Tumores del sistema nervioso: síntomas frecuentes

Escrito por: Dr.Prof. Miguel Ángel Arráez Sánchez
Publicado: | Actualizado: 21/04/2023
Editado por: Alicia Arévalo

Los tumores cerebrales comprenden un amplio y muy heterogéneo grupo de enfermedades que afectan al cerebro y a sus estructuras relacionadas. Los especialistas en Neurocirugía destacan la gran variabilidad de los tumores cerebrales, yendo desde tumores benignos y curables sin mayores complicaciones, hasta procesos sumamente agresivos y malignos, difíciles de tratar y que producen secuelas importantes y alta mortalidad.

 

Tumores cerebrales más frecuentes

En función del origen de los diferentes tipos de células que se encuentran en el cerebro y sus alrededores  existe una gran variedad de  tumores cerebrales. Así, tenemos tumores de las mismas células que forman el cerebro y sus nervios:

  • Gliomas (son los más frecuentes de  los tumores “primarios”)
  • Neurocitomas
  • Schwannomas o neurinomas
  • Tumores de las membranas que cubren al cerebro o meninges (meningiomas)
  • Tumores  relacionados a estructuras óseas
  • Quistes o pseudotumores
  • Tumores de las glándulas que posee asociadas (tumores de la glándula hipófisis)
  • Tumores embrionarios y primitivos
  • Tumores asociados a vasos sanguíneos

 

Otro grupo importante lo forman las metástasis cerebrales o tumores “secundarios”, que son aquellos que han viajado desde otro órgano que posee un tumor primario o cáncer y se ha instalado en el cerebro, donde vuelven a crecer como un tumor.
 

El tratamiento de los tumores cerebrales suele ser un
procedimiento neuroquirúrgico a través de técnicas de microcirugía,

 


 

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?

Los síntomas se deben a dos situaciones:

  1. Hipertensión intra-craneana: aumento de la presión en el encéfalo de forma generalizada, provocando dolor de cabeza, vómitos, compromiso de conciencia, entre otros.
  2. Déficit focal o focalidad: el déficit de producto del efecto de masa y de la alteración de la función de las neuronas en las cercanías del lugar donde se ubica el tumor provoca alteraciones de la motricidad de algún segmento del cuerpo, de la sensibilidad, visión, coordinación, lenguaje, etc. Los pacientes también podrían tener convulsiones (como epilepsia), en algunos casos.

 

¿Cómo se diagnostican estos tumores?

Cuando se sospecha la presencia de un tumor de este tipo, los exámenes de neuro-imagen como el escáner o TAC y la resonancia magnética son imprescindibles para un correcto diagnóstico, ya que permiten conocer:

  • Ubicación del tumor
  • Detalles sobre su estructura
  • Naturaleza de la lesión: benigno o maligno; primario o secundario; único o múltiple.

El diagnóstico de certeza histológica lo dará de forma definitiva el estudio de la biopsia de la lesión, que se obtiene mediante un procedimiento neuro-quirúrgico específico para cada paciente.

 

¿Cuál es el tratamiento para los tumores cerebrales?

Existen diversas modalidades terapéuticas para tratar estas lesiones, que se deben adecuar al tipo particular de tumor y a pacientes específico. En la mayoría de los casos, se realizará un procedimiento neuro-quirúrgico a través de técnicas de microcirugía, bien para obtener una muestra y poder saber el tipo de tumor, como para realizar una resección amplia del tumor.
 

En los casos de tumores situados en zonas muy delicadas, pacientes en condiciones generales desfavorables para cirugías largas y complejas se realizará solamente una biopsia del tumor realizada con técnicas de estereotaxia (ubicación del punto exacto de la lesión con un marco externo que permite tomar una pequeña muestra del tumor con gran precisión). Posteriormente y dependiendo del resultado de la biopsia del tumor  y del grado de resección de él, se podrá complementar el tratamiento con radioterapia, radiocirugía y/o quimioterapia en algunos casos.

 

¿Cuál es el pronóstico y posibles las secuelas de esta enfermedad?

Debido a que los tumores cerebrales son entidades muy diferentes unos de otros no es posible dar pronósticos. Por ejemplo, la mayoría de los meningiomas tienen pronósticos muy buenos y sin mayores secuelas, pero por otro lado los gliomas de alto grado o glioblastomas suelen tener pronósticos muy malos, incluso independientemente del tratamiento que se les realice.
 

Cabe señalar que tumores “benignos”, como los schwannomas pueden estar en ubicaciones muy difíciles dentro del encéfalo, algo que también agrava el pronóstico y las secuelas posibles.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dr.Prof. Miguel Ángel Arráez Sánchez
нейрохирургия

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