El ojo seco no suele ser una patología grave; normalmente las personas que lo sufren solo presentan molestias, y no pierden visión.
Síntomas de ojo seco
Los principales síntomas del ojo seco son ojos fatigados, sensibilidad a la luz, visión borrosa, sensación arenosa, ardor, enrojecimiento o ardor. Estos síntomas suelen ser aún más molestos en ambientes con viento, humo, aire acondicionado, polvo o poca humedad. Otro síntoma podrías ser la mala tolerancia a las lentillas.
Pruebas médicas para el ojo seco
El paciente con ojo seco puede ser sometido a medición de la agudeza visual, examen con lámpara de hendidura, medición de la tasa de producción de lágrimas, de la concentración de las mismas y del tiempo de ruptura de la película lagrimal; tinción de diagnóstico de la córnea y la película lagrimal.
¿Cuáles son las causas del ojo seco?
Suele aparecer por cambios hormonales que provocan que los ojos produzcan menos lágrimas, como la menopausia y la edad. Otras causas son la exposición al sol, algunos medicamentos ansiolíticos, anticonceptivos, el ambiente seco (por ejemplo, con aire acondicionado o viento), el tabaco, el calor o alguna cirugía previa, entre otras. También pueden serlo trastornos alérgicos, enfermedades reumáticas o el uso de aparatos electrónicos.
¿Se puede prevenir?
Para evitar el síndrome del ojo seco es necesario evitar ambientes con poca humedad y algunos fármacos predisponentes. Aun así, los mejor es acudir a un especialista en ojo seco para hacer un buen diagnóstico y, de ser necesario, tratamiento.
Tratamientos para el ojo seco
La primera opción de tratamiento para el ojo seco son las lágrimas artificiales, y las hay con conservantes o sin ellos. Deben ponerse de 2 a 4 veces al día durante un par de semanas. Otras opciones son: medicamentos, aceite de pescado, gafas o lentes de contacto. Por otra parte, hay hábitos que también pueden ayudar:
- No fumar y evitar el humo
- Usar humidificador
- Parpadear más a menudo
- Limpiarse la zona regularmente
¿Qué especialista lo trata?
El ojo seco debe ser tratado por un especialista en Oftalmología.