Ventajas de la artroscopia de hombro
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¿Qué es exactamente una artroscopia?
Una artroscopia es una técnica quirúrgica en la que mediante una pequeña incisión en la piel (aproximadamente de 0,5 cm.) se introduce una fibra óptica en una articulación (rodilla, hombro, codo, tobillo, cadera, …), a la se le conecta una pequeña cámara de televisión que permite visualizar internamente las estructuras anatómicas de la articulación a través de un monitor de TV. Una vez se ha identificado la/s lesión/es, mediante otras pequeñas incisiones se procede a la reparación de la/s misma/s.
¿Por qué se recomienda una artroscopia antes que otras técnicas? ¿Qué beneficios aporta al paciente?
La gran ventaja de la técnica artroscópica es que nos permite valorar las estructuras de dentro de una articulación sin necesidad de lesionar los tejidos que la rodean (músculos, tendones y ligamentos). Este hecho comporta que la capacidad de recuperación sea más rápida, permitiendo al paciente una pronta reincorporación a sus actividades habituales (deportivas, laborales, …).
Otra gran ventaja que aporta la artroscopia de hombro es que permite valorar la totalidad de las estructuras articulares, mientras que si accedemos a la articulación por cirugía abierta, el campo de visión que nos ofrece es mucho más limitado, pudiendo pasar desapercibidas lesiones que deberían ser reparadas.
¿Podrá aplicarse en todas las lesiones?
Actualmente la mayor parte de las lesiones del hombro (principalmente las roturas de los tendones del manguito rotador y las luxaciones) se pueden resolver mediante la técnica artroscópica, con los mismos resultados satisfactorios que se obtenían previamente con la cirugía abierta.
A pesar de ello, aún hay algunas patologías que no pueden resolverse por artroscopia, como son fracturas importantes de la cabeza humeral o la glena, o bien procesos de artrosis articular que requieren la colocación de una prótesis.
¿Cuándo podrá el paciente recuperar la movilidad?
Como se ha comentado anteriormente, al no lesionar las estructuras circundantes al hombro, la capacidad de recuperación de la movilidad articular es más rápida. Habitualmente, al día siguiente de la operación, ya se inician unos ejercicios muy sencillos (llamados pendulares) para ir movilizando la articulación del hombro, y de esta manera evitar en el mayor grado posible la presencia de una limitación de la movilidad articular.
Será entre el segundo y tercer mes después de la operación que podremos obtener una movilidad prácticamente completa de la articulación del hombro, iniciando entonces la pauta de tonificación muscular para ganar progresivamente la fuerza.