Las lesiones de piel que deben ser revisadas

Con la llegada de las vacaciones debemos revisar bien la salud de nuestra piel y protegerla del sol. En general, vamos a la playa o la montaña, donde podemos generar lesiones pigmentadas y no pigmentadas debido a la exposición solar.  

Esta exposición, además de generar lesiones también puede modificar las anteriores, de manera que los lunares (nevus) y los lentigos solares pueden hacerse más oscuros.

El cáncer de piel más frecuente se suele relacionar con la exposición solar, con la aparición del carcinoma basocelular y el epidermoide; pero también se da el melanoma, relacionado más con quemaduras solares.

Sobre todo aparece en las llamadas zonas foto expuestas como el cuero cabelludo, las orejas, la cara o las piernas.

Lunares que deben ser evaluados

En personas mayores de 35 años se recomienda que se revisen por un dermatólogo todos aquellos lunares que aparezcan nuevos.

Pero también es importante revisar aquellos que denominamos “el patito feo”, los que parezcan diferentes al resto en forma y color.

Otra forma de saber si estamos frente a una lesión pigmentada es revisar si cumple la regla ABCDE:

A: Asimetría.

B: Bordes irregulares.

C: Lesión que tiene varios colores.

D: Diámetro: lunares mayores de 6 mm.

E: Evolución: cambios en tamaño, color, forma…

Por el contrario, no deben preocuparnos: si permanecen estables, son de color uniforme, simétricas y con bordes bien definidos.