El glaucoma: la enfermedad sin rastro y sin síntomas
Escrito por:Uno de los principales problemas del glaucoma es que no muestra signos ni síntomas al inicio de la enfermedad, esta va progresando de forma lenta, cuando el paciente acude al oftalmólogo el daño suele ser importante e irreversible, lo que complica su tratamiento.
Así, es muy recomendable que las personas a partir de cierta edad asuman y entiendan que periódicamente deben visitar al oftalmólogo para revisar y valorar el estado de sus ojos.
¿Qué causa el glaucoma?
Entre las principales causas del glaucoma se incluyen el componente genético, el envejecimiento…
A medida que pasan los años, los tejidos envejecen y funcionan peor, esto también afecta al globo ocular y al sistema de salida del humor acuso dificultando el drenaje del mismo y aumentando la presión ocular, principal factor de riesgo para el desarrollo del glaucoma.
A su vez, se trata de una enfermedad que cualquier persona puede desarrollar a medida que aumenta su edad, aunque las personas con antecedentes familiares de glaucoma, así como miopía o diabetes pueden tener un mayor riesgo de desarrollarla.
Por lo tanto, la detección precoz es lo más importante, ya que se trata de una enfermedad que se puede controlar si se diagnostica a tiempo. Las visitas y los controles son el mejor tratamiento para prevenir la aparición del glaucoma.
Tipos de glaucoma
De glaucoma no solo existe un tipo, de hecho, se da el llamado glaucoma agudo, en el que la anatomía del ojo varía en función de la edad y en determinadas situaciones se puede producir un cierre de la vía de drenaje del humor acuoso, aumentando la presión ocular súbitamente y disminuyendo la visión. Se suele asociar con un dolor de cabeza fuerte e intenso. El glaucoma agudo de ángulo cerrado implica un riesgo alto de sufrir una pérdida visual.
El glaucoma más habitual, el llamado glaucoma crónico de ángulo abierto, es más lento en su progresión y es asintomático, por lo que su presencia puede pasar totalmente inadvertida en el caso de que el paciente no acuda al especialista.
Diagnóstico del glaucoma
En una fase inicial resulta complicado establecer un diagnóstico, ya que no existen síntomas. Incluso para el oftalmólogo es difícil, ya que la presión ocular puede no ser muy alta.
Es posible que el especialista precise de más de una visita para poder hacer un diagnostico y establecer si se debe o no tratar y que tipo de tratamiento.
A medida que el glaucoma avanza, la detección es más sencilla.
Instaurar un tratamiento hará que se controle la enfermedad y su avance, evitando de esta manera las complicaciones visuales.
Tratamientos del glaucoma
A día de hoy, el glaucoma no tiene un tratamiento que lo cure. Comparativamente hablando es como el envejecimiento, hoy en día no tiene cura.
El tratamiento del que se dispone actualmente está dirigido a disminuir la presión ocular, ralentizando al máximo el avance de la enfermedad. De hecho, el objetivo de los especialistas es que el paciente mantenga una calidad visual a lo largo de su vida que le permita desarrollar una vida normal.
La primera línea de tratamiento sería el tratamiento con colirios, aunque resulta difícil que las personas acepten que deben tratarse para siempre por su enfermedad. A su vez, se trata de un hándicap para el oftalmólogo, ya que una de las principales causas de progresión de la enfermedad es el mal cumplimiento del tratamiento.
Es importante entender que la presión ocular se controla por el colirio/s mientras el paciente se pone las gotas, en el momento que se suspende el tratamiento la presión ocular vuelve a subir.
Una segunda línea de tratamiento englobaría al tratamiento láser, ya que existen algunos que pueden ayudar a controlar el glaucoma. En los casos en los que el tratamiento con colirios y el láser no es suficiente, existe la opción quirúrgica.