Causas, síntomas y tratamiento de la epicondilitis o codo de tenista
Escrito por:La epicondilitis o codo de tenista se trata de una tendinitis (en los casos que es aguda) o tendinosis (si ya está cronificada) de los músculos epicondíleos, que se insertan en la parte lateral del codo o epicóndilo. Estos músculos están situados en el dorso del antebrazo, y su función es realizar la extensión de la muñeca y de los dedos.
Causas de la epicondilitis
El principal motivo causante de la epicondilitis o el codo del tenista es un desequilibrio muscular entre los extensores y flexores de la muñeca. Los más débiles son los extensores o músculos epicondíleos.
La causa principal es sobrecargar o utilizar de forma excesiva la muñeca, haciendo movimientos muy repetitivos ya sea trabajando o haciendo deporte. Como ejemplos muy comunes, tenemos el uso del teclado y/o del ratón prolongado, o los movimientos de supinación repetida, como puede ser atornillar, o en el caso de los deportes, jugar al tenis o al pádel.
Síntomas de la epicondilitis
En primer término, es habitual que aparezca un dolor progresivo en la parte exterior del codo, que puede irradiarse hacia el antebrazo y la muñeca.
A pesar de que al principio el dolor puede darse únicamente al realizar determinados movimientos o esfuerzos, a medida que la patología avanza, puede ser continuo.
En fases avanzadas, es habitual que el paciente pierda fuerza al agarrar objetos y que aumente el dolor.
Por último, en los casos más graves, puede reducirse o perderse por completo la movilidad en el codo.
¿Cómo se trata la epicondilitis?
Su tratamiento varía en función de su estado.
Fase aguda
- En fase aguda, es importante evitar o disminuir al máximo la actividad que provoca el dolor. No obstante, hay casos en los que no es posible, ya sea por exigencias profesionales o deportivas.
- Una opción de tratamiento es colocar una cincha de descarga en el codo que disminuya la tensión que se provoca en los tendones al insertarse dentro del epicóndilo.
- Tras la actividad, frío local.
- Uso de antiinflamatorios tópicos.
Fase subaguda o crónica
- En esta fase debe aplicarse tratamiento de fisioterapia, ya sea con electroestimulación, radiofrecuencia, INDIBA, terapia manual… Su objetivo es aliviar la tensión de los músculos y tendones de la zona, reducir la inflamación y estimular la regeneración del tejido.
- Por otro lado, los programas de ejercicios individualizados (estiramiento o fortalecimiento) tienen como objetivo reequilibrar los músculos antagonistas y agonistas.
- El ciclo de ondas de choque focales se basa en la aplicación de ondas de alta intensidad, que se focalizan en la lesión y logran activar los procesos implicados en la regeneración del tejido de forma no invasiva y totalmente natural.
- La infiltración de PRP (plasma rico en factores de crecimiento) puede utilizarse en el caso de que fracasen los tratamientos anteriores.
- Tenotomía percutánea ecoguiada en el tendón común extensor del epicóndilo, que se utiliza en casos muy puntuales y complicados.
- Como última opción, existe la posibilidad de la cirugía en pacientes que no responden ni a las técnicas conservadoras y mínimamente invasivas.
Si el tratamiento no funciona, diagnóstico diferencial
En algunas ocasiones el tratamiento no consigue el resultado esperado, y debe realizarse un diagnóstico diferencial.
- Artritis postraumática de codo o enfermedad de tipo reumatológica.
- Condropatía radio-humeral o alteración del cartílago.
- Dolor de origen cervical por pinzamiento o inflamación de raíz nerviosa.
- Síndrome miofascial.
- Neuropatía periférica.
A modo de resumen, puede decirse que el codo del tenista o la epicondilitis puede ser una patología grave o leve, en función de la afectación del tendón, su evolución y su repercusión. Si desea más información, consulte con un especialista en Medicina Física y Rehabilitación.