Infarto y deporte

Infarto y deporte: ¿cómo es el proceso de evaluación?

Después de un infarto, se deben evaluar los riesgos de reincorporarse al ejercicio físico o deporte por parte de un especialista en Medicina del Deporte. Se realiza mediante diferentes tipos de pruebas, la valoración del tipo de deporte y otros factores. Esta evaluación debe ser individual, y es conveniente que el regreso al deporte de competición sea una decisión compartida con el paciente o deportista. 

Después de sufrir un infarto, se debe realizar una valoración para
poder volver a practicar ejercicio físico o deporte

¿Por qué se realiza?

El ejercicio físico moderado produce beneficios constatados para el corazón, y es muy recomendado, con muy bajo riesgo para los pacientes.

Sin embargo, algunos deportes tienen riesgos debido principalmente a la intensidad. La alta intensidad puede causar isquemia o arritmias importantes, por lo que se debe tener en cuenta a la hora de realizar deporte. 
 

¿En qué consiste el proceso?

Se debe hacer una estratificación del riesgo y un programa de Rehabilitación cardiaca. La estratificación se hace evaluando la ausencia de isquemia miocárdica y arritmias provocadas por el ejercicio, arritmias ventriculares complejas en reposo, que no haya un estenosis coronaria crítica, con una adecuada fracción de eyección ventricular y falta de anomalías segmentarias, así como la falta de síntomas con el esfuerzo.

La mayoría de estos parámetros se evalúan con los datos de la coronariografía, ecocardiograma y prueba de esfuerzo. Se estratifica en bajo, medio y alto riesgo.

El programa de Rehabilitación cardiaca está basado en el ejercicio supervisado, individual y monitorizado, debiendo tener al menos 3 meses de duración con evaluaciones posteriores.
 

Preparación para la evaluación

Las recomendaciones previas para el programa de Rehabilitación cardiaca basada en el ejercicio son acudir con ropa cómoda y suelta con calzado deportivo, no comer nada al menos 3 horas antes de las sesiones, sin hacer tampoco ayuno prolongado. Además, se puede beber agua, no productos con cafeína, y es posible continuar con medicación habitual, salvo indicaciones puntuales.
 

Cuidados tras la evaluación

Tras el programa de Rehabilitación cardiaca se continua con un programa prescrito de actividad física progresivo y gradual por 2 o 3 meses más, con pruebas de control ergométrico y ecocardiográfico cada 6 meses, aparte del control evolutivo cardiológico habitual.

Se debe recomendar la restricción de deportes de alta intensidad en pacientes de alto riesgo.

21-09-2023
Top Doctors

Infarto y deporte

Dr. Miguel Chiacchio Sieira - Medicina del Deporte

Creado el: 25-01-2023

Editado el: 21-09-2023

Editado por: Sofía Berrón

Infarto y deporte: ¿cómo es el proceso de evaluación?

Después de un infarto, se deben evaluar los riesgos de reincorporarse al ejercicio físico o deporte por parte de un especialista en Medicina del Deporte. Se realiza mediante diferentes tipos de pruebas, la valoración del tipo de deporte y otros factores. Esta evaluación debe ser individual, y es conveniente que el regreso al deporte de competición sea una decisión compartida con el paciente o deportista. 

Después de sufrir un infarto, se debe realizar una valoración para
poder volver a practicar ejercicio físico o deporte

¿Por qué se realiza?

El ejercicio físico moderado produce beneficios constatados para el corazón, y es muy recomendado, con muy bajo riesgo para los pacientes.

Sin embargo, algunos deportes tienen riesgos debido principalmente a la intensidad. La alta intensidad puede causar isquemia o arritmias importantes, por lo que se debe tener en cuenta a la hora de realizar deporte. 
 

¿En qué consiste el proceso?

Se debe hacer una estratificación del riesgo y un programa de Rehabilitación cardiaca. La estratificación se hace evaluando la ausencia de isquemia miocárdica y arritmias provocadas por el ejercicio, arritmias ventriculares complejas en reposo, que no haya un estenosis coronaria crítica, con una adecuada fracción de eyección ventricular y falta de anomalías segmentarias, así como la falta de síntomas con el esfuerzo.

La mayoría de estos parámetros se evalúan con los datos de la coronariografía, ecocardiograma y prueba de esfuerzo. Se estratifica en bajo, medio y alto riesgo.

El programa de Rehabilitación cardiaca está basado en el ejercicio supervisado, individual y monitorizado, debiendo tener al menos 3 meses de duración con evaluaciones posteriores.
 

Preparación para la evaluación

Las recomendaciones previas para el programa de Rehabilitación cardiaca basada en el ejercicio son acudir con ropa cómoda y suelta con calzado deportivo, no comer nada al menos 3 horas antes de las sesiones, sin hacer tampoco ayuno prolongado. Además, se puede beber agua, no productos con cafeína, y es posible continuar con medicación habitual, salvo indicaciones puntuales.
 

Cuidados tras la evaluación

Tras el programa de Rehabilitación cardiaca se continua con un programa prescrito de actividad física progresivo y gradual por 2 o 3 meses más, con pruebas de control ergométrico y ecocardiográfico cada 6 meses, aparte del control evolutivo cardiológico habitual.

Se debe recomendar la restricción de deportes de alta intensidad en pacientes de alto riesgo.

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