¿Qué es la cirugía reconstructiva del plexo braquial?
El plexo braquial es un conjunto nervioso que permite la movilidad y la sensibilidad de la extremidad superior, en la que se incluye el hombro, el brazo y la mano. El origen de este conjunto nervioso está en la médula espinal.
Cuando se produce una lesión del plexo braquial, que generalmente está relacionada con impactos fuertes como una caída deportiva o un accidente, se produce una pérdida de la movilidad en la extremidad afectada, generando un gran dolor en la zona. En este sentido, es necesaria una cirugía reconstructiva del plexo braquial, que consiste en la reparación de los defectos funcionales que ha causado la lesión.
¿Por qué se realiza?
Las lesiones del plexo braquial, generalmente, requieren cirugía, pero depende de cada caso concreto, ya que existen algunos casos en los que el paciente puede recuperarse sin necesidad de someterse a una intervención quirúrgica.
De esta manera, la cirugía reconstructiva del plexo braquial se realiza en aquellos pacientes en que la recuperación es lenta, incompleta o en pacientes que no consiguen recuperarse. Y, aunque suele ser el tratamiento más frecuente, la cirugía no es inmediata. De hecho, normalmente suele indicarse entre tres y seis meses después de la lesión, porque hay pacientes que consiguen recuperarse durante este periodo.
En cualquier caso, es importante realizar la cirugía en el momento adecuado, porque el músculo puede degenerarse por falta de movimiento y, en consecuencia, los resultados de la cirugía no serán favorables.
¿En qué consiste?
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para la reconstrucción del plexo braquial, que varían en función del tipo y la gravedad de la lesión:
- Injerto nerviosos: Para reconstruir el defecto del nervio lesionado, se coloca un injerto a modo de puente entre los dos límites del nervio lesionado. De esta manera, se consigue que los nervios dañados se conecten. Generalmente, este nervio puente se extrae de una de las extremidades inferiores.
- Transferencias nerviosas: Esta técnica consiste en usar un nervio sano contiguo al nervio lesionado para reconstruir la conexión de los nervios y reparar así la función de la extremidad.
- Neurolisis: Esta técnica tiene el objetivo de descomprimir el tejido cicatrizado del nervio afectado y que limita la movilidad.
- Cirugía paliativa: Cuándo no se puede reconstruir el nervio, existe la posibilidad de realizar una cirugía paliativa que consiste en la trasferencia de tendones para recuperar la funcionalidad.
Preparación para la cirugía reconstructiva del plexo braquial
Para realizar una cirugía reconstructiva del plexo braquial, es necesario evaluar la zona de la lesión, así como realizar una historia clínica completa. El médico especialista puede solicitar una resonancia magnética y una electromiografía. De esta manera, podrá localizar y valorar con exactitud la zona dañada, así como comprobar la movilidad de la zona afectada.
En algunos casos, para evaluar la eficacia del tratamiento, el especialista puede realizar un bloqueo controlado para comprobar el nivel de dolor que sufre el paciente.
Cuidados tras la intervención
Tras la intervención quirúrgica, los pacientes deben seguir, durante 6-12 meses, un tratamiento de fisioterapia y rehabilitación con el objetivo de ayudar a recuperar la función.