¿Qué es la estenosis de canal lumbar y cuáles son sus causas más comunes?

La estenosis de canal lumbar es el estrechamiento del canal vertebral lumbar por donde circulan las raíces nerviosas que se dirigen a las extremidades inferiores. Puede afectar a uno o más niveles de la columna lumbar y puede ser congénita o adquirida.

• La estenosis de canal congénita: consiste en un acortamiento de los pedículos que provoca una reducción del diámetro antero-posterior del canal lumbar, así como del punto de salida de las raíces nerviosas. 
• La estenosis de canal adquirida: es la que se produce como consecuencia de los cambios degenerativos.

¿Cuáles son los síntomas que experimentan los pacientes con estenosis de canal lumbar?

Lo más frecuente es que pacientes con esta dolencia sientan que necesitan parar o sentarse tras recorrer una escasa distancia caminando.

Otros de los síntomas más comunes en pacientes con estenosis de canal lumbar, son los hormigueos o entumecimiento de las piernas, la debilidad en las mismas o incluso la incontinencia urinaria.

Normalmente, esta lesión aparece en personas mayores de 50 años y produce un deterioro de la calidad de vida, ya que en ocasiones hace que el paciente limite su actividad a su domicilio, dado que no puede caminar las distancias que necesita.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la estenosis de canal lumbar?

Algunas personas tienen más riesgo de padecer estenosis de canal y los factores de riesgo son:

• Osteoartritis.
• La edad, sobre todo los mayores de 50 años.
• Deformidades de la columna vertebral, como la escoliosis.
• Lesiones en la columna vertebral.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento disponibles para la estenosis de canal lumbar?

El tratamiento de la estenosis de canal dependerá de la gravedad de los síntomas del paciente.

• En caso de que los síntomas sean leves, el tratamiento puede estar compuesto por medicación tal como analgésicos, anticomiciales para aliviar el dolor causado por lesiones nerviosas u opioides para tratar episodios agudos de dolor como tratamiento a corto plazo. Así mismo, el tratamiento conservador puede estar complementado con fisioterapia y ejercicios destinados a aumentar la fuerza y resistencia de la musculatura vertebral y mantener la flexibilidad y estabilidad de la columna.
• En caso de que los síntomas sean severos, el tratamiento será quirúrgico.

Sin embargo, el tratamiento de la estenosis de canal debe individualizarse según los síntomas y las características de cada paciente, pero en general el tratamiento quirúrgico suele tener mejor resultado y es más duradero que el resto de los tratamientos.

¿Cuándo se recomienda la cirugía como opción de tratamiento para la estenosis de canal lumbar?

El tratamiento quirúrgico siempre es el último, cuando los otros tratamientos no han sido eficaces o cuando los síntomas son severos. El objetivo de la cirugía es descomprimir la zona de la estenosis de canal y así liberar las raíces comprimidas.

En mi caso, como especialista en cirugía mínimamente invasiva de columna, recomiendo la cirugía endoscópica para el tratamiento de la estenosis de canal lumbar. Una cirugía endoscópica de columna, busca abrir el canal central con la ayuda de una óptica que nos ayudara a ver la estructura de la columna a través de incisiones de apenas 7 milímetros.

¿Qué es la cirugía endoscópica?

Es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite tratar no solo la estenosis de canal, sino también otros problemas asociados a esta zona como las comunes hernias de disco lumbar sin necesidad de grandes incisiones, ni tornillos.

La cirugía endoscópica de columna permite mejorar la calidad de vida de los pacientes con cirugías más seguras, rápidas, con alta el mismo día y reincorporación precoz a las actividades cotidianas.

Consejos para manejar la estenosis de canal lumbar y prevenir su progresión o recurrencia

En algunos casos la estenosis de canal no puede evitarse. Sin embargo, existen ciertas pautas que pueden ayudar a prevenir su aparición.

En primer lugar, controlar el peso corporal. Además, se deben evitar los ejercicios de impacto y por supuesto, es recomendable cuidar la higiene postural. Es decir, evitar posturas forzadas para la columna, así como, movimientos bruscos.