¿Por qué se realizan?
Las infiltraciones de ácido hialurónico se realizan como un tratamiento conservador para enfermedades que producen un proceso inflamatorio o degenerativo en las articulaciones. No son tratamientos para tratar la enfermedad, sino para reducir el dolor y mejorar el rendimiento de la articulación. Solo la cirugía puede aportar una solución completa a este tipo de problemas, pero en pacientes jóvenes (>65 años) existe una tendencia a posponerla en favor de tratamientos conservadores para evitar su invasividad, así como la posibilidad de tener que repetir la operación por segunda vez debido al desgaste de los materiales implantados. Por lo general, después de un ciclo de infiltraciones, la sintomatología dolorosa puede no manifestarse durante un año. En este punto se puede repetir el procedimiento para beneficiarse de los resultados de nuevo. Las enfermedades que más se benefician de este tratamiento son la artritis, la tendinitis, la condropatía, la capsulitis, la fascitis, la fibrosis y la bursitis. Otras enfermedades para las cuales el tratamiento puede ser útil, especialmente en la etapa temprana o cuando el tratamiento antiinflamatorio está contraindicado, son la gonartrosis, la coxartrosis, la artrosis del hombro, la columna vertebral y de los dedos. Los deportistas también se benefician de ello, en particular para prevenir problemas de cartílago.
¿En qué consisten?
Las infiltraciones se llevan a cabo directamente a nivel intraarticular y pueden realizarse en un solo tratamiento con la inyección de 20 mg de producto, o con mayor frecuencia en un ciclo con una inyección cada 7 días durante aproximadamente 3-5 semanas. En los casos más graves, se pueden realizar dos ciclos en un solo año para obtener el mejor resultado.
Preparación para las infiltraciones de ácido hialurónico
No hay reglas específicas de preparación para el tratamiento, aparte de la esterilidad de la piel en el momento de la inyección para evitar posibles infecciones.
Recuperación postoperatoria
En algunos casos puede aparecer una hinchazón temporal en el área donde se ha inyectado la infiltración debido a un proceso inflamatorio leve. No son necesarios tratamientos adicionales porque, como ya se ha mencionado, se trata de efectos secundarios temporales que tienden a desaparecer en un par de días.