¿Por qué se realiza?
Se lleva a cabo para sustituir la articulación dañada por una sana, permitiéndole vivir una vida plena y activa, con la movilidad adecuada.
En la mayoría de casos el daño de la articulación se debe a procesos de enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, la artrosis o la osteoporosis. También por necrosis avascular, reconstrucciones oncológicas…
¿En qué consiste?
El proceso de colocación de las prótesis será distinto según el tipo de artroplastia y la situación propia del paciente:
- Artroplastia de cadera. Existen tres tipos:
- Cementada: Los componentes se fijan usando metil metacrilato, un tipo de cemento quirúrgico. Es una técnica recomendada para pacientes de avanzada edad que han sufrido alguna fractura por procesos relacionados con osteoporosis, artritis, artrosis…
- No cementada: La prótesis se adhiere directamente al hueso. Es una operación práctica para adultos-jóvenes con densidad ósea óptima que sufren una fractura o una enfermedad reumática.
- Híbrida: Solo se coloca cemento en uno de los componentes de la prótesis, normalmente aquél que va pegado al fémur. Es una intervención recomendada para adultos mayores.
- Artroplastia de rodilla: Sustituye la rodilla enferma por un sistema metálico, reemplazando las partes dañadas por una parte metálica y mecánica. Puede ser:
- Total: se sustituye totalmente la articulación dañada por una prótesis. Ambas partes irán fijadas a los huesos, al fémur y a la tibia, utilizando cemento para pegarlos. Se recomienda en pacientes con artrosis y artritis.
- Parcial: se sustituye parte de la rodilla dañada. Posteriormente se reemplaza por un implante de plástico y metal, que se fija con cemento quirúrgico.
- Artroplastia de hombro: Consiste en sustituir la articulación del hombro. Suele realizarse por fracturas complejas, artritis, necrosis de cabeza del húmero y procesos tumorales. El proceso suele ser similar al de la cadera.
- Artroplastia de codo: Consiste en sustituir los huesos de la articulación por piezas artificiales. Hay dos partes cementadas, tanto al húmero como al cúbito: conectadas con una bisagra que permite la movilidad. También se dirige a pacientes con artritis reumatoide.
- Artroplastia de tobillo: Es la sustitución de la articulación por una prótesis. Se conecta a la tibia y al peroné, retirándose las partes dañadas. Una vez realizado se fija la articulación artificial y se conectan las dos partes.
Preparación para la artroplastia
No se requiere ninguna preparación especial para la artroplastia, más que avisar al especialista la posibilidad de estar embarazada y la medicación que el paciente esté tomando, que puede ser fuerte en casos de enfermedades reumáticas y debe ser retirada o sustituida durante la operación.
Cuidados tras la intervención
Tras la intervención es posible que el paciente note dolor, cosa normal en cualquier intervención. En caso de dolor, el especialista recomendará el mejor tratamiento.
Asimismo, durante la hospitalización los especialistas empezarán pronto a mover la articulación, para que la recuperación sea lo más efectiva posible y el paciente recupere la movilidad lo antes posible.
Posteriormente, y una vez reciba el alta hospitalaria, el paciente deberá acudir durante unos meses a rehabilitación, para recuperar totalmente la movilidad de la articulación y comprobar también que la prótesis se ha unido perfectamente a los huesos.