¿Qué es el J-Plasma?
El J-Plasma es una de las técnicas estéticas más efectivas, y se utiliza para mejorar la flacidez corporal.
Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que usa la energía del plasma frío con el objetivo de tensar y rejuvenecer la piel en cualquier zona de la cara y del cuerpo. A diferencia de otros tratamientos requiere menos tiempo de recuperación, menos complicaciones y presenta resultados naturales.
¿Por qué se realiza?
El J-Plasma ayuda a rejuvenecer y mejorar el aspecto físico, reduciendo la flacidez del contorno corporal causado por el paso de los años, efectos de la dieta yoyó o sobrepeso, entre otros.
Se pueden tratar aquellas zonas que presenten una flacidez de leve a moderada como, por ejemplo, en brazos, abdomen, piernas, cuello, espalda, papado y rostro.
¿En qué consiste?
Se realiza una mínima incisión en la parte del cuerpo que se debe tratar para introducir una cánula por donde se aplicará el plasma de hielo frío a distintas profundidades de la piel. En el momento la piel se tensará, encogerá y se rejuvenecerá de adentro hacia afuera.
Se obtienen resultados de forma inmediata y seguirán mejorando conforme el cuerpo regenere la piel y se elimine la flacidez.
Preparación para el J-Plasma
Requiere anestesia local y la intervención dura unos 150-180 minutos aproximadamente. No conlleva hospitalización.
Cuidados tras el J-Plasma
Es habitual que el paciente note una tensión en el área tratada, también puede sentir un dolor mínimo que disminuirá progresivamente. Durante las primeras 72 horas se debe utilizar una prenda de compresión.
Los hematomas y la inflamación pueden tardar en desaparecer hasta una o dos semanas tras el tratamiento, aunque el paciente puede volver a su rutina después de los tres y cinco días posteriores al procedimiento.
Alternativas a este tratamiento
En algunos casos este tratamiento contra la flacidez de la piel se combina con una liposucción o lipoescultura para conseguir mejores resultados.