TOC en la etapa de la infancia y adolescencia: explorando y comprendiendo sus características

Escrito por: Dra. Nieves Gómez-Coronado Suárez de Venegas
Publicado:
Editado por: Mireia Frias

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad caracterizada por pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes que surgen involuntariamente. Como respuesta, la persona lleva a cabo comportamientos ritualizados con el fin de manejarlos y reducir la preocupación y ansiedad que generan. Estos rituales, conocidos como compulsiones, pueden implicar acciones motoras como lavarse las manos o abrir y cerrar puertas, así como pensamientos repetitivos, como la repetición de un mantra.

 

Es fundamental que el entorno familiar actúe de coterapeuta
para abordar el TOC infantil y aplicar las pautas de un profesional

 

En algunos casos, los síntomas del TOC pueden tener un impacto significativo en la vida laboral, académica, social y emocional de la persona, ocupando una parte considerable de su tiempo e incluso dificultando la finalización de actividades.

 

Aunque el diagnóstico del TOC se realiza con mayor frecuencia en la edad adulta, los estudios epidemiológicos indican que tiene una prevalencia estimada del 2 al 4% en la etapa infanto-juvenil. Este trastorno puede tener una evolución crónica y presentar síntomas que cambian a lo largo del ciclo vital. Aunque algunos síntomas pueden aparecer alrededor de los 4 años, generalmente los primeros indicios del Trastorno Obsesivo-Compulsivo se hacen evidentes entre los 6 y 9 años de edad.

 

 

Estrategias para identificar y tratar el TOC en niños de manera efectiva

Durante el desarrollo normal, los niños pueden mostrar algunos rituales que les ayudan a adquirir habilidades y socializarse. Estos rituales, a diferencia de los patológicos, tienden a disminuir a partir de los 8 años, son agradables y pueden interrumpirse fácilmente. Tienen una finalidad lúdica y un observador externo los percibiría como normales, ya que no son incapacitantes.

 

Entre los rituales habituales no patológicos se encuentran recitar, contar o no pisar la raya, por ejemplo. A partir de los 2 años, no es extraño que los niños tengan rituales a la hora de acostarse, comer o vestirse, ya que les brindan seguridad. También es común que tengan rituales como meter y sacar objetos o ponerlos en fila. A los 4 años, es posible que pidan repetidamente ver la misma película o escuchar el mismo cuento para buscar el apoyo de sus padres. Entre los 5 y los 6 años, los niños comienzan a incorporar rituales relacionados con el juego con sus compañeros, y entre los 7 y los 12 años pueden aparecer rituales relacionados con el desempeño escolar, supersticiones (como contar o tocar objetos para que algo suceda, por ejemplo).

 

Por el contrario, los rituales propios del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) son inflexibles y generan ansiedad y malestares significativos si se interrumpen. Estos rituales son incapacitantes, consumen mucho tiempo e interfieren en su funcionamiento diario en la escuela y otras actividades. Además, es frecuente que estos comportamientos les provoquen vergüenza y culpa, por lo que intentan ocultarlos o aislarse, lo que dificulta su diagnóstico.

 

También es común que los niños pidan a uno de sus padres que participe en el ritual, por ejemplo, respondiendo para tranquilizar al niño con frases como "No toqué nada que tenga gérmenes, ¿verdad?" y recibiendo una respuesta tranquilizadora. Además, pueden involucrar a los padres en la limpieza o el orden.

 

Es importante tener en cuenta todo lo anterior al realizar un diagnóstico preciso. El tratamiento inicialmente será psicológico, y en casos de sintomatología grave, angustia intensa, síntomas depresivos o psicóticos, se puede combinar con medicación.

 

 

TOC infantil: Cómo abordarlo con la ayuda familiar

Tener un entorno familiar sólido es crucial para abordar el trastorno obsesivo-compulsivo en los niños. Las familias desempeñan un papel fundamental como coterapeutas, siguiendo las pautas aprendidas durante las consultas con profesionales especializados.

Además, es esencial reducir la acomodación familiar, que implica la participación activa de la familia en los rituales del niño o la niña, ya que esto refuerza los síntomas del trastorno. Por un lado, es importante dejar de participar en dichos rituales (extinción), y por otro, fortalecer las respuestas adaptativas y las conductas de recuperación hacia una vida normal.

Aquí hay algunos consejos para las familias sobre cómo apoyar a un niño con TOC:

  • Evitar echarle la culpa y formar un frente unido contra el TOC.
  • No participar en los rituales, aunque sea difícil y genere emociones negativas, ya que esto perpetuará el problema.
  • No facilitar comportamientos evasivos al ayudarle a evitar situaciones incómodas.
  • Reforzar los pequeños avances para brindar estímulos positivos.
  • No tener miedo y buscar ayuda profesional.

 

Si identifica estos síntomas y dinámicas en su hijo o hija y su familia, no dude en consultarnos. Contamos con un equipo multidisciplinar de profesionales cualificados y especializados que pueden brindarles el apoyo necesario."

 

 

Pide cita con la Dra. Nieves Gómez-Coronado, especialista en Psiquiatría.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dra. Nieves Gómez-Coronado Suárez de Venegas
психиатрия

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