Ablación por radiofrecuencia de los miomas uterinos

Escrito por: Dra. Elsa Mendizábal Vicente
Publicado:
Editado por: Marga Marquès Gener

Los miomas uterinos son los tumores pélvicos más frecuentes en la mujer. Son tumores benignos que se originan de las células de músculo liso y de los fibroblastos del miometrio uterino. Su incidencia aumenta durante la edad reproductiva, siendo máxima en la quinta década de la vida y las hormonas femeninas, entre otros factores, estimulan su crecimiento.

 

Pueden ser únicos o múltiples, de tamaños variables y localizarse en distintas zonas del útero. Se estima que hasta el 70% de las mujeres desarrollan miomas a lo largo de su vida, no produciendo síntomas en la mayoría de los casos.

 

Sin embargo, hasta el 25% de las mujeres en edad fértil pueden padecer algunos de los siguientes síntomas:

  • Sangrado uterino anómalo: es el síntoma más frecuente, con menorragias o hipermenorreas (reglas abundantes y prolongadas). La gravedad depende de la localización de los miomas y de su tamaño.
  • Dolor y presión pélvica: la sensación de presión se asocia al crecimiento de los miomas. Además, en función de su localización, puede producir compresión de órganos vecinos y generar problemas urinarios, digestivos o incluso trombosis. El dolor se puede manifestar en forma de dismenorrea (dolor con la menstruación), dispareunia (dolor con las relaciones sexuales), dolor abdominal o en la parte baja de la espalda.
  • Problemas reproductivos: los miomas que distorsionan la cavidad uterina dificultan la concepción y pueden incrementar la tasa de abortos. Además, los miomas durante el embarazo pueden aumentar de tamaño en un 20-30% de los casos y se han asociado a aumentos de riesgo de sangrado en primer trimestre, rotura prematura de membranas, parto prematuro, restricción de crecimiento fetal y mayor número de cesáreas.

 

El diagnóstico se puede realizar con precisión mediante ecografía transvaginal o abdominal (en función del tamaño), preferiblemente con Doppler para valorar la vascularización y por resonancia magnética.

 

¿Cómo se pueden tratar los miomas?

La mayoría de los miomas no precisan tratamiento, sobre todo si son asintomáticos, siendo recomendable revisiones periódicas para ver su evolución. Sin embargo, en los casos en que es recomendable tratarlos, el abordaje terapéutico más idóneo va a depender de varios factores.

  • La clínica de la paciente.
  • La edad.
  • El deseo reproductivo.
  • La localización de los miomas: esta información es fundamental en el caso de que se descarte un tratamiento médico, puesto que, en función de la localización, el abordaje adecuado puede ser diferente. En función de su localización en el útero, los miomas se clasifican de la siguiente manera:
    • Submucosos:
      • 0: pediculado intracavitario.
      • 1: < 50% del mioma intramural (en el espesor del músculo uterino).
      • 2: > 50% del mioma intramural.
    • Intramurales:
      • 3: intramural en contacto con el endometrio.
      • 4: intramural.
    • Subserosos:
      • 5: subseroso > 50% intramural.
      • 6: subserosos < 50% intramural.
      • 7: subseroso pediculado.

 

Imagen en la que se puede ver la clasificación de
los miomas en función de su localización en el útero

 

Tratamiento médico

  • Antiinflamatorios: fundamentalmente para controlar el dolor
  • Acido tranexámico: para control del sangrado abundante
  • Tratamientos hormonales: no definitivos, no aplicables a todas las pacientes, pueden tener efectos secundarios y efecto rebote.

 

Tratamiento quirúrgico

  • Miomectomía: extracción quirúrgica del mioma. En función de la localización y el tamaño hay que seleccionar bien la vía de abordaje más adecuada (laparoscópica, laparotómica, vaginal o histeroscópica). La vía histeroscópica es la más adecuada para los miomas submucosos (tipos 0 y I). En el caso de que se produzcan cicatrices en el útero durante la miomectomía, esto puede condicionar el tiempo para intentar gestación posteriormente y la vía del parto en el embarazo, sobre todo en el caso de miomas intramurales en los que es preciso realizar una sección completa que afecte a todo el grosor de la pared uterina.
  • Histerectomía: tratamiento quirúrgico radical que implica la extirpación del útero.

 

Embolización

Realizada por radiología intervencionista bajo anestesia epidural o intravenosa. Consiste en bloquear el flujo sanguíneo que llega al mioma produciendo un infarto del tejido. No indicada en pacientes con deseo gestacional ni en menopáusicas.

 

Ablación por radiofrecuencia

Es un procedimiento eficaz y seguro que ofrece una solución para el tratamiento de los miomas uterinos, preservando el útero y mejorando la calidad de vida de las pacientes que sufren sus síntomas.

 

¿En qué consiste la ablación por radiofrecuencia?

La radiofrecuencia es un tratamiento mínimamente invasivo, alternativo a la cirugía tradicional, que actúa directamente en el interior del mioma termocoagulando el tejido a través de una aguja muy fina que emite radiofrecuencia en su punta, de manera controlada en toda la superficie del mioma y sin dañar el músculo uterino.

 

La mayoría de los miomas disminuyen hasta un 80% su volumen entre los seis y nueve meses después del tratamiento y pueden llegar a desaparecer hasta en el 50% de los casos. La simple disminución de tamaño puede conseguir la desaparición de las hemorragias y facilitar la consecución del embarazo.

 

Es especialmente beneficiosa para los miomas situados dentro de la pared del útero, con gran componente intramural (tipos 2, 3 y 4) y que no son accesibles por histeroscopia. Este tratamiento evita la necesidad de una cicatriz que abarque todo el espesor del útero y las complicaciones derivadas de una cirugía mayor.

 

Las ventajas de la radiofrecuencia son numerosas:

  • Procedimiento ambulatorio: se realiza sin necesidad de ingreso hospitalario, siendo la paciente dada de alta el mismo día de la intervención.
  • Ausencia de anestesia general: El tratamiento se lleva a cabo con una sedación minimizando así́ los riesgos y posibles complicaciones.
  • Rápida recuperación: Dado que se trata de un procedimiento no invasivo, el tiempo de recuperación es más corto y menos doloroso en comparación con una cirugía tradicional.
  • Ausencia de cicatrices visibles: El acceso para el procedimiento se realiza a través de unas pequeñas incisiones de 1 mm en la vagina, por lo que no deja marcas visibles.
  • Posibilidad de tratar varios miomas en la misma intervención.
  • Eficacia comprobada: Este tratamiento ha demostrado ser altamente efectivo en la resolución definitiva de los problemas de sangrado causados por los miomas en la mayoría de los casos.
  • Sin limitación por edad.
  • Preservación de la fertilidad: Dado que no se produce una cicatriz en el útero, la radiofrecuencia tiene un impacto menor que la cirugía en la fertilidad. De hecho, la paciente puede empezar a intentar quedarse embarazada a los pocos meses de haber realizado el tratamiento.

 

En conclusión, la ablación por radiofrecuencia constituye una técnica alternativa a la cirugía en el tratamiento de miomas uterinos sintomáticos, preservando el útero sin cicatrices, que se realiza de forma ambulatoria, evita riesgos quirúrgicos, no precisa baja médica y permite una rápida recuperación de la paciente.

Por Dra. Elsa Mendizábal Vicente
Ginecología y Obstetricia

La Dra. Elsa Mendizábal Vicente es una reputada especialista en Ginecología y Obstetricia en Madrid. Cuenta con más de 25 años de experiencia en la profesión, así como una extensa formación en distintos campos de la especialidad. En concreto, es experta en patología mamaria benigna y maligna, cirugía laparoscópica, cirugía histeroscópica, cirugía robótica y menopausiaEn la misma línea, a lo largo de su trayectoria también se ha especializado en el diagnóstico de patología y Oncología del aparato genital femenino. 

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta también con una especialización en cirugía laparoscópica por la Universidad Complutense de Madrid, institución con la que también llevó a cabo especializaciones universitarias en senología y patología mamaria y en tumores ginecológicos. 

En paralelo, la doctora desarrolla una importante labor divulgativa, siendo autora y co-autora de numerosos artículos científicos sobre su especialidad, así como profesora de Ciencias de la Salud en instituciones de prestigio como la Universidad Complutense de Madrid. 

En la actualidad, ejerce como Jefe de Servicio de Ginecología en el Hospital Virgen del Mar y Jefe de Sección de Ginecología Oncológica y Patología Mamaria del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

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