Vídeos del Dr. Ernest Martínez Marsal
El Dr. Martínez Marsal, especialista en Urología de Instituto de Urologia Girona explica qué es y en qué consiste la hiperplasia benigna de próstata. Antes de definir qué es la hiperplasia benigna de próstata debemos definir qué es la próstata, qué función tiene, dónde está situada y cuáles son los problemas que nos puede dar. La vejiga urinaria, se sitúa en la parte inferior del abdomen, debajo de ella se sitúa la próstata y, a través de la próstata pasa el conducto urinario o uretra que es el que elimina la orina a partir de que la vejiga empieza a empujar. La vejiga tiene un dos características: una de almacén y la otra de motor. La próstata es un órgano ligado al sexo, no existe en las mujeres y su misión es básicamente la de crear el líquido suficiente como alimento para que los espermatozoides puedan sobrevivir mientras están haciendo el viaje a buscar el óvulo femenino. La próstata con la edad va creciendo básicamente va creciendo por su parte central, esta es la llamada hiperplasia de próstata. La hiperplasia siempre es benigna; otra cosa es el cáncer de próstata. Aunque sea un crecimiento muy pequeño ya limita el paso de la orina en este segmento de la uretra. Cuando la hiperplasia aumenta, la zona estrecha es más estrecha y si la hiperplasia es muy grande la zona estrecha es mucho más estrecha con la posibilidad de que el hombre no pueda orinar y tengan que colocarle una sonda a través de la próstata. La hiperplasia es un crecimiento natural de la próstata pero que no siempre tiene que ser obstructivo porque depende de la elasticidad que tenga ésta próstata para poder impedir o no el paso de la orina desde la vejiga. Si descubriéramos la cara anterior de la próstata, veríamos que hay tres elementos: uno, que es la uretra. La uretra está pinzada, esta comprimida por unos elementos que son los lóbulos prostáticos. Cuando la vejiga aprieta para expulsar la orina, el lóbulo medio se comprime y evita el paso de orina. Cuando operamos una próstata, de la manera que sea, para la hiperplasia benigna lo que hacemos es vaciar la próstata pero los tumores de próstata se crean en la zona periférica de la próstata es decir, aunque nosotros hayamos tenido una hiperplasia de próstata y por ejemplo se nos haya operado con cualquier tipo de técnica el peligro, el riesgo de padecer un cáncer de próstata es exactamente igual como si no nos hubiesen operado.
El Dr. Martínez Marsal, especialista en Urología en el Instituto de Urologia Girona explica en qué consiste la hiperplasia benigna de próstata y cuáles son los posibles tratamientos para solucionar esta patología. Básicamente, el tratamiento de la hiperplasia benigna es relajar o disminuir la presión que el tejido prostático efectúa sobre la uretra prostática se puede hacer básicamente de dos maneras: se puede hacer tratamiento médico y se puede hacer un tratamiento quirúrgico. El tratamiento médico consiste en la administración de sustancias que relajan la musculatura de la próstata para que pueda circular más fácilmente la orina. Es decir, hay que imaginarse que la próstata es una especie de puerta y que nosotros con el tratamiento médico habitual estamos poniendo aceite en las bisagras de la puerta. Existe otro tipo de tratamiento médico que disminuye el tamaño prostático y que se puede combinar con el primero que he mencionado para disminuir todo el tamaño de la próstata a largo plazo. Existen otros tratamientos médicos que lo que hacen es que frenan la actuación de la vejiga para evitar lo que hemos hablado antes de las urgencias miccionales y el escape de orina. El segundo tratamiento es el tratamiento quirúrgico que es un tratamiento a considerar cuando el tratamiento médico ya no funciona. Básicamente hay dos tipos de cirugías: la cirugía endoscópica. La cirugía endoscópica consiste en vaciar la cavidad prostática y por lo tanto aumentar el diámetro de la uretra. En la cápsula prostática habrá un gran orificio y la uretra, que es la salida de orina, quedará exactamente igual que estaba. Ésto se puede realizar de diferentes maneras, con diferentes técnicas todo dependiendo del tamaño prostático, de la habilidad del cirujano y de las características del paciente. Es decir, en próstatas de aproximadamente unos 60 gramos o inferior se puede realizar una técnica que se llama resección transuretral, que consiste en colocar un instrumento dentro de la uretra e ir destruyendo el tejido prostático central. Se puede hacer con una energía generada tipo eléctrico, se puede hacer por energía plasmakinética o se puede hacer con láser. Existe el láser verde o láser de tulio. La cirugía convencional, es decir, a través del paso de electricidad, tiene la desventaja del sangrado, del mayor tiempo quirúrgico y el mayor tiempo de estancia operatoria. El láser verde o el láser de tulio, que son los más frecuentemente utilizados, tienen la ventaja de que pueden hacerse cirugías incluso de próstata algo mayores pero básicamente se reduce de una forma importante el sangrado, los días de estancia operatoria con la consecuente sonda uretral para relajar la musculatura vesical. Cuando la próstata es mayor de 70 gr la cirugía abierta es una opción, la cirugía endoscópica de enucleación prostática es otra opción. Básicamente todas las cirugías consisten en disminuir el tamaño prostático a través de destruir el tejido que comprime la uretra. Si nosotros destruimos este tejido o extirpamos este tejido quedará una cavidad muy amplia y un paso muy favorable para remitir los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.
El Dr. Martínez Marsal, especialista en Urología en el Instutoto de Urologia Girona explica la forma de obtener un diagnóstico sobre la hiperplasia benigna de próstata. La hiperplasia benigna de próstata se diagnostica en primer lugar por la sintomatología que presenta el paciente. En segundo lugar se tiene que hacer una exploración física: para tocar la próstata tenemos que hacer un tacto rectal. Por el tacto rectal, el equipo médico conocerá el tamaño, la consistencia, la dureza y los límites prostáticos. A partir de aquí, se tienen que hacer estudios de imagen que básicamente son por ecografía, por ultrasonido, en los cuáles se ve el tamaño prostático, se ve la forma de crecimiento prostático,... Además se ve el tamaño de la vejiga, el posible residuo postmiccional, la pared vesical, si está aumentada de tamaño no y se ve, sobre todo, si los uréteres —que son unos conductos— están dilatados o no lo están con la consecuente dilatación de los riñones. Esta dilatación crearía una insuficiencia renal. Una vez diagnosticada la hiperplasia benigna de próstata, a nivel de análisis tiene que realizarse un estudio de lo que se llama el PSA, que es el antígeno prostático específico y ello nos dirá o nos indicará la posibilidad de que dentro de la próstata puede haber un tumor o no.
El Dr. Martínez Marsal, especialista en Urología en el Instituto de Urologia Girona explica cuáles son los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata. Los síntomas dependen de la afectación de la uretra intrapróstatica por compresión de la propia la próstata, de la zona transicional de la prostata y dependen de la acción de la vejiga con el esfuerzo que tenga que hacer para pasar o para evacuar la orina a través de la próstata. Las personas que padecen hiperplasia pueden sufrir una serie de síntomas. Su gravedad varía, aunque la tendencia es que los síntomas empeoren con el paso del tiempo. Algunos síntomas frecuentes de esta enfermedad son: - Necesidad de orinar con frecuencia - Aumento de la frecuencia de orina durante la noche - Dificultad para comenzar a orinar - Flujo débil de orina - Goteo tras orinar - Incapacidad para vaciar completamente la vejiga. En ocasiones, los anteriores síntomas se acompañan de una infección urinaria, la incapacidad para orinar y la presencia de sangre en la orina.