnosticar la osteomielitis a la vez que señala qué bacterias o gérmenes han infectado al hueso. Saber qué germen ha infectado al hueso permite a los especialistas la elección de un antibiótico correcto para tratar la infección.

De cara a la realización de la biopsia ósea abierta, es necesaria la anestesia y la cirugía para acceder al hueso. No obstante, en ocasiones el especialista puede utilizar una aguja larga que se introduce a través de la piel y que permite realizar la biopsia de una forma menos invasiva que la cirugía. Para hacerlo, normalmente se utiliza anestesia local.

 

¿Cuáles son las causas de la osteomielitis esternal?

La infección ósea está casi siempre causada por bacterias, aunque en ocasiones puede estar provocada por hongos u otros gérmenes. Cuando una persona padece osteomielitis puede suceder lo siguiente:

  • La o las bacterias o microorganismos causantes de la infección pueden desplazarse hacia el hueso desde la piel, tendones o músculos. Esto puede darse bajo una úlcera cutánea.
  • La infección puede originarse en una zona del cuerpo y alcanzar e infectar otra a través de la sangre. Los gérmenes que están en la sangre, pueden desplazarse por el torrente sanguíneo y alcanzar una zona débil del hueso.
  • La infección puede aparecer tras una cirugía ósea. Es más común si la intervención se hace tras la lesión o si se colocan placas de metal en el hueso
  • Heridas abiertas: si se ha producido una rotura con herida abierta, los gérmenes pueden entrar en el cuerpo a través de la misma.

A su vez, existen una serie de factores de riesgo que pueden facilitar la aparición de la osteomielitis:

  • El paciente ha padecido una lesión o una cirugía ortopédica recientemente. El implante de elementos ortopédicos y las heridas por mordeduras son fácilmente infectables.
  • El paciente tiene trastornos de la circulación. Existen enfermedades que pueden obstruir o lesionar los vasos sanguíneos, como una diabetes mal controlada, enfermedades en las arterias —que pueden tener su origen en el tabaco— y la enfermedad de células falciformes.
  • Problemas que necesitan vías intravenosas o sondas
  • Trastornos que afectan al sistema inmune, como la quimioterapia.

 

¿Se puede prevenir la osteomielitis?

La mejor forma de evitar la osteomielitis es evitar las heridas y los cortes, y en el caso de que se produzcan limpiar inmediatamente la zona para evitar el acceso de los microbios al organismo.

Si se va controlando la cicatrización y el estado de las heridas para controlar su infección, se reducirán los riesgos de la infección y por lo tanto de osteomielitis.

 

Tratamientos para la osteomielitis esternal

El objetivo del tratamiento es detener la infección y reducir el daño que ésta haya podido causar al hueso y a los tejidos que se encuentran en torno a ella. El tratamiento con antibióticos para acabar con las bacterias causantes de la infección es fundamental, y normalmente se toman durante cuatro a seis semanas y se administran por vía intravenosa.

En el caso de que la infección no desaparezca con medicamentos puede requerir la cirugía para extirpar la zona afectada. En el caso de infección con placas metálicas cerca, es posible que sea necesario retirarlas.

La infección tras una artoplastia puede necesitar que se retire la articulación reemplazada, y en la misma intervención se puede implantar una nueva prótesis.

En función de la gravedad de la infección, será necesaria una cirugía para retirar las partes del hueso infectadas. En función de su gravedad, se pueden dar los siguientes procedimientos:

  • Drenaje de la zona
  • Extirpación del tejido enfermo y/o del hueso
  • Restauración del flujo sanguíneo hacia el hueso
  • Extirpación de objetos externos
  • Amputación

 

¿Qué especialista trata la osteomielitis?

Los encargados de diagnosticar y tratar la osteomielitis son el Traumatólogo y el Cirujano Ortopédico

21-09-2023
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Osteomielitis esternal

 

¿Qué es la osteomielitis esternal?

La osteomielitis consiste principalmente en la infección de un hueso. Estas infecciones pueden alcanzar la zona ósea mediante la sangre o puede diseminarse en el tejido que la rodea. No obstante, en algunas ocasiones la infección puede empezar en el propio hueso si una lesión ha dejado el hueso expuesto a bacterias y gérmenes.

En el caso de los niños, la osteomielitis afecta con frecuencia a los huesos largos de piernas y brazos, mientras que en adultos es más común en las vértebras de la columna.

En el caso de la osteomielitis esternal, se trata de una enfermedad poco frecuente en niños, ya que normalmente y casi la mitad de los casos suelen darse en la tibia y en el fémur.  En el caso de los adultos, la osteomielitis esternal puede aparecer tras una cirugía a corazón abierto, un absceso retroesternal, cirugía o traumatismo en el tórax, una biopsia de médula ósea… No obstante, en los casos en los que no hay un factor que la dispare, es muy poco frecuente.

 

Pronóstico de la osteomielitis esternal

Tiempo atrás, la osteomielitis se llegó a considerar una enfermedad incurable, aunque hoy en día el avance de la ciencia y de la medicina hace que se pueda ser tratada de forma satisfactoria. Normalmente se utiliza la cirugía para poder extraer las partes muertas del hueso y posteriormente se inicia un tratamiento con antibióticos por vía intravenosa.

No obstante, el pronóstico no es favorable para aquellas personas en los que la osteomielitis se ha prolongado en el tiempo, es decir, se ha cronificado. En estos casos, los síntomas pueden aparecer y desaparecer en el tiempo, a pesar de que se lleve a cabo cirugía. Si la infección está en las extremidades y el paciente tiene mala circulación o diabetes, es posible que incluso sea necesaria la amputación.

A su vez, se deben tener en cuenta las posibles complicaciones de la enfermedad, que puede provocar muerte ósea, cáncer de piel y en niños alteraciones en el crecimiento.

 

Síntomas de la ostemielitis esternal

Normalmente, la persona aquejada de osteomielitis suele padecer dolor en el hueso que se encuentra infectado. A su vez, existen síntomas secundarios que pueden aparecer en algunos casos:

  • Sensación de malestar general y de cansancio
  • Fiebre
  • Náuseas
  • Inflamación en la piel que cubre la zona del hueso infectado
  • Hiperhidrosis o sudoración excesiva
  • Sensación de fuerte calor local en la zona
  • Irritabilidad o letargo en niños pequeños
  • Entumecimiento de la zona

En ocasiones, la osteomielitis no se acompaña de dolor y apenas produce signos, y los pocos que se muestran son difíciles de distinguir de otras enfermedades o trastornos.

Ubicación del esternón en el cuerpo
 

Pruebas médicas para la osteomielitis esternal

El diagnóstico de la osteomielitis es en ocasiones contradictorio y se confunde con frecuencia con otras patologías. A su vez, la enfermedad puede ser prácticamente asintomática, por lo que su diagnóstico puede no resultar sencillo.

Es frecuente que el especialista palpe y toque la zona cercana a la infección para ver cómo reacciona el paciente al tacto y para detectar posible hinchazón o temperatura.

A la hora de hacer pruebas, el análisis de sangre es una de las pruebas fundamentales, ya que puede revelar los niveles de glóbulos blancos presentes en la sangre y otro tipo de indicadores que señalen que el organismo está combatiendo una infección. A su vez, si la causa o el origen de la enfermedad es una infección en la sangre, el análisis podría incluso revelar las partículas causantes.

A su vez, las pruebas de diagnóstico por imágenes permiten observar el estado del hueso, y por lo tanto pueden observar si existe o no daño en el mismo. Las pruebas de diagnóstico por imagen son:

Por último, la biopsia ósea permite diagnosticar la osteomielitis a la vez que señala qué bacterias o gérmenes han infectado al hueso. Saber qué germen ha infectado al hueso permite a los especialistas la elección de un antibiótico correcto para tratar la infección.

De cara a la realización de la biopsia ósea abierta, es necesaria la anestesia y la cirugía para acceder al hueso. No obstante, en ocasiones el especialista puede utilizar una aguja larga que se introduce a través de la piel y que permite realizar la biopsia de una forma menos invasiva que la cirugía. Para hacerlo, normalmente se utiliza anestesia local.

 

¿Cuáles son las causas de la osteomielitis esternal?

La infección ósea está casi siempre causada por bacterias, aunque en ocasiones puede estar provocada por hongos u otros gérmenes. Cuando una persona padece osteomielitis puede suceder lo siguiente:

  • La o las bacterias o microorganismos causantes de la infección pueden desplazarse hacia el hueso desde la piel, tendones o músculos. Esto puede darse bajo una úlcera cutánea.
  • La infección puede originarse en una zona del cuerpo y alcanzar e infectar otra a través de la sangre. Los gérmenes que están en la sangre, pueden desplazarse por el torrente sanguíneo y alcanzar una zona débil del hueso.
  • La infección puede aparecer tras una cirugía ósea. Es más común si la intervención se hace tras la lesión o si se colocan placas de metal en el hueso
  • Heridas abiertas: si se ha producido una rotura con herida abierta, los gérmenes pueden entrar en el cuerpo a través de la misma.

A su vez, existen una serie de factores de riesgo que pueden facilitar la aparición de la osteomielitis:

  • El paciente ha padecido una lesión o una cirugía ortopédica recientemente. El implante de elementos ortopédicos y las heridas por mordeduras son fácilmente infectables.
  • El paciente tiene trastornos de la circulación. Existen enfermedades que pueden obstruir o lesionar los vasos sanguíneos, como una diabetes mal controlada, enfermedades en las arterias —que pueden tener su origen en el tabaco— y la enfermedad de células falciformes.
  • Problemas que necesitan vías intravenosas o sondas
  • Trastornos que afectan al sistema inmune, como la quimioterapia.

 

¿Se puede prevenir la osteomielitis?

La mejor forma de evitar la osteomielitis es evitar las heridas y los cortes, y en el caso de que se produzcan limpiar inmediatamente la zona para evitar el acceso de los microbios al organismo.

Si se va controlando la cicatrización y el estado de las heridas para controlar su infección, se reducirán los riesgos de la infección y por lo tanto de osteomielitis.

 

Tratamientos para la osteomielitis esternal

El objetivo del tratamiento es detener la infección y reducir el daño que ésta haya podido causar al hueso y a los tejidos que se encuentran en torno a ella. El tratamiento con antibióticos para acabar con las bacterias causantes de la infección es fundamental, y normalmente se toman durante cuatro a seis semanas y se administran por vía intravenosa.

En el caso de que la infección no desaparezca con medicamentos puede requerir la cirugía para extirpar la zona afectada. En el caso de infección con placas metálicas cerca, es posible que sea necesario retirarlas.

La infección tras una artoplastia puede necesitar que se retire la articulación reemplazada, y en la misma intervención se puede implantar una nueva prótesis.

En función de la gravedad de la infección, será necesaria una cirugía para retirar las partes del hueso infectadas. En función de su gravedad, se pueden dar los siguientes procedimientos:

  • Drenaje de la zona
  • Extirpación del tejido enfermo y/o del hueso
  • Restauración del flujo sanguíneo hacia el hueso
  • Extirpación de objetos externos
  • Amputación

 

¿Qué especialista trata la osteomielitis?

Los encargados de diagnosticar y tratar la osteomielitis son el Traumatólogo y el Cirujano Ortopédico

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