Autocontrol en dos fases: enfrentando lo indeseado, evitando lo agradable
Escrito por:En nuestra vida cotidiana, nos enfrentamos a diversas situaciones que nos demandan renunciar a placeres inmediatos o hacer frente a tareas desafiantes.
Desde madrugar y enfrentar el frío hasta cumplir con obligaciones laborales, el autocontrol emerge como una habilidad mental crucial.
Esta capacidad nos permite tomar decisiones basadas en los resultados esperados a corto y largo plazo, incluso cuando estas decisiones implican molestias, desagrados o dolor momentáneo.
Equilibrio entre placeres inmediatos y logros a largo plazo
Aunque los placeres a corto plazo, como dormir o disfrutar de una comida deliciosa, son gratificantes, su impacto en la felicidad es limitado.
Por otro lado, alcanzar metas a largo plazo, como completar estudios, realizar proyectos laborales significativos o perfeccionar habilidades musicales, genera una satisfacción más intensa y duradera.
La clave radica en encontrar un equilibrio entre ambos tipos de gratificaciones, y aquí es donde entra en juego el autocontrol.
El cerebro y el autocontrol
Dentro del cerebro, la corteza prefrontal juega un papel fundamental en el autocontrol. En resumen, y sin entrar en grandes detalles, la corteza prefrontal dorsolateral tiene a activarse para inhibir acciones cuando se anticipa un premio futuro, mientras que la corteza prefrontal ventromedial tiene a actuar más ante recompensas inmediatas.
Estas dos áreas trabajan en conjunto para regular el comportamiento, tomar decisiones éticas y evaluar las acciones propias y ajenas.
La conexión emocional: pros y contras de las decisiones
Cada situación conlleva componentes emocionales, desde salir a la calle bajo la lluvia hasta resistirnos a la tentación del chocolate. La toma de decisiones está intrínsecamente vinculada a las emociones que generan, tanto inmediatas como anticipadas. Al evaluar pros y contras, es esencial reconocer que toda decisión provoca una emoción, y la clave radica en elegir cuál y con qué intensidad experimentaremos esa emoción.
Entrenando el autocontrol: pasos prácticos
- Establece objetivos: programa y razona conscientemente tus acciones, identificando aquellas que deben ser rápidas y las que deben ser inhibidas para alcanzar tus metas. Este enfoque consciente facilitará la ejecución de las acciones y hará que los resultados sean más atractivos.
- Aprende a frustrarte: la capacidad de postergar satisfacciones inmediatas en busca de beneficios a largo plazo es esencial. Reconócete a ti mismo por tus logros, celebra tus avances y mantén la mirada en el atractivo futuro de tus acciones.
- Repite hasta lograrlo: todo entrenamiento mental requiere tiempo y enfrentará obstáculos. Con determinación, rutina y autocontrol, tus circuitos cerebrales se adaptarán, haciendo que las acciones difíciles sean más fáciles y satisfactorias. La perseverancia y la planificación de objetivos alcanzables son clave en este proceso de entrenamiento.