Citología

 

¿Qué es la citología?

La citología, también conocida como test de Papanicolau, es una prueba que se practica durante la revisión ginecológica anual.

Esta técnica se utiliza, principalmente, para el diagnóstico de las lesiones precursoras del cáncer de cuello de útero o del propio cáncer. Además, también permite el diagnóstico de otras infecciones de la zona.

 

¿En qué consiste?

Es una técnica muy sencilla que no resulta dolorosa. Consiste en la toma de una muestra de las células de la vagina y del cuello uterino mediante un cepillo y una espátula que se utilizan para realizar un raspado suave en el interior del útero.

 

¿A quién va dirigida y cuándo se recomienda realizarla?

Se recomienda realizarla a partir de los 20 años o antes si previamente se han mantenido relaciones sexuales. Además, se aconseja repetirla cada 3 años si los resultados son normales.

También es importante recordar que no se recomienda someter a una citología a mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales, ya que algunos cánceres se asocian a una previa infección por VPH y solo se transmite cuando se mantienen relaciones.

 

La citología también es conocida como test de Papanicolau

 

¿Cómo se realiza?

La toma de muestras no resulta dolorosa ni tampoco comporta ningún riesgo. En algunos casos se producen pequeños sangrados, pero no es algo muy habitual.

Pasos para realizar la citología:

  1. Se introduce un espéculo en la vagina y se separan las paredes vaginales para poder visualizar el cuello uterino.
  2. Se toma una muestra de las paredes vaginales, del canal endocervical y de la parte externa del cuello.
  3. Las muestras se depositan en un portaobjetos y se analizan.

 

Preparación para la citología

La citología no requiere una preparación especial, ya que se realiza durante una revisión ginecológica. No obstante, se aconseja seguir las siguientes recomendaciones:

  • Haber finalizado el periodo de menstruación entre 3 ó 4 días antes.
  • No mantener relaciones sexuales 48 horas antes de la prueba.
  • No hacer lavados internos ni hacer uso de desodorantes vaginales.

 

Interpretación de los resultados

En ocasiones pueden aparecer hallazgos que no se correspondan con el cáncer de cérvix y aun así exijan tratamiento o un periodo de seguimiento. El resultado de la citología es normal cuando las células analizadas se corresponden a las que constituyen una vagina y cérvix sano.

Existen diferentes escalas para mediar el grado de anormalidad de la muestra, desde el método clásico hasta la clasificación “TBS”. El método clásico describe la anormalidad en una escala el 1 al 5.

Los valores que puede tomar la muestra son:

  1. Normal. 
  2. Atípico. 
  3. Displasia. 
  4. Carcinoma in situ. 
  5. Cáncer no invasivo. 

Por su parte, la escala “TBS” clasifica la citología de la siguiente manera:

  • ASCUS: células atípicas de dudosa significación.
  • LGSIL: cambios de bajo grado o por infección HPV.
  • HGSIL: lesión de alto grado. 
  • Cáncer. 

Cabe recordar que la citología no sirve para el diagnóstico de otros cánceres ginecológicos como el de ovarios o útero, pero sí permite valorar la posible existencia de infecciones vaginales.

 

¿Qué especialista lleva a cabo la citología?

El especialista en Ginecología será el encargo de realizar la prueba.

21-09-2023
Top Doctors

Citología

Dra. María de las Flores Vera Márquez - Ginecología y Obstetricia

Creado el: 18-03-2016

Editado el: 21-09-2023

Editado por: Nerea Colomé

 

¿Qué es la citología?

La citología, también conocida como test de Papanicolau, es una prueba que se practica durante la revisión ginecológica anual.

Esta técnica se utiliza, principalmente, para el diagnóstico de las lesiones precursoras del cáncer de cuello de útero o del propio cáncer. Además, también permite el diagnóstico de otras infecciones de la zona.

 

¿En qué consiste?

Es una técnica muy sencilla que no resulta dolorosa. Consiste en la toma de una muestra de las células de la vagina y del cuello uterino mediante un cepillo y una espátula que se utilizan para realizar un raspado suave en el interior del útero.

 

¿A quién va dirigida y cuándo se recomienda realizarla?

Se recomienda realizarla a partir de los 20 años o antes si previamente se han mantenido relaciones sexuales. Además, se aconseja repetirla cada 3 años si los resultados son normales.

También es importante recordar que no se recomienda someter a una citología a mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales, ya que algunos cánceres se asocian a una previa infección por VPH y solo se transmite cuando se mantienen relaciones.

 

La citología también es conocida como test de Papanicolau

 

¿Cómo se realiza?

La toma de muestras no resulta dolorosa ni tampoco comporta ningún riesgo. En algunos casos se producen pequeños sangrados, pero no es algo muy habitual.

Pasos para realizar la citología:

  1. Se introduce un espéculo en la vagina y se separan las paredes vaginales para poder visualizar el cuello uterino.
  2. Se toma una muestra de las paredes vaginales, del canal endocervical y de la parte externa del cuello.
  3. Las muestras se depositan en un portaobjetos y se analizan.

 

Preparación para la citología

La citología no requiere una preparación especial, ya que se realiza durante una revisión ginecológica. No obstante, se aconseja seguir las siguientes recomendaciones:

  • Haber finalizado el periodo de menstruación entre 3 ó 4 días antes.
  • No mantener relaciones sexuales 48 horas antes de la prueba.
  • No hacer lavados internos ni hacer uso de desodorantes vaginales.

 

Interpretación de los resultados

En ocasiones pueden aparecer hallazgos que no se correspondan con el cáncer de cérvix y aun así exijan tratamiento o un periodo de seguimiento. El resultado de la citología es normal cuando las células analizadas se corresponden a las que constituyen una vagina y cérvix sano.

Existen diferentes escalas para mediar el grado de anormalidad de la muestra, desde el método clásico hasta la clasificación “TBS”. El método clásico describe la anormalidad en una escala el 1 al 5.

Los valores que puede tomar la muestra son:

  1. Normal. 
  2. Atípico. 
  3. Displasia. 
  4. Carcinoma in situ. 
  5. Cáncer no invasivo. 

Por su parte, la escala “TBS” clasifica la citología de la siguiente manera:

  • ASCUS: células atípicas de dudosa significación.
  • LGSIL: cambios de bajo grado o por infección HPV.
  • HGSIL: lesión de alto grado. 
  • Cáncer. 

Cabe recordar que la citología no sirve para el diagnóstico de otros cánceres ginecológicos como el de ovarios o útero, pero sí permite valorar la posible existencia de infecciones vaginales.

 

¿Qué especialista lleva a cabo la citología?

El especialista en Ginecología será el encargo de realizar la prueba.

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