¿En qué consiste la disfonía?

La disfonía es la alteración de la voz, la afonía es la ausencia total de voz. No representan una patología específica, sino que son síntomas de patologías vocales.

La disfonía se refiere a la alteración de las cualidades de la voz de altura tonal, intensidad y timbre, y se puede dar por muchas patologías distintas como nódulos, pólipos, parálisis…

¿Qué tipo de patologías de la voz existen?

Las patologías que afectan la voz pueden ser:

• Funcionales: cuando no hay ninguna lesión observable pero el funcionamiento de la voz no es correcto y se producen síntomas como la disfonía, fatiga vocal, etc.
• Orgánico funcionales: son aquellas que se originan por un mal uso o abuso vocal y generan una lesión observable, como los nódulos, pólipos, edemas, pseudoquistes, etc.
• Orgánicas: son aquellas que se producen inicialmente por un trastorno orgánico, como las neurológicas (parálisis de cuerda vocal, disfonía espasmódica, etc), patologías congénitas (quistes intracordales o los sulcus) o patologías víricas adquiridas como el cáncer de laringe.

¿Cómo son los primeros síntomas de un trastorno de la voz?

Cuando se produce un trastorno de la voz los primeros síntomas suelen ser la disfonía y la fatiga vocal.

También puede presentarse irritación, picor, dolor, carraspeo o tos, cambios de tono, interrupciones en la voz, tensión muscular en cuello y hombros, sequedad o disminución del rango vocal.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo para la voz?

Los principales factores de riesgo para la voz son:

• Factores fonotraumáticos: comportamientos vocales que aumentan el estrés de impacto entre las cuerdas vocales, o sea la fuerza con que estas se juntan en la línea media. Estos factores son los causantes de casi todas las patologías benignas de la voz como los nódulos, pólipos, etc. Este estrés de impacto aumenta principalmente con el aumento de volumen, el aumento de tono y el aumento de tensión muscular.
• Factores inflamatorios exógenos: son factores externos a la voz que pueden irritar e inflamar la laringe y producir patología. Dentro de este grupo están el tabaco, el alcohol, las alergias, el reflujo, el humo y el polvo.
• Deshidratación: las cuerdas vocales son músculos recubiertos de mucosa, y esta tiene que estar bien hidratada para trabajar correctamente y sin esfuerzo. La deshidratación requiere más esfuerzo fonatorio, se necesita más presión de aire para hacer vibrar las cuerdas y eso hace que aumente el estrés de impacto produciendo mayor probabilidad de fonotrauma. Aumenta la viscosidad y rigidez de los tejidos aumentando el esfuerzo fonatorio y comprometiendo la calidad de la voz.

¿Cuáles son los síntomas de alerta de la disfonía?

Los síntomas o señales de alerta que nos da el cuerpo y que nos indican que hay algo que no a bien son:

• Disfonías a repetición: si se queda ronco frecuentemente.
• Aumento de la fatiga vocal: si cada vez se cansa más y antes.
• Aumento del tiempo de recuperación: si cada vez tarda más en recuperar cuando se queda disfónico.
• Cambios en la voz: si se produce algún cambio acústico en la voz, se escapa aire, se pone ronca, se agrava, etc.

Si se producen estos síntomas de alerta hay que acudir a un especialista en otorrinolaringología que se especialice en voz.

¿Qué tratamientos existen para la disfonía?

Los problemas de la voz se pueden tratar con tres tipos de tratamientos que en general se combinan, dependiendo de la patología y el caso.

• Tratamiento médico farmacológico: en algunos casos el médico puede indicar fármacos para mejorar determinadas situaciones. Por ejemplo, corticoides.
• Tratamiento quirúrgico: en lesiones que no desaparecen con rehabilitación como los quistes intracordales, los papilomas, las leucoplasias, el cáncer, etc.
• Rehabilitación vocal: es el tratamiento de voz que consiste en realizar determinados ejercicios vocales para eliminar o disminuir la patología y mejorar la calidad de la voz. Da muy bueno resultados en patologías funcionales ya que actúa directamente sobre el origen del problema que es el mal uso de la voz. Además de en patologías orgánico funcionales como nódulos, edemas, algunos póilpos, etc. Y en algunas patologías orgánicas como las parálisis.

En general estos tres tratamientos se pueden combinar, por ejemplo, se puede hacer un tratamiento quirúrgico y luego rehabilitación vocal para mejorar la voz y evitar la recidiva.

La elección del tratamiento dependerá de cada caso en particular, de la patología existente y de la situación personal de cada paciente y del momento en que se encuentre.