¿Qué son las deformidades craneales?
Las deformidades craneales son anomalías en el cráneo de los bebés que suelen darse durante los primeros meses de vida. Existen diferentes tipos de deformidades, aquellas que están relacionadas con factores mecánico intraúteros, intraparto o posturales y aquellos que son debido a una causa orgánica, como por ejemplo la craneosinostosis que consiste en el cierre precoz de ciertas suturas.
- Intrautero o moldeamiento intraparto, debido a embarazos múltiples; fóceps; ventosa.
- Postnatales:
- Tortícolis congénita
- Posición sapina durante el sueño
- Plagiocefalia posterior posicional
- Braquicefaclia posterior posicional
- Craneosinostosis:
- Escafocefalia
- Plagiocefalia
- Braquicefalia
- Trigonocefalia
Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico de la enfermedad dependerá del tipo de deformidad craneal que se padezca y el grado de afectación. Por ejemplo, en el caso de las deformidades relacionadas con condiciones intraútero y de moldeamiento intraparto suelen mejorar durante los 6 primeras semanas de vida.
Pero por lo general, estas deformidades requieren de un diagnóstico y una corrección quirúrgica o osteópata precoz.
Síntomas de las deformidades craneales
Los síntomas son básicamente visuales y es durante los primeros meses de vida del bebé cuando más notamos las deformidades. Normalmente destacamos:
- Un cráneo deforme
- Crecimiento lento o nulo de la cabeza a medida que el bebé crece
Pruebas médicas para las deformidades craneales
Las pruebas van a ser de diversas tipologías:
- Exploración física. El médico palpa la cabeza para detectar anomalías.
- Estudios por imágenes. A través de una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) o una resonancia magnética.
- Análisis genéticos.
¿Cuáles son las causas de las deformidades craneales?
La causa principal de las deformaciones craneales suele deberse a presiones externas que comprimen la parte posterior del cráneo. Esta compresión puede producirse dentro del útero materno o al nacer; hay factores prenatales como los embarazos múltiples, anomalías uterinas y de pelvis ósea, entre otros.
Entre los factores posnatales, están la prematuridad, tortícolis y lesiones del esternocleidomastoideo, parálisis braquial obstétrica y anomalías vertebrales. Estas patologías obligan al niño a adoptar posiciones viciosas mantenidas. Otro tipo de causas estarían relacionadas con la estructura del propio hueso, como con el hipotiroidismo y el raquitismo.
¿Se puede prevenir?
Podemos tratar de vigilar y modificar el tipo de posición que toma el niño, ya sea cuando duerme, está despierto o se le sostiene en brazos.
En la cuna, si está durmiendo, es preferible ir alternando la posición lateral de la cabeza a uno y otro lado.; si está despierto, se recomienda dejarlo boca abajo en su vientre para que pueda mover la cabeza con facilidad. Mientras se le sostiene, también se recomienda alternar los lados.
Tratamientos para las deformidades craneales
El tratamiento puede ir de simples ejercicios de estiramientos a la colocación, osteopatías a una ortesis de remodelación craneal o una operación quirúrgica.
¿Qué especialista lo trata?
En cuanto a diagnóstico, suele ser un pediatra el responsable de observar la patología y diagnosticarla para poder derivar al paciente a un neuropediatra que se encargará de tratarlo.