Por lo general son nombradas según la parte del cuerpo que ha sido reemplazada:
- Transtibial o "debajo de la rodilla": reemplaza la parte inferior de la pierna.
- Transfemoral o "arriba de la rodilla" - reemplaza tanto la parte inferior como superior de las piernas.
- Transfarial o "debajo del codo" - reemplaza al antebrazo.
- Transhumeral o "arriba del codo" - reemplaza tanto la parte inferior como superior de los brazos.
La prótesis de manos y de pies son los tipos menos comunes de prótesis.
Las prótesis de brazos y piernas están hechas normalmente de un material fuerte pero ligero, como la fibra de carbono. Están personalizadas para el paciente, ya que es importante que la cavidad (la parte que se adhiere al cuerpo) encaje con precisión para evitar daños en la piel o en los tejidos.
Algunas funcionan mediante un sistema de control. Estos pueden ser:
- Sistemas mecánicos: se encuentran con frecuencia en las prótesis de manos, en donde los cables se encuentran conectados al hombro opuesto. Cuando se tira, la mano artificial se cierra.
- Sistemas mioeléctricos: es un sistema mucho más moderno, donde los impulsos musculares en el cuerpo son detectados y amplificados para alimentar a los motores eléctricos en la extremidad artificial que opera sus movimientos.
¿En qué consiste la implantación de una prótesis?
La implantación de una prótesis es un proceso complejo que forma parte de un programa más amplio de rehabilitación llevado a cabo tras una amputación.
El proceso comienza unas semanas después de realizar la amputación, una vez que la cavidad amputada se ha asentado. Mediante la medición de la extremidad opuesta sana, se realiza un molde que formará la base de la prótesis. En esta fase, es probable que te coloquen una prótesis temporal para ayudar a que te acostumbres a su uso, y mientras que una prótesis permanente se está construyendo.
Como modo de preparación para la prótesis, te enseñarán a realizar un conjunto de ejercicios, para fortalecer la extremidad restante del mismo miembro, y puede que la piel tenga que volverse menos sensible.
Por lo general podrás opinar sobre el tipo de prótesis que quieras tener. Normalmente, las prótesis se pueden llevar a cabo para un uso funcional o cosmético, pero muy rara vez se realizan al mismo tiempo para ambas opciones. Incluso entre las prótesis funcionales existen una amplia variedad a elegir, ya que cada modelo destaca para un tipo de tarea diferente. El modelo adecuado para ti depende de la cantidad de actividad física que realizas y del tipo de actividades que son importantes para ti.
Una prótesis artificial dura normalmente alrededor de tres años a un adulto y seis meses a un niño; como consecuencia, es por lo general necesario colocar una nueva ya que tu cuerpo cambia de forma todo el tiempo.
Tratamientos alternativos
No todas las personas están físicamente preparadas para enfrentarse a una rehabilitación exhaustiva, ni a la fisioterapia involucrada en su adaptación o a acostumbrarse al uso de una prótesis. En cambio, es recomendable optar por una prótesis por razones puramente cosméticas, ya que se parecen más a una extremidad real pero no proporcionan ninguna funcionalidad (por ejemplo, asistencia para caminar). En otros casos, el uso de dispositivos de movilidad como una silla de ruedas puede llegar a ser más útil.