¿Se puede trabajar con espondilosis?
Escrito por:Son muchos los pacientes que vienen a la consulta del Dr. Lizón Aguilar, especialista en Traumatología, preguntando por dolores cervicales o lumbares o, si teniendo espondilosis, se puede trabajar con normalidad. Esta pregunta se la hacen muchos pacientes, ya que la espondilosis es un proceso degenerativo de los discos de la columna vertebral y que puede llegar a producir una incapacidad laboral.
Aunque consiste en un proceso degenerativo, en la actualidad, existen muchos tratamientos que permiten realizar vida con total normalidad y que permiten al paciente trabajar sin problemas.
¿Qué es la espondilosis?
La espondilosis no es considerada una enfermedad, sino que se define como una consecuencia del envejecimiento y que tiene una incidencia del 85% en personas mayores de 60 años. A causa del deterioro y desgaste de la columna vertebral, el principal síntoma que produce es el dolor de espalda.
Existen tres tipos de espondilosis, según donde se desarrolle el desgaste:
- Espondilosis lumbar: se considera lumbar (parte baja de la espalda) cuando el desgaste se produce entre las vértebral L1 y S1, donde se encuentran las extremidades inferiores produciendo dolor lumbar. Se considera la más frecuente y también la más dolorosa, ya que puede producir ciática o lumbalgia y es la que produce más bajas laborales a consecuencia de la limitación de movilidad que genera. Su recuperación suele ser en dos o tres semanas y si no produce unas molestias muy graves, se puede trabajar con normalidad.
- Espondilosis dorsal: se considera dorsal cuando el desgaste afecta a las vértebras de la zona central de la espalda. En esta zona, los síntomas o dolores suelen ser menores y no suele ser el tipo más frecuente, ya que la espalda no tiene tanta movilidad, como la zona lumbar o cervical. Por ello, también es viable poder trabajar con espondilosis dorsal.
- Espondilosis cervical: se considera cervical cuando el desgaste se produce en la zona de las vértebras del cuello. Como proceso natural del envejecimiento, los discos del cuello son una zona de frecuente desgaste. Con frecuencia, muchas personas que sufren dolor cervical siguen con su vida normal y, por tanto, siguen trabajando. Aunque hay que tener en cuenta que este tipo de espondilosis puede producir un dolor muy intenso en las cervicales que puede generar una pérdida de fuerza en los brazos (radiculopatía cervical).
¿Qué síntomas puede producir la espondilosis?
Los principales síntomas que puede producir la espondilosis son:
- Lumbalgia
- Ciática
- Radiculopatía
- Alteraciones sensitivas
- Alteraciones motoras de esfínteres
- Claudicación a la marcha provocados por esos cambios
¿Qué cambios degenerativos se producen en la espondilosis?
La espondilosis provoca cambios degenerativos como:
- Deterioro de los discos intervertebrales: se produce un deterioro de los discos entre vértebras de la columna vertebral. Así pues, estos discos pierden elasticidad y las vértebras friccionan entre si. Como consecuencia se puede desarrollar una hernia discal, ya que el disco intervertebral puede llegar a romperse. La hernia discal se produce normalmente en la parte baja de la espalda y puede llegar a afectar a los nervios, como el ciático, produciendo muchas molestias. En este caso, se necesitan unos días de reposo, acudir a un especialista en Fisioterapia y seguir un tratamiento farmacológico (antiinflamatorios y analgésicos). Una vez pasado este proceso, el paciente puede trabajar.
- Deformación de las articulaciones facetarias: se produce un desgaste en las articulaciones facetarias. Estas articulaciones son las conexiones que existen entre las diferentes vértebras de la columna vertebral. Gracias a estas articulaciones sirven para dar movilidad a la columna al evitar la rotación y el desplazamiento anterior de las vértebras. Cuando se produce ese desgaste, también se desestabilizan las articulaciones y se inflama de tal manera que acaba apareciendo un dolor intenso. Ante este tipo de síntomas trabajar con normalidad se hace incompatible, ya que afecta a actividades tan rutinarias, como caminar o sentarse durante muchas horas.
Esta deformación de las articulaciones puede generar artrosis facetaria, la cual puede producir patologías mucho más graves, como por ejemplo la estenosis de canal. La estenosis es un estrechamiento del canal por donde discurre el líquido raquídeo produciendo compresión medular. Los síntomas pueden ser fuertes dolores e inmovilidad, con lo que se hace imposible poder trabajar si no se tratan los síntomas.
- Desgaste de los ligamentos y músculos de la espalda: la espondilosis también puede producir un deterioro en los músculos y ligamentos haciendo que pierdan su elasticidad y los músculos tengan menos flexibilidad.
¿Cuándo se puede trabajar con espondilosis?
Como hemos podido ver, la espondilosis se puede generar en distintas zonas, produciendo diferentes grados de dolor (temporal, permanente, agudo o crónico) que no afecta a todo el mundo por igual. Por ello, se determinará si la persona puede trabajar o no, según un estudio y análisis para conocer el nivel de dolor que la persona es capaz de soportar y cómo le afecta en sus actividades cotidianas.
Existen distintos tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente, reduciendo los síntomas y solucionando la espondilosis.
¿Qué tratamientos existen?
En la actualidad, la mayoría de los pacientes mejoran su espondilosis, gracias a los tratamientos conservadores (antiinflamatorios, Fisioterapia, ejercicio físico).
Cuando estos tratamientos no funcionan, normalmente, se recurre a las infiltraciones lumbares o a otros tratamientos como la rizólisis (radiofrecuencia para aliviar el dolor de la hernia discal).
También se puede recurrir a la cirugía cuando los síntomas siguen sin disminuir y se sigue sufriendo un intenso dolor de espalda. Así pues, se practica una endoscopia de columna. Ésta consiste en una cirugía mínimamente invasiva tratando las lesiones con menos de un centímetro de incisión en la espalda. Además, conlleva menos riesgos y una recuperación más rápida que la cirugía convencional.
Sin un buen diagnóstico no hay tratamiento eficaz
Puesto que la espondilosis tiene diferentes causas, tratamientos y grados de dolor, es necesario dar con un diagnóstico acertado para definir el tratamiento más adecuado. Es por eso que hay que saber valorar las pruebas diagnósticas y saber relacionarlas con las molestias y síntomas que siente cada paciente, para lo cual es necesario tener experiencia en este tipo de casos.
La experiencia del cirujano de columna también es esencial a la hora de poner en marcha los tratamientos, especialmente si requieren cirugía. Esto es así porque no todos los cirujanos de espalda dominan las últimas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas que tantas ventajas conllevan con respecto a las técnicas tradicionales.
Si necesitas un diagnóstico y un tratamiento médico profesional para acabar con tus dolores de espondilosis sin listas de esperas, o si quieres una segunda opinión médica con respecto a un diagnóstico de otro especialista que no acaba de convencerte, contacta conmigo. Te ayudaré a que puedas volver a realizar tus tareas diarias sin dolor, seguir con tu trabajo y recuperar tus actividades favoritas.