Escoliosis, una de las patologías de columna más complejas
Written in association with:La escoliosis consiste en una curvatura lateral de la columna que repercute en la morfología del tronco. Su origen puede ser una enfermedad neurológica o neuromuscular o una malformación congénita, aunque en un número elevado de los casos no tiene una causa conocida.
Esta patología puede tener un inicio precoz y aparecer antes de los 10 años o surgir en la edad adulta. Es en la adolescencia, durante el período de crecimiento, cuando afecta aproximadamente a un 3% de la población, y en un 0,3%, cuando se presenta con curvas que pueden requerir tratamiento quirúrgico. Independientemente de la edad, afecta principalmente al sexo femenino.
El impacto de la escoliosis en la calidad de vida
Los niños no suelen tener dolor, pero debido al desarrollo del tronco, pueden presentar complicaciones en el sistema cardio-respiratorio. Los adolescentes, además, pueden sufrir el impacto de la autopercepción, pues su imagen corporal queda distorsionada como consecuencia de la desviación. Los síntomas más normales son hombros y/o cintura desparejos, tener un omóplato más prominente que otro o un lado de la cintura más alto.
Si la curvatura de la espalda empeora, en el adulto la escoliosis puede generar dolor lumbar y debilidad o entumecimiento irradiado en las piernas.
Tratamiento para la escoliosis
Cuando la deformidad vertebral es significativa en los adolescentes, es decir, curvaturas superiores a los 45-50 grados, y cuando es motivo de otras complicaciones de salud, se debe considerar la intervención quirúrgica. Antes, sin embargo, en curvaturas entre el 20 y 40º, se suele plantear el tratamiento con corsé. Cuando las curvas son menores al 20º no es necesario realizar un tratamiento específico, y se aconseja principalmente su observación, ya que sabemos que en pacientes que no han finalizado el crecimiento las curvas pueden seguir progresando.
En los niños menores de 10 años, el desafío es corregir y evitar la desviación de la columna permitiendo a la vez su crecimiento, y un correcto desarrollo de los pulmones y el sistema respiratorio.
Debido a la complejidad de este tipo de cirugías, el planteamiento estratégico de la operación es clave y requiere de un enfoque personalizado. No es posible hacer una medicina estandarizada en las situaciones complejas que tratamos. Pero con las instrumentaciones actuales, por vía posterior, se consiguen correcciones cercanas al 80%, con tasas de complicaciones por lo general por debajo del 5%, y riesgos de reintervención extremadamente bajos también.
Cirugía de la escoliosis, tratamiento complejo
Enderezar la desviación y las deformidades que, en muchos casos, se derivan de ella, es un trabajo que requiere planificación, experiencia y destreza. En primer lugar, se realizan estudios radiológicos, con el objetivo de evaluar el punto óptimo de corrección de la desviación que se abordará durante la cirugía. La referencia para medir la escoliosis es el ángulo de Cobb, que indica los grados que presenta la curva. Este parámetro es el que incide en la mayoría de las decisiones médicas, que dependen siempre del ciclo vital del paciente.
Una vez indicada la necesidad de cirugía, el factor decisivo es que la operación la realice un equipo multidisciplinar especializado, con dedicación exclusiva a la columna, que haya superado la curva de aprendizaje y que intervenga regularmente a pacientes. El objetivo de la intervención es conseguir la máxima corrección de la desviación de la columna con la mínima agresividad quirúrgica. Es decir, garantizar la mejor movilidad y función posible de la espalda.
Otro aspecto a tener en cuenta es el desarrollo de investigaciones clínicas reconocidas, lo que puede garantizar una asistencia médica de calidad. Que el médico participe en instituciones que lideren el estudio y el tratamiento de la escoliosis es una ventaja para mejorar la práctica médica y comprender cuándo un paciente es candidato para determinada cirugía y cuándo no.
La recuperación postoperatoria suele ser rápida y las personas vuelven pronto a casa, recuperando la normalidad a las pocas semanas de la intervención. Después de unos 6 meses se consolida la columna y la espalda, y el paciente puede reiniciar la actividad normal, incluyendo la práctica de deportes habituales.
En conclusión, en la mayoría de los casos, la cirugía ofrece a los pacientes una mejora significativa en la calidad de vida, así como una mejora en la autopercepción y la imagen corporal.
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