La prueba de intolerancia a la lactosa es un método utilizado para diagnosticar la capacidad de los intestinos para descomponer la lactosa (el azúcar de la leche y sus derivados)
¿En qué consiste?
Existen dos tipos de pruebas de intolerancia a la lactosa: una consiste en la realización de un análisis de sangre, para detectar la presencia de glucosa en sangre antes y después de haber ingerido un preparado que contiene lactosa; y por otro lado la prueba de hidrógeno en el aliento. Para ello se le hace al paciente respirar dentro de unas bolsas herméticas, antes y después de haber ingerido un preparado con lactosa, con la frecuencia horaria que se le marque, a la vez que se comprobará la reacción automática de la ingesta del preparado (aumento del volumen abdominal u otras molestias físicas, como dolor, espasmos…). En función de los resultados obtenidos en cada fase, el test se podrá alargar varias horas. Posteriormente, se analizará el hidrógeno de las bolsas o recipientes de aliento para obtener un diagnóstico detallado.
¿Por qué se realiza?
El test de la intolerancia a la lactosa se realiza para poder diagnosticar de una manera precisa si el paciente tiene dificultad para digerir este azúcar, presente en muchos productos lácteos. En el caso de malabsorción de la lactosa, es necesario seguir los consejos del especialista en alergología y/o aparato digestivo, y una dieta personalizada que no contenga productos con lactosa.
Preparación para la prueba intolerancia a la lactosa
Antes de la prueba, el especialista le dará unas indicaciones sobre la preparación. Entre las recomendaciones comunes más frecuentes encontramos que el paciente debe evitar ingerir cualquier alimento así como realizar ejercicio físico durante 8 horas antes de someterse a la prueba.
¿Qué se siente durante el examen?
Dependiendo del método realizado, las molestias pueden leves o inexistentes. Si se realiza la prueba de hidrógeno en el aliento no debe sentirse ninguna molestia, ya que se realiza mediante una prueba de aliento.
Por otro lado, si se realiza mediante un análisis de sangre es posible que algunas personas sientan una ligera molestia al introducir la aguja para tomar la muestra. Posteriormente, el paciente puede sentirse mareado y tener una sensación pulsátil.
Esta prueba no conlleva ningún riesgo significativo, aunque puede darse algún riesgo leve durante la extracción de sangre (mareos, desmayo, hematoma y/o sensación pulsátil).
Significado de resultados anormales
Los resultados anormales pueden indicar una intolerancia a la lactosa. Si los resultados de la prueba de intolerancia a la lactosa salen anormales, se debe realizar una segunda prueba de tolerancia a la glucosa para descartar cualquier problema con la capacidad del cuerpo para absorberla.
El análisis de sangre se considera anormal cuando el nivel de glucosa se eleva menos de 20mg/dL (1.1 mmol/L), durante las 2 horas siguientes a la toma de la solución de lactosa.
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