¿Qué es un stent?
El stent es una herramienta cilíndrica con mallas de varios tamaños que se inserta y ensancha en órganos huecos para sostener las paredes internas, o para mantener intacta su forma y funcionamiento. Este instrumento está fabricado con materiales elásticos y biocompatibles que aseguran un posicionamiento de los mismos en su lugar sin que ello resulte traumático para los vasos sanguíneos, además de asegurar que la estructura sea absorbida sin posibilidad de rechazo.
Patologías para las que se utilizan stents
Los stents se usan principalmente en enfermedades coronarias, o cuando se acumulan placas de grasa dentro de estos vasos, lo cual compromete el flujo de sangre oxigenada al corazón y puede provocar un infarto. El caso más frecuente de aplicación es la enfermedad de las arterias coronarias, especialmente cuando el trastorno ya no responde a la medicación, pero la situación no es tan grave como para intervenir con un bypass, es decir, no hay una arteria coronaria bloqueada.
Esta técnica también se utiliza en el tratamiento de enfermedades carotídeas de la misma manera. El stent también se utiliza en la aorta, la arteria más importante del cuerpo humano que puede verse afectada por el aneurisma aórtico, una dilatación excesiva del vaso que provoca una hemorragia interna. En este tipo de operación, sin embargo, el resultado es el opuesto al de la enfermedad de las arterias coronarias, ya que el instrumento se inserta para cubrir el aneurisma y crear una nueva vía de flujo sanguíneo. Unas semanas después de la inserción, el stent es absorbido por las paredes del vaso y se convierte en la única vía por la que fluye la sangre. Los stents no son adecuados para las venas pulmonares, si un vaso se ha vuelto demasiado estrecho, hay varias obstrucciones en el mismo vaso, o el miocardio ya está dañado.
¿Cómo se coloca el stent?
El stent se coloca bajo anestesia local mediante una operación quirúrgica, a menudo mínimamente invasiva. El procedimiento también es completamente guiado por rayos X para mayor precisión. A través de una incisión en la arteria femoral, se empuja un catéter de balón que contiene el stent hasta el área afectada. Luego, el médico infla el balón para conseguir que el stent se expanda reabriendo el vaso obstruido y restaurando el flujo sanguíneo. Una vez colocado, se retiran el catéter y el globo dejando el stent colocado. En algunas ocasiones, el especialista también puede utilizar un stent liberador de fármacos para bloquear un crecimiento celular excesivo denominado reestenosis, lo cual constituye una verdadera complicación.
Especialista que usa el stent
El especialista que evalúa la colocación de un stent es el cirujano cardíaco.