Manejando el estrés laboral: estrategias para una vida equilibrada y un ambiente de trabajo saludable

Escrito por: Álvaro Escalante García
Publicado: | Actualizado: 25/01/2024
Editado por: Marga Marquès Gener

Los principales factores que contribuyen al estrés laboral son los siguientes:

  • Autoexigencia: es una característica que afecta a muchas personas. El sentir que nunca es suficiente. Querer dar más para desarrollarnos en nuestro trabajo y recibir recompensas externas o también ser nosotros mismos nuestros propios verdugos y nunca permitirnos dar nuestro trabajo por válido. Sanar la autoexigencia y el perfeccionismo no quiere decir hacer un mal trabajo.
  • Ambiente laboral: no podemos controlar 100% nuestro ambiente laboral. Si podemos hacernos esta pregunta, ¿estas dónde quiere estar?
  • Trabajo como único ámbito en nuestras vidas: es posible que el trabajo nos atrape. Puede ser que no desarrollemos o prestemos atención a otras partes de nuestra vida que también son importantes. Tal vez usemos el trabajo para escapar de asuntos no resueltos. Quizás en el trabajo tengamos un rol que nos guste desempeñar y haya que prestar atención al resto de nuestros contextos.
  • Burnout: literalmente, sentimos que las demandas de la situación laboral o la carga de trabajo nos supera.
  • Falta de comunicación: en un trabajo las personas forman un sistema, es un intercambio, una simbiosis. Aunque tal vez exista una jerarquía en cuanto al funcionamiento de las actividades, nadie es más que nadie y debemos tener eso claro a la hora de comunicar nuestra situación o nuestras necesidades.
  • Mobbing: acoso laboral por parte de jefes u otros compañeros.

 

Estas pueden ser algunas de las causas del estrés laboral, pero puede haber muchas más.

 

Una comunicación asertiva en el trabajo nos servirá para mantener
un buen ambiente laboral y por ende cuidar nuestra salud mental

 

¿Cómo podemos saber si estamos experimentando estrés laboral y cuáles son las señales de alerta a las que debería prestar atención?

  • Cuando sentimos un alivio desorbitado al acabar la semana laboral y muchos nervios la noche antes de volver a empezarla.
  • Podemos sentir irritabilidad y síntomas relacionados con la ansiedad.
  • Miedo o resistencia a la hora de ir a trabajar.
  • También pueden verse afectadas otras áreas de nuestra vida como la familia, amigos o aficiones.

 

¿Cómo se puede reducir el estrés en el trabajo y mejorar el bienestar emocional?

Algo importante es medir la dedicación que le damos a cada ámbito de nuestra vida. Familia, amigos, aficiones, pareja, trabajo... Deben estar balanceadas.

 

Una vez sabido esto, abarcamos el ámbito laboral. Lidiamos con el perfeccionismo. Intentamos no llevarnos trabajo a casa. Cuidamos nuestro ambiente laboral y la comunicación dentro del mismo, etc.

 

¿Cuáles son las estrategias más efectivas para lidiar con un ambiente laboral estresante?

Una de nuestras mejores herramientas será la comunicación asertiva. Esto es, a la hora de comunicar algo, tener en cuenta nuestros derechos y los de los demás. La comunicación siempre será una aliada. El hecho de comunicar lo que necesitamos o sentimos, tanto con nuestros compañeros como con los de más arriba en la jerarquía laboral, mejorarán notablemente nuestro ambiente de trabajo y nuestras condiciones.

 

Por otro lado, cuidar tu espacio de trabajo. Es necesario trabajar de la manera más eficiente posible. Es decir, conseguir los mejores resultados con el menor gasto de energía. Ahorrar tiempo o energía no es de vagos, es de personas eficientes. Eliminar las distracciones, tener las herramientas a punto, organizar las tareas, etc.

 

Seguir recordando intentar no llevarnos trabajo a casa. Oficialmente tenemos un horario y cuanto más lo respetemos mejor.

 

Si, muchas veces se nos acumula el trabajo y queremos recuperar en casa, pero nuestro salario es por un horario y si en ese tiempo no se ha hecho el trabajo, hay que buscar una solución que no sea la explotación del trabajador.

 

¿Cómo podemos hablar con un superior sobre el estrés laboral y solicitar cambios en el trabajo que puedan ayudar a reducir el nivel de estrés?

Como hemos comentado anteriormente, desarrollar nuestras habilidades comunicativas, manteniendo una adecuada comunicación asertiva nos servirá para mantener un buen ambiente de trabajo y por ende cuidar nuestra salud mental.

 

Debemos recordarnos que en un contrato de trabajo hay dos partes que se benefician mutuamente. La palabra “jefe” o “superior” puede confundir ya que se le atribuyen connotaciones de superioridad. Esto no es así. Ambas partes tienen valor. Es cierto que dentro del funcionamiento de una determinada empresa existe una jerarquía en cuanto al desarrollo de las actividades, pero nadie es superior a nadie.

 

La persona que nos contrata no nos está haciendo ningún favor. Ella recibe nuestros servicios durante unas horas determinadas a cambio de un salario. Es un intercambio.

 

Para poder desarrollar de la mejor manera posible la actividad que se nos requiere, debemos estar en las mejores condiciones posibles. La comunicación asertiva vuelve a coger protagonismo a la hora de expresar que necesitamos algún cambio que pueda ayudar a reducir nuestro estrés laboral. Cuando mejores condiciones tengamos y mejor esté nuestra salud mental, más eficiente será el trabajo realizado y esto repercutirá positivamente en los beneficios de la empresa. De nuevo, ambas partes ganan. Podemos ayudarnos de este razonamiento a la hora de comunicarnos con el responsable. Un trabajador contento disfrutará mas en su ámbito laboral y aportará más a la empresa.

Por Álvaro Escalante García
Psicología

"El cambio está en el paciente", "si no quieres cambiar no cambiarás", ¿Cuantas veces has oído esto? Y claro que tiene su parte de razón, pero en nuestro espacio terapéutico compartiré contigo esta responsabilidad y recorreremos el camino juntos como equipo.

Os cuento un poco mi historia.

Desde joven, sentía pasión desenfrenada por dos ámbitos, a priori bien diferenciados. La química y las relaciones y emociones humanas. Empecé la carrera de química, quedando fascinado por el pequeño mundo atómico que todo lo forma: Enlaces, reacciones químicas, etc. Aún así me faltaba algo. Humanidad, relaciones sociales, emociones, mente... Me di cuenta que en la Psicología también existen estas reacciones químicas y a su vez, me aportaba ese factor humanista y social que tanto me apasionaba. Como sentimos, pensamos y actuamos, es la base de todo lo demás.

Especialista en terapia EMDR y cognitivo conductual, llevando a cabo una visión integradora en las terapias, siendo las emociones y la historia de vida el núcleo de las mismas. Experto en el tratamiento para la ansiedad, en gestión emocional, en desarrollo personal y en el tratamiento de la autoestima, entre otros.

Me gradué en Psicología en la Universidad de Málaga donde también realicé una estancia en la Universidad de Tallinn y en la Universidad de Barcelona. Participé en un proyecto de investigación del departamento de Psicología social y cuantitativa de la Universidad de Barcelona. 

Realicé un Máster de neurociencias básicas aplicadas y del dolor y el Máster en Psicología General Sanitaria para impartir terapia dirigida a niños, niñas y adolescentes.

Actualmente, ejerzo labor asistencial como psicólogo en CIM Psicología y en la Ciane.

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