Operación de la hernia discal cervical

Editado por Inés Acuña el 28/08/2023

Las enfermedades degenerativas de la columna incluyen un conjunto amplio de afecciones que se producen por el desgaste de las estructuras anatómicas de la columna vertebral. Un ejemplo de esto es la hernia discal cervical. Los pacientes que la padecen, a menudo sufren también de presión en algunas raíces nerviosas, lo cual produce dolor habitualmente extendido por uno o los dos brazos. En el 90% de los casos, el dolor por compresión de una raíz cervical, ya sea causado por la hernia o por una protusión discal, se pasará en 3-4 semanas sin necesidad de un tratamiento más complejo que medicación analgésica y reposo. No obstante, si el dolor no mejora por sí solo o si continúa siendo intolerable a pesar de la medicación, es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica para extraer la hernia discal cervical. 

9 de cada 10 pacientes superan el dolor asociado por la hernia discal cervical
en un lapso de 3-4 semanas con medicación analgésica y reposo.


¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico?

La cirugía de la hernia discal cervical se realiza bajo anestesia general. La colocación del paciente suele ser en decúbito supino, es decir, boca arriba. Una vez posicionado, se realiza una radioscopia para localizar el nivel a tratar. A continuación, una vez identificado el nivel cervical, se lleva a cabo una incisión horizontal, generalmente del lado derecho del cuello. A través de dicha incisión, se separarán las estructuras medias y profundas del cuello, hasta exponer el disco. 

Haciendo uso de un microscopio e instrumentación especial, el paso siguiente es extraer el disco en su totalidad mediante técnicas microquirúrgicas. Así, una vez se retira este y también la hernia discal, se procede a reemplazar el disco por una prótesis cervical, que puede ser móvil o fija, dependiendo de las características del caso. En este sentido, en términos generales, con pacientes menores de 60 años siempre se intentará efectuar el reemplazo con una prótesis móvil que permita conservar la función de movimiento de la columna cervical. 
 

¿En qué consiste el postoperatorio?

Por protocolo, el paciente tendrá que permanecer la primera noche ingresado y en observación. En términos generales, y si no se produce ninguna complicación, la mañana siguiente se le suele trasladar a la planta de hospitalización y el paciente podrá comenzar a levantarse y caminar. El alta hospitalaria se suele dar a los 3-4 días contando desde el día de la operación. 
 

¿Qué riesgos existen?

En toda cirugía existen riesgos de sangrado o infección. No obstante, en este caso suelen estar por debajo del 1-2%. 

Por otro lado, en la cirugía cervical existe además un riesgo de disfonía o voz ronca, tras el procedimiento. Esta secuela suele ser transitoria y presenta mejoría en cuestión de días o, en casos puntuales, semanas. Además,  cabe mencionar que existen riesgos añadidos, inherentes a la prótesis en sí, como pueden ser la posibilidad de movilidad o infección de la prótesis. Por esta razón y para evitar estos riesgos a toda costa, se toman todas medidas como el reposo extendido y el tratamiento antibiótico.

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