¿Qué sabemos de la COVID persistente?
Written in association with:Siguiendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe de fecha 6 de septiembre de 2021, en algunas personas pueden persistir algunos síntomas de la COVID-19 o volver a aparecer semanas o meses tras una recuperación inicial. Esto también puede ocurrirles a personas con una enfermedad leve.
En una encuesta telefónica multiestatal realizada a adultos sintomáticos que tuvieron un resultado positivo en la prueba ambulatoria para la infección por SARS-CoV-2, el 35% no había regresado a su estado de salud habitual tras superar el virus.
A pesar de los datos, el Dr. Sabán Ruiz, médico internista experto en COVID persistente, reconoce que a día de hoy todavía no se conoce por qué el SARS-CoV2 puede provocar una enfermedad prolongada, incluso entre adultos jóvenes sin condiciones médicas crónicas subyacentes. La genética sin duda tiene mucho que decir, y eso tarde o temprano se sabrá, los resultados actuales sobre este tema son muy preliminares. Pero no solo la genética, también la epigenética tiene mucho que decir y la utilización adecuada de determinados suplementos nutracéuticos que mejoren nuestro endotelio (la túnica que reviste el interior de nuestros vasos sanguíneos) tenga mucho que decir.
Síntomas de la COVID persistente
Siguiendo el informe de la OMS, los síntomas más frecuentes son:
- Fatiga crónica
- Tos, congestión o dificultad para respirar
- Pérdida del gusto o el olfato
- Dolores de cabeza y cuerpo
- Diarrea, náuseas
- Dolor de pecho o abdominal
- Confusión 'Niebla mental del COVID”
Algunos de los pacientes con COVID persistente desarrollarán complicaciones médicas que podrán acarrear problemas de salud duraderos, aunque todavía es precipitado afirmar con rotundidad la duración de los mismos, ya que por el momento la OMS no tiene estudios al respecto.
El 20% de los pacientes de entre 18 y 34 años reportaron que los síntomas, tras superar la COVID, se prolongaron durante un tiempo
En una encuesta telefónica de pacientes ambulatorios, sintomáticos y con prueba positiva para SARS-CoV-2, el 35 % reportó no haber recuperado su salud por completo 2 a 3 semanas después de la prueba. De los entrevistados de 18 a 34 años, sin condiciones crónicas previas, el 20 % (1 de 5) sintió que algunos síntomas se prolongaron.
Según el doctor, los factores de riesgo que parecen indicar una mayor probabilidad de sufrir síntomas persistentes son: presión arterial alta, obesidad, salud mental alterada.
¿Cuáles son las consecuencias de la COVID persistente?
Tomando como referencia el SARS de 2003, también debida a un coronavirus animal como el actual, y ciñéndonos exclusivamente al pulmón, un estudio mostró que hubo un deterioro persistente y significativo en la capacidad de hacer ejercicio y el estado de salud en los sobrevivientes del SARS después de 24 meses. El personal sanitario que tuvo SARS experimentó impactos negativos incluso más marcados desconociéndose el motivo. Otro estudio reveló que el 40 % de las personas que se recuperaron del SARS aún presentaban síntomas de “fatiga crónica” 3,5 años después de ser diagnosticados.
Según el reciente informe de la OMS, los órganos que pueden resultar afectados en la COVID-19 son:
- Corazón: Daño al músculo cardíaco, insuficiencia cardíaca.
- Pulmones: Daño al tejido pulmonar.
- Cerebro y sistema nervioso: Ausencia del sentido del olfato (anosmia), Síndrome de Guillain-Barré, que puede conducir a debilidad y parálisis temporal (afección poco común)
- Eventos tromboembólicos como embolia pulmonar, ataque cardíaco, derrame cerebral.
- General: Síndrome de fatiga crónica.
El Jefe de la Unidad de Endotelio, Antiaging y Medicina Cardiometabólica en la Clínica d-médical, recomienda que los pacientes que hayan superado la COVID se realicen un estudio endotelial porque las consecuencias de un endotelio alterado pueden ser impredecibles a mediano-largo plazo y sumarse a las derivadas del tabaco, la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes entre otras.
Y eso sin descartar que el daño endotelial podría estar detrás de muchos de los síntomas de la COVID persistente porque la ECA2, el receptor del SARS-CoV2, lo produce el endotelio y porque el tejido más dañado en las autopsias ha sido casualmente el endotelio. A pesar de ello, la investigación ha sido muy escasa, más bien nula, en este campo y diversos especialistas, entre los que me encuentro, lo venimos denunciando en diferentes foros desde hace más de un año.
¿Las secuelas son igual de dañinas que los casos que superan la enfermedad y remiten sus síntomas?
No tenemos respuesta para esta pregunta pero, quitando la afección pulmonar, probablemente en todo lo demás no hay diferencias. Han sido descritos, ictus, infartos de miocardio y miocarditis en gente joven que ni siquiera precisaron ingreso en su fase aguda. Unos lo remontaron, pero otros no. Desde el punto de vista pulmonar, a mayor severidad de la enfermedad en fase aguda, mayor probabilidad de secuelas a largo plazo.
Y en cuanto al tratamiento, el doctor indica que, quitando la rehabilitación física y respiratoria, esta última en los casos que la necesiten, cada paciente es distinto.
"Siempre hay lugar para la esperanza”
El doctor relata que recientemente recibió en su consulta a una paciente de poco más de 40 años que recorrió más de 700 km para ser evaluada por su equipo e intentar ayudarle a controlar una diarrea que le obligaba a llevar pañales, después de haber fracasado el tratamiento pautado en uno de los centros privados de mayor prestigio del país.
Tras solo una semana de tratamiento con nosotros, todo cambió para ella y donde sentía desesperanza ahora siente más que nunca esperanza. De esa experiencia aprendimos que no hay casos perdidos y el suyo es un buen ejemplo de ello.