Cáncer de mama: síntomas y tratamiento
Escrito por:El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células del tejido de la glándula mamaria se multiplican de forma descontrolada. Un 30% de las mujeres padecen este cáncer que puede originarse en distintas parte de la mama, aunque en la mayoría de casos su origen se encuentra en los conductos o en los lobulillos.
Existen dos tipos de cáncer de mama: el carcinoma ductal inflitrante, que procede de los túbulos por los que fluye la leche producida en la glándula y el carcinoma lobulillar infiltrante donde las células cancerosas se diseminan a los tejidos mamarios cercanos.
Como el resto de los tumores, el cáncer de mama se clasifica en diferentes estadios según la extensión del mismo atendiendo a factores como el tamaño tumoral, la afectación ganglionar regional y la extensión a órganos a distancia.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas pueden variar en función de cada paciente. No obstante, algunos signos de alerta comunes incluyen:
- Aparición de un bulto en la mama o axila.
- Hinchazón o cambio de tamaño en la mama.
- Irritación u otras alteraciones en la piel de la mama.
- Hundimiento del pezón.
- Dolor en la mama a la palpación.
Los antecedentes familiares de cáncer de mama aumentan el riesgo de padecerlo, al igual que una menarquia precoz o una menopausia tardía, el consumo de estrógenos y progestágenos tras la menopausia, la exposición a radiaciones ionizantes en edades tempranas, la obesidad o el consumo de alcohol.
El riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad, ya que el 90% de los casos se diagnostica en mujeres mayores de 50 años. Por esa razón, las autoridades sanitarias recomiendan la realización periódica de mamografías entre los 49 y los 70 años.
Tratamiento
Como en cualquier tumor, el tratamiento debe ser individualizado y multidisciplinar. La cirugía sigue siendo el pilar del tratamiento en la mayoría de los casos de cáncer de mama siendo la mastectomía la técnica principal.
En ocasiones, también es aconsejable complementar la cirugía con la radioterapia u otros tratamientos sistémicos. Con las terapias actuales, prácticamente el 90% de las mujeres diagnosticadas de un cáncer de mama seguirán con vida a los 5 años del diagnóstico, porcentaje que superará el 98% en el caso de que dicho cáncer sea diagnosticado en etapas precoces de su desarrollo.
Para ello, se pueden realizar pruebas de detección del cáncer de mama. A pesar de que no pueden prevenir la enfermedad, favorecen el diagnóstico precoz, un factor muy importante para que los tratamientos tengan éxito. También se pueden complementar estas pruebas con un examen de autoexploración mamaria aconsejable en mujeres de todas las edades.
Por último, conviene recordar que el sedentarismo, el sobrepeso o el consumo de alcohol aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama. De manera que deben fomentarse los hábitos saludables para prevenir, en la medida de lo posible, el cáncer de mama.