¿Tienes un desequilibrio hormonal y no lo sabes?

¿Te suena dolores menstruales, reglas abundantes, ciclos irregulares, síndrome premenstrual, síndrome del ovario poliquístico, amenorrea (falta de menstruación), miomas, quistes ovario, pólipos uterinos, las temidas mamas fibroquísticas?

Estos son algunas entidades derivadas de desequilibrio hormonal que afectan la calidad de vida y la salud de las mujeres y hay otras enfermedades mucho más graves como la endometriosis o la infertilidad y que además pueden derivar al desarrollo de cáncer hormono-dependiente como son el cáncer de mama o de útero en edades más avanzadas.

Sin embargo, estos síntomas y complicaciones no quedan tan “sólo” en repercusiones a nivel sexual o reproductivo, sino que el desequilibrio hormonal afecta a todo tu ser, así otras consecuencias que son muy habituales son: acné, piel seca, pelo graso, migraña, irritabilidad, labilidad emocional, falta de concentración, ansiedad, estreñimiento, fatiga, ganancia de peso, insomnio o falta de lívido.

Si sufres una o generalmente varias de estos problemas tienes un desequilibrio hormonal y desgraciadamente casi todas las mujeres pasamos por una de estas situaciones en nuestra vida y muchas lo sufren de forma crónica. Como ves, el origen de todas estas condiciones y enfermedades que sufrimos es común, mientras que la expresión puede ser diferente en cada una dependiendo de su predisposición genética y otras interacciones ambientales o circunstancias vitales. Al ser todas ellas de origen común es habitual que se vayan encadenando a lo largo de la vida más de uno de estos problemas o enfermedades.

La forma tradicional de tratar todos estos síntomas es mediante la prescripción de anticonceptivos orales o bien mediante cirugía. Los tratamientos convencionales no van a la causa del problema (el desequilibrio hormonal), sino que van a la consecuencia, por ejemplo, los antiinflamatorios para la endometriosis, los anticonceptivos hormonales para el síndrome ovario poliquístico, un dispositivo intrauterino hormonal para reglas abundantes, la reproducción asistida para la infertilidad y la histerectomía para los miomas.

¿Cuál es el origen de este desbalance hormonal?

Normalmente no hay una causa única, sino que es multicausal, acumulativo en el tiempo y según la interacción con predisponentes genéticos de cada persona, por ese motivo, en cada mujer puede ser distinto. Las causas reconocidas principales son debidas al estilo de vida y a factores ambientales.

Los mayores determinantes son:

• Alimentación

Alimentación rica en azucares e hidratos de carbono, con déficit relativo de nutrientes como proteínas o ácidos grasos poliinsaturados y micronutrientes como hierro, selenio, zinc, magnesio, ácido fólico. Así lo que comemos determina o no un ambiente pro-inflamatorio que puede dificultar el metabolismo y la eliminación de las hormonas.

• Estrés crónico

El estrés crónico que en mayor o menor medida todas padecemos es un gran disruptor hormonal, ya que el cortisol, hormona que se produce el estrés crónico necesita el mismo precursor que las hormonas sexuales para producirse con lo que aumenta el corticol, disminuye la progesterona y se produce un desbalance en la cantidad de estrógenos, con una predominancia estrogénica (origen de reglas abundantes, endometriosis, miomas, infertilidad, mamas densas, pólipos, etc.).

• Disruptores endocrinos

Exposición ambiental a disruptores endocrinos, que se definen como componentes que interfieren en la producción, liberación, transporte, metabolismo o eliminación de las hormonas naturales. Se comportan como hormonas parecidas a las naturales que usurpan sus lugares y funciones determinando desbalances en el correcto funcionamiento de varias de las vías fisiológicas en las que intervienen. Estos componentes se encuentran en distintos productos que usamos a diario como productos de limpieza del hogar, insecticidas y pesticidas que están en los alimentos que consumimos y productos de belleza.

• El desconocimiento de nuestro cuerpo, la medicina sin visión de género y estigmas culturales y religiosos

La falta de conocimiento de cómo funciona nuestros cuerpos de mujeres, cómo afectan nuestras hormonas a nuestra vida y a nuestra salud, la premisa histórica que las cosas de mujeres son imprevisibles, sucias y caóticas y que la normalización del dolor o la estigmatización que reciben las mujeres que no son capaces de concebir son distintos mitos, tabús y prejuicios que están instalados en nuestras mentes de mujeres y en nuestra cultura que no ayudan a buscar soluciones a dichos problemas.

La medicina también es heredera de esta cultura a la hora de buscar soluciones que pasan muchas veces por parches que evitan los síntomas, pero no tratan las causas ya que la medicina se ha visto des del punto de vista de la enfermedad y no de la salud, des del punto de vista heteropatriarcal y no des de la experiencia y deseos de las mujeres.

La aproximación de la medicina funcional puede ayudar a mujeres de cualquier edad a transitar por sus diferentes etapas vitales de forma plena y consciente. La medicina funcional buscamos el origen del desequilibrio y trabajamos conjuntamente y de forma personalizada contigo para entender qué ha provocado este desequilibrio y cómo ayudar restaurar tus hormonas mediante cambios en el estilo de vida y componentes naturales. A veces, necesitaremos de forma puntual la intervención de la medicina tradicional, pero es importante que nosotras tomemos el control de nuestro cuerpo y seamos las corresponsables de este proceso de sanación.