¿Cómo prevenir y manejar el dolor causado por la artrosis?
Escrito por:La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo, siendo una de las principales causas de dolor y discapacidad en la población adulta. En 2019, alrededor de 528 millones de personas en todo el mundo tenían artrosis, un aumento del 113% desde 1990, según la Organización Mundial de la Salud. Este artículo explica algunas estrategias actuales para el manejo del dolor y la prevención de esta enfermedad.
ofrecen mejoras en la calidad de vida | Fotografía realizada con IA.
¿Cómo aliviar el dolor de la artrosis?
El manejo del dolor es una de las principales preocupaciones para los pacientes con artrosis. Además de los avances en medicamentos, existen varias estrategias no farmacológicas que han demostrado ser efectivas. La fisioterapia, por ejemplo, puede ayudar a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas, mejorando la movilidad y reduciendo el dolor. Los ejercicios específicos y personalizados pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes.
Las terapias de calor y frío también son comúnmente recomendadas. Aplicar calor en las articulaciones puede ayudar a reducir la rigidez y mejorar la movilidad, mientras que el frío puede ser efectivo para reducir la inflamación y el dolor agudo.
Prevención de la artrosis
Aunque la artrosis es una enfermedad degenerativa relacionada con el envejecimiento, existen medidas que pueden ayudar a prevenir su aparición o retrasar su progresión. Mantener un peso saludable es fundamental, ya que el sobrepeso aumenta la carga sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas y las caderas.
Adoptar una dieta equilibrada rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3 también puede tener efectos antiinflamatorios que beneficien la salud articular.
El ejercicio regular es otra medida preventiva clave. Mantenerse activo ayuda a mantener las articulaciones flexibles y a fortalecer los músculos que las soportan. Es importante elegir actividades de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta, para evitar el desgaste excesivo de las articulaciones.
