¿Por qué se realiza?
La reconstrucción de orejas está indicada en casos de microtia (malformación hereditaria que se presenta desde el nacimiento) o después de la resección del órgano debido a tumores o accidentes de tráfico. Todas estas afecciones provocan molestias psicológicas y problemas de sordera en los pacientes, especialmente cuando afectan a ambos oídos.
La reconstrucción del pabellón auricular permite a muchos pacientes mejorar el aspecto estético de sus orejas (y, en consecuencia, los aspectos psicológicos) y también recuperar la audición.
¿En qué consiste?
Las técnicas tradicionales de reconstrucción de orejas que utilizan un injerto de piel no ofrecen resultados satisfactorios: la retracción cicatricial de la piel trasplantada afecta al injerto, transformándolo en un órgano antiestético y sin forma. Por esta razón, se han desarrollado nuevas técnicas para satisfacer las necesidades de cada paciente.
Existen técnicas que utilizan cartílago costal para reconstruir el pabellón auricular, otras utilizan un material poroso de polietileno y otras prótesis artificiales que requieren la implantación de tornillos de titanio.
Preparación para la reconstrucción de orejas
En la fase preoperatoria el paciente deberá someterse a una consulta especializada en la que se realizarán pruebas rutinarias. Además, en esta fase se decidirá la técnica más adecuada para reconstruir la oreja según el estado y las necesidades del paciente.
Recuperación postoperatoria
Después de la reconstrucción de la oreja, se recomienda descansar por lo menos 48 horas. En caso de dolor, se le prescribirán analgésicos y antiinflamatorios al paciente. Además, no se recomienda practicar deportes y se recomienda una higiene cuidadosa.