¿Qué es el estrés oxidativo y cómo afecta al organismo?

Escrito por: Dr. Jaume Fontanals Jorba
Publicado:
Editado por: Marga Marquès Gener

El estrés oxidativo es un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del cuerpo para contrarrestar o detoxificar sus efectos nocivos a través de antioxidantes. Los radicales libres son moléculas altamente reactivas que se generan como subproductos del metabolismo celular normal y en respuesta a factores externos como la radiación, la contaminación, y el tabaco.

 

Cuando hay un exceso de radicales libres y el cuerpo no puede neutralizarlos adecuadamente, estos pueden dañar componentes celulares importantes, como el ADN, las proteínas y las membranas lipídicas. Este daño puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades y condiciones de salud, incluyendo:

  • Enfermedades cardiovasculares: el daño oxidativo puede afectar las paredes arteriales, contribuyendo a la formación de placas de ateroma y aumentando el riesgo de aterosclerosis, infartos y accidentes cerebrovasculares.
  • Cáncer: los radicales libres pueden dañar el ADN y provocar mutaciones que conducen a la formación de células cancerosas.
  • Envejecimiento: el estrés oxidativo está implicado en el proceso de envejecimiento y en la aparición de enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
  • Enfermedades neurodegenerativas: además de la enfermedad de Alzheimer, el estrés oxidativo está vinculado a la enfermedad de Parkinson y otras condiciones neurodegenerativas.
  • Inflamación crónica: el daño oxidativo puede desencadenar respuestas inflamatorias crónicas, que a su vez pueden contribuir a una variedad de enfermedades inflamatorias.

 

Para combatir el estrés oxidativo, el organismo utiliza antioxidantes, que son moléculas que neutralizan los radicales libres. Los antioxidantes pueden ser endógenos, producidos por el cuerpo, como la superóxido dismutasa y el glutatión, o exógenos, obtenidos a través de la alimentación y suplementación, como las vitaminas C y E, y compuestos presentes en frutas y verduras.

 

En resumen, el estrés oxidativo tiene un impacto significativo en la salud, contribuyendo al desarrollo y progresión de diversas enfermedades. Mantener un equilibrio adecuado entre la producción de radicales libres y la actividad antioxidante es crucial para proteger al organismo de los efectos dañinos del estrés oxidativo.

 

El estrés oxidativo es un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la
capacidad del cuerpo para detoxificar sus efectos nocivos a través de antioxidantes

 

¿Cuáles son las principales causas del estrés oxidativo en el cuerpo humano?

El estrés oxidativo en el cuerpo humano es un estado desequilibrado en el que la producción de radicales libres y especies reactivas de oxígeno (ERO) supera la capacidad del cuerpo para neutralizarlos y repararlos.

 

Las principales causas del estrés oxidativo incluyen:

  • Factores ambientales: la exposición a contaminantes ambientales como el humo del tabaco, la contaminación del aire y pesticidas puede aumentar la producción de radicales libres en el cuerpo.
  • Radiación UV: la exposición excesiva a la radiación ultravioleta del sol puede generar ERO, lo que daña las células de la piel y otros tejidos.
  • Dieta poco saludable: una dieta rica en grasas trans, azúcares refinados y alimentos procesados puede contribuir a la producción de radicales libres. Además, la falta de antioxidantes en la dieta, que se encuentran en frutas y verduras frescas, reduce la capacidad del cuerpo para neutralizar los radicales libres.
  • Estrés: el estrés psicológico crónico puede inducir la producción de radicales libres a través de la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina.
  • Ejercicio excesivo: aunque el ejercicio moderado es beneficioso, el ejercicio intenso y prolongado puede aumentar la producción de radicales libres debido al incremento en la demanda de oxígeno.
  • Enfermedades y condiciones médicas: algunas enfermedades crónicas, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, y ciertas infecciones, pueden incrementar el estrés oxidativo en el cuerpo.
  • Inflamación crónica: la inflamación constante en el cuerpo, ya sea debido a una enfermedad crónica o a una condición inflamatoria, puede aumentar la producción de ERO.
  • Consumo de alcohol y drogas: el consumo excesivo de alcohol y el uso de ciertas drogas pueden producir radicales libres durante su metabolismo e intoxicación en el cuerpo.
  • Alteraciones metabólicas: trastornos metabólicos, como la obesidad, pueden causar un aumento en la producción de radicales libres debido a la alteración en la función mitocondrial y el metabolismo energético.

 

La combinación de estos factores puede sobrecargar los sistemas antioxidantes del cuerpo, lo que lleva a daño celular, envejecimiento prematuro y una variedad de enfermedades crónicas. Para mitigar el estrés oxidativo, es importante mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada rica en antioxidantes, ejercicio regular, manejo del estrés y evitar la exposición a contaminantes y sustancias tóxicas.

 

¿Qué órganos y sistemas del cuerpo son más susceptibles a los efectos del estrés oxidativo?

El desequilibrio del estrés oxidativo puede dañar varios órganos y sistemas del cuerpo, y algunos son más susceptibles que otros debido a su alta demanda metabólica y su exposición constante a radicales libres.

 

A continuación, se describen los principales órganos y sistemas afectados:

  • Sistema nervioso central (cerebro): el cerebro consume una gran cantidad de oxígeno, lo que lo hace especialmente vulnerable a la producción de radicales libres. Además, contiene altas concentraciones de lípidos que pueden ser fácilmente oxidados, y posee una capacidad relativamente baja de antioxidantes en comparación con otros tejidos. El daño oxidativo en el cerebro se asocia con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
  • Sistema cardiovascular (corazón y vasos sanguíneos): el corazón y los vasos sanguíneos están en constante actividad y requieren un suministro continuo de oxígeno. Las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos son especialmente sensibles al daño oxidativo. El estrés oxidativo puede contribuir a la aterosclerosis, hipertensión, insuficiencia cardíaca y otras enfermedades cardiovasculares.
  • Pulmones: los pulmones están expuestos directamente al oxígeno ambiental y a contaminantes que pueden aumentar la producción de radicales libres. También tienen una alta actividad metabólica relacionada con la respiración. El daño oxidativo en los pulmones se asocia con enfermedades como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón.
  • Hígado: el hígado es el principal órgano de desintoxicación del cuerpo, lo que implica un alto nivel de actividad metabólica y exposición a diversas toxinas que pueden generar radicales libres. El estrés oxidativo en el hígado puede llevar a enfermedades como la hepatitis, cirrosis y cáncer de hígado.
  • Piel: la piel es la primera línea de defensa contra el medio ambiente y está expuesta a radiación ultravioleta, contaminantes y otros factores que pueden inducir la producción de radicales libres. El daño oxidativo en la piel puede causar envejecimiento prematuro, arrugas, manchas y cáncer de piel.

 

En resumen, los órganos y sistemas más susceptibles a los efectos del estrés oxidativo son aquellos con alta demanda metabólica, exposición constante a oxígeno y radicales libres, y capacidad antioxidante limitada. Mantener un equilibrio adecuado de antioxidantes mediante una dieta saludable, ejercicio regular y la reducción de factores de riesgo ambientales puede ayudar a mitigar estos efectos y proteger.

Por Dr. Jaume Fontanals Jorba
Medicina General

El Dr. Jaume Fontanalas Jorba es un gran especialista en Medicina Integrativa. Cuenta con muchos años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad. En concreto, es experto en medicina integrativa, microbiota, SIBO (Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado), sueroterapia, metales pesados y analíticas, entre otros tratamientos y patologías.

Licenciado en Medicina por la Universidad de Navarra, se formó en Ozonoterapia Clínica en Medicina y Salud de Precisión por la Sociedad Española de Salud de Precisión. Además, cuenta con doble titulación de Salud de Precisión y Nutrición y Medicina Práctica Ortomolecular en la Escuela Europea de Ciencias de la Salud, y un Máster en Medicina y Salud Integrativa en TECH.

En la actualidad, ejerce como especialista en Medicina Integrativa en la Consulta del Dr. Fontanals.

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