Fetichismo: ¿placer, juego sexual o un problema?
Escrito por:La palabra "fetiche" se emplea para describir un objeto inanimado capaz de despertar el deseo sexual, una faceta única y personal de la vida humana.
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pero que despierta excitación sexual en una persona
La mayoría de nosotros experimentamos pensamientos e impulsos sexuales con regularidad, y nuestros deseos físicos pueden manifestarse de formas específicas. A veces bajo la forma de un fetiche sexual o una atracción hacia partes del cuerpo que no son genitales. Los fetiches pueden variar ampliamente entre individuos y pueden involucrar cualquier cosa, desde ropa específica hasta materiales como el cuero o el látex.
¿Es normal tener un fetiche?
Poseer un fetiche no implica necesariamente la presencia de algún problema. De hecho, los fetiches pueden no representar un problema en absoluto. Muchas personas incorporan fetiches en sus prácticas sexuales habituales. Por ejemplo, alguien con un fetiche podría pedirle a su pareja que vista ropa de cuero, o podrían masturbarse sosteniendo una media de seda. La integración de un fetiche puede añadir algo de sabor y un toque de emoción especial a la experiencia sexual.
¿Cuándo un fetiche se convierte en un trastorno?
Es importante diferenciar entre un fetiche saludable y un trastorno fetichista. A menudo se asume erróneamente que las perversiones y los fetiches son prácticas sexuales no convencionales o inmorales. Sin embargo, se estima que, aproximadamente, una de cada seis personas tiene algún tipo de fetiche, y la mayoría puede satisfacer sus deseos de manera saludable y consensuada.
Los fetiches no suelen ser considerados problemáticos ni clasificados como trastornos, a menos que generen ansiedad, causen alteraciones clínicamente significativas o presenten el potencial de causar daño a uno mismo o a otros.
El trastorno fetichista se define como el uso persistente de partes del cuerpo no sexuales u objetos inanimados para obtener excitación sexual, hasta el punto de interferir con la vida cotidiana. Cuando el fetiche de una persona comienza a dominar su vida, impidiéndole prosperar social o profesionalmente, o cuando una persona requiere la presencia del objeto para excitarse sexualmente y se angustia si no lo tiene cerca, podría desarrollarse un trastorno fetichista.
Signos del trastorno fetichista
Los primeros signos de un fetiche poco saludable pueden aparecer durante la adolescencia, cuando comienza la pubertad y el individuo se vuelve sexualmente activo. La persona puede interactuar con el objeto inanimado o con partes del cuerpo, ya sea sintiéndolo, oliéndolo o estimulando sus genitales con él.
Los signos comunes del trastorno fetichista incluyen:
- Excitación sexual intensa proveniente de objetos inanimados o de partes del cuerpo que no son genitales.
- Impulsos recurrentes, con imágenes mentales o fantasías persistentes relacionadas con el fetiche.
- Ansiedad, vergüenza o confusión en relación con el fetiche.
- Alteraciones en la vida cotidiana debido al fetiche, como complicaciones en el hogar, el trabajo o las relaciones interpersonales.
Diagnóstico del trastorno fetichista
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el trastorno fetichista se encuadraría dentro de los trastornos parafílicos y se diagnostica cuando los fetiches afectan la salud mental u otro aspecto del bienestar durante un período superior a 6 meses y cumplen con criterios específicos:
- Deseo recurrente, intenso o compulsivo de excitación sexual de un objeto inanimado o de una parte no genital del cuerpo.
- El deseo sexual se manifiesta como fantasías, impulsos o conductas erráticas.
- Ansiedad recurrente y pérdida significativa de funcionamiento como resultado del fetiche.
- Trastornos parafílicos: los trastornos parafílicos son intereses, impulsos, fantasías o conductas sexuales persistentes y recurrentes de intensidad anormal que implican objetos, actividades o situaciones que son atípicos o potencialmente dañinos para uno mismo o para los demás.
El trastorno fetichista es uno de los ocho trastornos parafílicos, que también incluyen:
- Trastorno de exhibicionismo.
- Trastorno de masoquismo sexual.
- Trastorno de sadismo sexual.
- Trastorno de travestismo.
- Trastorno de froteurismo.
- Trastorno de pedofilia.
- Trastorno de voyeurismo.
- Tratamiento del trastorno fetichista.
El trastorno fetichista es altamente tratable. Sin tratamiento, sus efectos pueden generar pensamientos y emociones potencialmente dañinos en relación con la sexualidad. Debido al tabú que rodea los temas sexuales, una barrera importante para acceder al tratamiento podría ser la vergüenza que siente la persona que padece el trastorno.
Opciones de tratamiento
- Terapia sexual: un psicólogo sexual proporciona un tratamiento individualizado y sin prejuicios. Este proceso ayuda a mejorar la autoconciencia y puede permitir al sexólogo identificar factores que contribuyen al trastorno.
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): ayuda a aprender a disminuir los deseos e impulsos relacionados con el fetiche. La reestructuración cognitiva es una técnica básica para cambiar gradualmente pensamientos y comportamientos.
En algunos casos, puede ser necesario combinar la terapia psicológica con la intervención farmacológica. Sin embargo, los medicamentos no abordan el origen de estos impulsos, por lo que hay una alta probabilidad de recaídas.