La moderna consulta del aliento
Escrito por:Un abordaje científico y con criterio de la halitosis reduce el riesgo de tratamientos ineficaces y minimiza los daños colaterales asociados a las terapias aplicadas. Según los patrones más actuales, el enfoque clínico del paciente con halitosis debe seguir tres fases: diagnóstico, tratamiento y control.
1ª Fase: Diagnóstico
Antes de realizar un tratamiento, es esencial obtener el diagnóstico de la causa de la dolencia. La primera fase consiste en una mera consulta con la que se recopilan todos los datos del paciente, su estado actual y sus antecedentes médicos. Entre todos ellos, se analizan con más ahínco los relacionados con los factores predisponentes de halitosis y desencadenantes de la misma.
A continuación se realizan exámenes obligatorios que deben incluir las siguientes pruebas:
- Un estudio informatizado del aliento, mediante la cromatografía gaseosa
- Examen de la saliva y la función de las glándulas salivales
- Pruebas microbiológicas y enzimáticas a partir de muestras de placa bacteriana y de saliva
La cromatografía gaseosa está considerada el método de diagnóstico más fiable. No obstante, es posible realizar otros análisis y exámenes en el caso de existir una sospecha clínica específica.
La recogida y el análisis de los datos definirán el plano terapéutico. La obtención del diagnóstico depende no sólo del análisis de los datos médicos recogidos, también de los resultados de la exploración clínica y de los exámenes de diagnóstico específicos para la halitosis.
En el proceso de diagnóstico es crucial la valoración del caso por parte de un profesional de la Odontología con experiencia en el tratamiento de la halitosis.
2ª Fase: Tratamiento
Una vez analizados los resultados obtenidos, los profesionales médicos determinarán el tratamiento adecuado para cada paciente. Esta segunda fase se caracteriza por el seguimiento de todos los procedimientos, cuyo propósito final es la eliminación de la halitosis y de sus efectos psicosociales.
Cerca del 83% de los casos se solucionan con medicación de uso tópico o sistémico, que actúa sobre todo en el interior de la cavidad bucal, en el aparato respiratorio y en el tubo digestivo. El resto de casos (17%) pueden incluir la extracción de focos infecciosos, cirugías, terapia psicológica, entre otros. En la mayor parte de casos, se observa una clara mejoría de la halitosis en sólo tres o cuatro días tras iniciar el tratamiento.
3ª Fase: Control
La fase de control empieza una vez conseguida la remisión de la halitosis y normalmente incluye una o dos consultas de revisión. Éstas resultan necesarias para enseñar medidas preventivas al paciente, además de asegurar los resultados obtenidos.
Conviene señalar que son poco frecuentes las situaciones en las que los pacientes necesiten tomar medicamentos de manera crónica. Varios pacientes optan por acudir a la consulta con una frecuencia anual o bienal, para la realización de un chequeo.
La mejora del aliento es evidente por la actitud que los pacientes muestran en las consultas, especialmente a nivel de la autoestima. En este sentido, cualquier tratamiento para la halitosis debe ser sensible e intervenir en ambas vertientes: la física y la psicológica.