¿En qué consiste la cirugía de la pared abdominal?
Escrito por:La cirugía abdominal comprende todo aquel procedimiento quirúrgico que se realiza en el abdomen. Se han definido varias áreas y técnicas relacionadas con el aparato digestivo y con la pared abdominal.
Las principales intervenciones quirúrgicas se realizan sobre el intestino, colon y recto (coloproctología), sobre estómago y esófago (cirugía esofagogástrica), sobre hígado y páncreas (cirugía hepatobiliopancreática) y sobre la pared abdominal.
¿En qué casos se recurre a la cirugía abdominal?
Se aplica cuando existen trastornos digestivos benignos como el reflujo gastroesofágico con hernia de hiato, problemas con la vesícula biliar (piedras o pólipos), divertículos complicados de colon y toda la cirugía del ano tipo hemorroides, abscesos, fisuras y fistulas anales.
En los casos de trastornos digestivos malignos, como los tumores de estómago, de colon o del páncreas, requieren de intervenciones oncológicas para su solución y tratamientos multidisciplinarios.
Los síntomas más importantes que pueden causar estos trastornos, ya sean benignos o malignos, son la presencia de dolor abdominal, el reflujo gástrico, los vómitos, el sangrado digestivo, y el estreñimiento o la diarrea crónica.
Por último, estos procedimientos quirúrgicos en la cirugía abdominal pueden realizarse por abordaje abierto, o por la técnica mínimamente invasiva llamada también laparoscopia. La decisión de una u otra técnica depende de la patología a tratar y de las condiciones del paciente.
¿Qué fines persigue la cirugía de la pared abdominal?
Este tipo de intervenciones comprende todos los problemas relacionados con hernias abdominales, inguinales, diástasis o tumoraciones de piel. La pared abdominal tiene importantes funciones en la vida diaria. La musculatura de esta zona está implicada en todos los movimientos que realiza el tronco diariamente: la flexión, la extensión, el coger peso, realizar ejercicios de gimnasia, la musculación, así como maniobras como toser, estornudar o defecar.
De manera que los problemas relacionados con la pared abdominal pueden influir seriamente en la calidad de vida del paciente. De ahí la importancia de atender a los primeros síntomas y buscar soluciones para tratarlo.
Tratamiento de la hernia inguinal, ventral, la diástasis de músculos rectos y patologías de la piel
La hernia inguinal es la intervención que se realiza con mayor frecuencia en cirugía general. Suele aparecer más frecuentemente en el hombre que en la mujer, y conlleva molestias e incomodidades para el que la padece.
Tiene fácil solución quirúrgica con una reparación con malla, para evitar la recidiva o recurrencia y suele realizarse con anestesia local y sedación. El proceso de recuperación es rápido.
La hernia ventral comprende la eventración y la hernia de ombligo. Ambas suelen ser muy frecuentes y pueden provocar molestias o la posibilidad de complicación como la estrangulación en un pequeño porcentaje de casos. Según las características del paciente, el tratamiento quirúrgico se realiza en la mayoría de las situaciones, reparando y reconstruyendo la pared abdominal y colocando una malla que permita aportar seguridad y funcionalidad a la reparación.
Suelen ser técnicas seguras, eficaces y con índice de recurrencia por debajo del 3%, en manos expertas. Otra patología a destacar es la diástasis de músculos rectos. Provoca trastornos funcionales al hacer fuerza con el abdomen y problemas estéticos.
Y por último, la patología de la piel y del tejido superficial es muy frecuente, en forma de lipomas y quistes de grasa. Mediante la anestesia local se pueden solucionar estas tumoraciones que a veces se complican con infección, dolor o crecimiento progresivo si no se operan.