Reproducción Asistida: ¿en qué casos no se logra el embarazo?
Escrito por:El fallo de implantación se ha definido históricamente como la ausencia de embarazo tras transferencia de tres embriones de buena calidad en pacientes con edad inferior a 40 años. Actualmente el concepto de fallo de implantación ha cambiado, refiriéndose a la ausencia de embarazo tras la transferencia de tres blastocistos euploides en pacientes sin patología uterina.
Es importante conocer esta definición para entender que si el factor embrionario genético, por un lado, y el factor uterino, por el otro, no están descartados, no podemos hablar de fallo de implantación verdadero, ya que este realmente afecta solo al 5 o 10 % de las pacientes sometidas a un tratamiento de reproducción asistida.
La implantación es un proceso complejo en el cual tienen un papel esencial el embrión y el endometrio, aunque existen cofactores que participan de manera más o menos evidente.
¿Cuáles son las causas del fallo de implantación?
Las causas del fallo de implantación son múltiples y suelen distinguirse entre embrionarias, uterinas y extrauterinas.
Las alteraciones cromosómicas embrionarias aumentan en pacientes con edad superior a los 35 años. Si los embriones son anómalos tienen un bajo potencial de implantación, pero si implantan, pueden provocar abortos precoces o dar lugar a fetos con alteraciones cromosómicas. Actualmente el estudio genético preimplantacional (PGT-A) realizado en mujeres con edad superior a 35 años permite acortar el tiempo para lograr una gestación, reduciendo el desgaste emocional ligado a los repetidos fallos o abortos.
La patología uterina, por otro lado, afecta al potencial implantatorio del embrión. Según las últimas publicaciones, hay distintas causas que afectan negativamente a la tasa de implantación embrionaria:
- Endometriosis crónica
- Adenomiosis
- Sequías con o sin endometrio atrófico
- Malformaciones uterinas
- Pólipos o miomas intracavitarios
- Alteración de la receptividad endometrial por desplazamiento de la ventana de implantación
Entre los factores extrauterinos, la alteración estructural de una o ambas trompas (hidrosalpinx), tiene un impacto extremadamente negativo sobre la implantación embrionaria por la presencia de un líquido tóxico en su interior, que crea un ambiente hostil para la implantación embrionaria.
Otro de los factores a tener en cuenta en el fallo de implantación es la alteración del ambiente microbiano intrauterino que, según los resultados de los estudios más recientes, impacta negativamente en las posibilidades de embarazo. El microbioma uterino es el conjunto de microorganismos que colonizan de manera fisiológica la cavidad uterina. En los últimos años se ha investigado mucho al respecto y se ha evidenciado que existen perfiles deficitarios de lactobacilus relacionados al fallo de implantación.
Por último, está el factor hematológico, que impacta de manera evidente en los abortos de repetición, aunque todavía no está demostrado que también tenga una influencia negativa en la implantación embrionaria. Tampoco hay datos concluyentes sobre el impacto de las alteraciones inmunológicas en el fallo de implantación.
¿Hay solución para estos casos?
Tratar las patologías uterinas mencionadas es posible mediante tratamientos antibióticos o cirugía. Sin embargo, la corrección de estos factores no asegura la implantación, ya que hay otras variables implicadas que todavía no son del todo conocidas y que, lamentablemente, afectan a un porcentaje pequeño de pacientes que no logran el embarazo.
Recientemente se ha empezado a proponer a estas pacientes un tratamiento intrauterino con Plasma Rico en Plaquetas, que es una fracción de sangre que contiene alta concentración de factores de crecimiento con efecto regenerativo endometrial.
La evidencia de sus beneficios en muchos campos de la medicina, como la cirugía vascular, la oftalmología, la estética, la traumatología y la medicina del deporte, es muy alta. Sin embargo, en reproducción asistida su utilización es muy reciente y no existen todavía resultados certeros sobre su eficacia en el fallo de implantación.
Los estudios publicados son positivos y describen un aumento de la tasa de embarazo en pacientes con fallo de implantación. Además, es un tratamiento seguro y sin riesgo de rechazo o alergia, por lo que podría ser una posibilidad terapéutica esperanzadora para aquellas pacientes con fallo de implantación inexplicable.
